Hemos comprobado los padres cómo se ha reducido todo, absolutamente todo: cuidadoras de los desayunos, de las comidas, las becas. La logopeda aparecerá una vez en el curso si llega. Lo único que ha aumentado es el número de alumnos por clase -gracias Esperanza las generaciones futuras de pobres te lo agradecerán-. Lo que antes parecía un milagro, que una profesora se hiciera con un buen número de infantes, ahora es caos e imposibilidad física de poder atender decentemente las necesidades en la educación de nuestros hijos.

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