Un hombre de 84 años ha sido condenado a dos años de prisión por abusar sexualmente de su nieta. La Audiencia Provincial de Zaragoza ha dictaminado en favor de la víctima, de la que su abuelo abusó continuadamente cuando esta era menor de edad. Tras dar la voz de alarma en 2022, los padres de la niña, ahora de 13 años, interpusieron una denuncia en el mes de enero. Este miércoles, la Sección Primera del tribunal maño ha anunciado su fallo, el cual incluye al procesado en el Registro Central de Delincuentes Sexuales.
Todo sucedió hace 8 años. La víctima tenía entre 5 y 6 años de edad cuando su abuelo la llevaba "a una habitación de su casa en la que había un televisor". El modus operandi del condenado, según la sentencia, era el siguiente: "Allí, el hombre le ponía a la niña (...) una película de Disney, mientras le metía la mano por debajo de la ropa, de los pechos y de sus órganos genitales". La inocencia de la víctima fue utilizada por su abusador, ya que esto "la hacía sentir incómoda, pese a no entender del todo lo que estaba sucediendo".
La menor no se dio cuenta de lo que había estado sufriendo hasta que "no cursó ciencias naturales en sexto de primaria y le explicaron el aparato reproductor de los mamíferos". Ahí fue cuando decidió pronunciarse sobre los abusos de su propio abuelo. En diciembre de 2022, lo compartió con sus padres, los cuales decidieron interponer una denuncia el 3 de enero de 2024.
Dos años de prisión y 1.000 euros por daños morales
La Sala de la Audiencia Provincial de Zaragoza, casi en su totalidad, ha determinado que las declaraciones de la víctima "son creíbles, verosímiles y persistentes". Además de los dos años de prisión, el fallo condena al hombre de 84 años a indemnizar a su nieta con 1.000 euros por daños morales, a pagar todos los costes del juicio y, una vez la sentencia sea firme, se incluirá al condenado en el Registro Central de Delincuentes Sexuales.
Una de las magistradas, Soledad Alejandre, ha discrepado de la mayoría de la Sala en su voto. La jueza no cree que los hechos hayan quedado acreditados por las declaraciones de la víctima, y expresa sus "dudas razonables". Alejandre entiende que la versión de la denunciante brinda "serias dudas sobre la realidad de los hechos denunciados, no porque se considere que se los haya inventado, sino porque pueden responder a una falsa memoria asumida como certeza de una realidad".
No habiéndose superado estas "dudas razonables", la magistrada aboga por aplicar el principio in dubio pro reo. Este principio jurídico establece que si en el tribunal existen dudas sobre la culpabilidad del acusado tras la valoración de las pruebas, la sentencia debe favorecer a este. En cualquier caso, la mayoría de la Sala cree a la víctima. La sentencia tiene un periodo de diez días en los que cabe recurso de apelación ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón.