El portavoz de ERC en el Parlamento, Gabriel Rufián, se ha mostrado especialmente duro desde la tribuna de oradores de la Cámara Baja al referirse a la tensionada situación entre el Tribunal Constitucional y el Congreso de los Diputados. "Hablo con miedo de que entre Tejero con toga". En estos términos ironizaba el diputado de ERC sobre el papel del tribunal de garantías.

Segundos después, durante la misma intervención, Rufián comparaba el conflicto institucional que supone una amenaza a la democracia con lo sucedido en 2017 en el seno del Parlament de Catalunya. “Me tomo muy en serio las palabras de la señora Arrimadas porque la última vez que le habló así a una presidenta de un parlamento fue a nuestra compañera Carmen Forcadell, que acabó en la cárcel”, contestaba Rufián a la portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, que había intervenido minutos antes.

“La única diferencia entre lo que está pasando hoy y lo que pasó hace unos años en Cataluña, que es política, es que nuestra compañera Carmen Forcadell, acabó en la cárcel”, repetía el portavoz de ERC y apelaba directamente a la bancada de la derecha: “Si ustedes creen que encarcelando a la gente porque simplemente no les gusta lo que dice o lo que piensa, están muy equivocados”.

Nada de lo que está sucediendo es un chantaje o exigencia del independentismo. Hay dos millones de personas que, de forma recurrente en Catalunya, votan opciones independentistas, guste más o guste menos. Vehicular este anhelo, esta opción política, no es un delito. Y no se le pueden meter a 9 personas 100 años de cárcel por vehicular este deseo”, zanjaba el diputado catalán.

El tono del hemiciclo, donde se debate la reforma de los delitos de sedición y malversación, resulta tenso tras la injerencia del Constitucional en la sede del poder legislativo.

Compromís sigue oliendo a "febrero del 81”

En la misma línea se ha pronunciado el portavoz de Compromís en el Congreso Joan Baldoví, quién considera que este jueves ha sido "uno de los días más complicados" que ha vivido la democracia española desde el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 porque "ha sobrevolado" por la Cámara "el espíritu" del coronel de la Guardia Civil José Antonio Tejero "pero vestido de negro en lugar de verde".

Baldoví se refería de este modo, en los pasillos del Congreso, a la deliberación que ha abierto el Tribunal Constitucional y después ha suspendido hasta lunes para decidir sobre las medidas cuatelarísimas solicitadas por el PP con el objetivo de que el Pleno de la Cámara no votara este jueves las enmiendas relativas al Consejo General del Poder Judicial y al propio TC que se han incluido en la reforma del Código Penal.

El diputado valenciano apuntalaba ya el argumentario la mañana de este jueves asegurando que, a pesar de estar en diciembre en el hemiciclo flotaba “un insoportable aroma a febrero del 81"