El primer ministro saliente de Reino Unido, Rishi Sunak, ha anunciado este mismo viernes, tras la debacle electoral de la formación en las generales de este jueves, que dimitirá como líder de los tories. Así lo ha comunicado en un discurso ante la puerta de la residencia del primer ministro en el número 10 de Downing Street, antes de dirigirse al Palacio de Buckingham para hacerla efectiva ante el rey Carlos de Inglaterra.

Horas después de la peor derrota de la historia del Partido Conservador, Rishi Sunak no sólo ha asumido la hecatombe, sino que también ha comunicado su dimisión como líder de los tories. Así, el ex primer ministro se despidió tras menos de dos años en el cargo y casi década y media de ejecutivos tories. En este sentido, el conservador ha pedido perdón por los errores y ha elogiado a su adversario y primera espada de los Laboristas, Keir Starmer. “Al país, quiero decirle en primer lugar y sobre todo: lo siento”, ha comenzado.

“He dado a este trabajo todo lo que he podido, pero habéis mandado una señal clara de que el Gobierno del Reino Unido debe cambiar y vuestro juicio es el único que importa. He escuchado vuestro enfado, vuestra decepción. Y asumo la responsabilidad de esta derrota”, ha destacado el expremier, en un mensaje escueto y focalizado en pedir perdón a los ciudadanos, voluntarios y compañeros del partido y del gobierno, además de dar las gracias y desear suerte a su sucesor, el laborista Starmer.

Shunak le desea “todo lo mejor” al laborista y a su familia, asegurando que sus “éxitos serán los de todos”. “Aunque hayamos tenido desacuerdos en la campaña, Keir Starmer es un hombre decente y con un espíritu de servicio público que respeto”, subrayaba el aún líder de los conservadores británicos, agregando que tanto él como su familia “merecen la mayor de nuestras comprensiones mientras hacen una enorme transición hacia sus nuevas vidas detrás” de la puerta del número 10 de Downing Street, “mientras se enfrenta con este trabajo tan exigente en un mundo cada vez más inestable”.

Sunak no renunciará a su escaño como diputado, pero sí dejará el liderazgo del Partido Conservador en cuanto se organice el proceso de sucesión. El ex primer ministro británico no aportó más detalles, pero apostilló la “importancia” de que su formación “se reconstruya” tras 14 años en el Gobierno. Asimismo, ha reclamado a sus sucesores al frente de los tories que asuman un “papel crucial en la oposición de manera profesional y eficaz”.

Dura derrota

Los conservadores se han quedado con 121 diputados, 244 menos de los cosechados en 2019, cuando Boris Johnson lideró la papeleta de los tories. Es la peor derrota del partido en sus dos siglos de existencia. Los Laboristas regresan así al poder en las Islas con 412 escaños y un mayoría absoluta que se asemeja a la de Tony Blair en 1997. Cabe señalar que la mayoría necesaria para gobernar en el país es de 326 diputados. En otras palabras, la mitad más uno de los 650 que componen la Cámara de los Comunes.

La derrota conservadora se explica con los últimos años de inestabilidad en el partido y la aplicación de un Brexit de ruptura casi total con la Unión Europea, así como los escándalos de Johnson en plena pandemia y los otros tantos a nivel orgánico. Cinco años de gobierno conservador que dejan al país sumido en una crisis galopante e incluso llegando a rozar la quiebra, como ocurrió con la devaluación de la libra en 2022 tras la fracasada reforma fiscal de la ex primera ministra Liz Truss.

El castigo no es sólo a Rishi Sunak, sino a todos estos años de absoluta inestabilidad en el fuero interno del Partido Conservador que, a su vez, contagió al resto del país. Ahora, tal y como ha expuesto el todavía líder torie, se abre un nuevo tiempo para resignificar una formación diezmada desde el punto de vista parlamentario. Las quinielas ya apuntaban a Penny Mordaunt como principal candidata a ocupar el bastón de mando de los conservadores, aunque ya no estará en el Parlamento.

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