La batalla interna que está desatada en Esquerra Republicana, al menos, desde las pasadas elecciones catalanas se ha recrudecido en las últimas semanas. El acuerdo alcanzado con el PSC para la investidura de Salvador Illa a cambio de un concierto regional fue un alto en el camino en la crisis interna que afrontan los independentistas, que ahora tienen por delante un otoño intenso con un relevo en la dirección. Es precisamente esto lo que mantiene en tensión a los republicanos.

El presidente de la formación, Oriol Junqueras, quiere adelantar cuanto antes el congreso nacional previsto para noviembre con el objetivo teórico de acabar con la interinidad en el que se encuentra la cúpula desde su propia salida. Sin embargo, sus críticos -los más cercano a la secretaria general Marta Rovira- le acusan de querer volver a coger el control del partido. Y es que por ahora no hay un nombre claro encima de la mesa para postularse a ser el próximo dirigente de ERC.

Renovar la dirección de ERC

En el seno de ERC se ha abierto una brecha por la dirección. Hace menos de dos meses que un sector del partido elaboró un manifiesto en el que llamaban a acometer una "renovación general de la cúpula", lejos de nombres ya conocidos e incluso quemados por la actualidad política que en los últimos años se ha afrontado en Cataluña. En este cupo entra Oriol Junqueras, que dimitió de la Ejecutiva del pasado mes de mayo aunque se ha quedado en estado de interinidad desde entonces.

Ya la guerra se puso más intensa cuando la secretaria general del partido, Marta Rovira, hizo suya esta proclama. "Lo suscribo. Pueden poner mi nombre", dijo al respecto en una entrevista en Catalunya Ràdio el pasado mes de junio, donde afirmó que "será él el que tendrá que defender su candidatura". "A mi no me toca", añadió. Cabe destacar que esta, huida a Ginebra tras el referéndum del 1 de octubre, ya ha descartado liderar ERC o concurrir en unas futuras las elecciones.

De hecho, fue antes del manifiesto cuando comunicó a la formación que su cargo quedaría vacío al considerar que se necesitan "nuevos liderazgos" y "savia nueva" lejos de "liderazgos mesiánicos". Postulados que defienden los militantes firmantes del escrito, en el que piden recuperar un modelo “más coral y colectivo”, además de transparente y con mayor participación en las bases. Este es el llamado sector rovirista.

Mientras tanto, Junqueras hizo un llamamiento a la calma y a la reflexión para afrontar un periodo de debate interno así como "lavar los trapos sucios en casa" y no con comunicaciones públicas. Junqueras afirmó ya entonces que comparte muchas de las cuestiones que se abordan en el manifiesto. "Prácticamente todo", matizó antes de defendió que los firmantes buscan un proyecto "plural y transversal con mucha gente y muy variada".

Oriol Junqueras vs Marta Rovira

Pero parece querer buscar el “aval renovado” de las bases del partido para volver a postularse como dirigente de ERC. Todo ello después de haber dimitido en la Ejecutiva del pasado mes de mayo, una decisión fundamentada en la debacle de la formación en las elecciones catalanas, cuando el dirigente estableció para el 30 de noviembre el cambio de dirección por la posibilidad de repetición electoral para el próximo mes de octubre.

Ahora, que ya está Salvador Illa sentado en la bancada del Govern, esta fecha se ha quedado obsoleta, por lo que una parte de la formación pide que la comisión de garantías acepte aplicar los estatutos -que marca en "dos meses" el plazo máximo para este cónclave en caso de dimisión- y convocar para este mes de septiembre el congreso extraordinario al que obligaba la dimisión del presidente. Al menos un centenar de consejeros nacionales de la formación, que representan un tercio del total, respaldan estas tesis.

El cónclave -que tenía como objetivo "fijar la nueva estrategia de la formación"- pretendía ser una balsa de aceite en las aguas turbias que se han generado en los últimos meses a cuenta de esta renovación. Los cercanos a Rovira le acusan de querer coger el control de la formación y no dejar tiempo a otras candidaturas, especialmente por la defensa de adelantar esta cita. 

El rovirismo acusa al expresidente del partido de "querer engañar a la militancia" por el poder, mientras los junqueristas avisan de la deriva de un partido sin proyecto político. Sin embargo, ninguno de los dos dirigentes han vuelto a pronunciarse públicamente al respecto de estas diferencias. De hecho, con el acuerdo con el PSC, Junqueras felicitó el trabajo a los de Rovira "por el trabajo realizado".

Entre tanto, la actual dirección de ERC va a solicitar un informe jurídico para conocer si es posible adelantar la celebración del congreso. Así lo han comunicado a través de una nota enviada a los medios, en la que lamentan que el debate sobre la fecha "se haya motivado a través de los medios de comunicación antes de hablarlo en la reunión que había establecida" entre Junqueras y la dirección para el próximo miércoles 28 de agosto. Dos días después el presidente de la formación tiene previsto protagonizar una conferencia desde su localidad, Sant Vicenç dels Horts. 

Con la candidatura de Junqueras prácticamente asegurada, ya han empezado a sonar algunos nombres para enfrentarse al todavía presidente. Por ejemplo, la exvicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà, y la diputada en el Congreso, Teresa Jordà, son algunas de las bolas del bombo para la próxima cúpula nacionalista, así como la portavoz del partido, Raquel Sans, y la vicesecretaria general de Derechos, Libertades y Lucha Antirrepresiva, Marta Vilaret. Todas ellas mujeres cercanas a Rovira.

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