La vuelta del verano se torna intensa para el independentismo catalán. La investidura del socialista Salvador Illa como president de la Generalitat ha marcado un antes y un después para Cataluña, que va a experimentar un cambio de ciclo con la legislatura recién iniciada este agosto. Sin embargo, es este mismo mes de septiembre cuando se esperan turbulencias para Junts y ERC, que tienen a la vista un congreso de partido cada uno de ellos.
Tanto los de Carles Puigdemont como los de Oriol Junqueras tendrán que enfrentar un profundo debate interno habida cuenta de que se encuentran en medio de una crisis de liderazgo, especialmente tras los malos resultados cosechados en las últimas elecciones autonómicas. Pero también miran con ansia la deriva judicial con la ley de amnistía a la espera del regreso del dirigente rehuido en Waterloo y otros fugados por el referéndum del 1 de octubre.
Junts, a la espera de Puigdemont
Uno de los partidos señalados en las últimas semanas es Junts, que se ha visto envuelto en la polémica por el regreso -y fuga- de su líder, Carles Puigdemont, tras su incursión a Barcelona. Pero tiene otras citas por delante, empezando por el congreso extraordinario que ha convocado el partido para el último fin de semana de octubre, los días 26, 27 y 28, coincidiendo precisamente con el aniversario de la proclamación de la declaración unilateral de independencia. Una fecha "emblemática" para los independentistas.
Así lo ha anunciado en los últimos días el secretario general de los neoliberales, Jordi Turull, que ha justificado esta convocatoria en la voluntad de "recomponer y relanzar el independentismo desde el liderazgo de Junts per Catalunya". La formación va a buscar en este la participación activa de todos sus afiliados, pero también la de "toda aquella gente que no se siente de Junts per Catalunya" pero que "se siente muy comprometida con la independencia".
"Personas que no quieren ni dejarlo correr ni bajar los brazos ni resignarse ni rendirse ante la nueva situación. Y por eso nosotros desde hoy también hacemos un llamamiento a toda esta gente y nos ponemos a su disposición", ha defendido. Cabe señalar que el anuncio de esta decisión, tomada mano a mano con la presidenta del partido Laura Borràs, llega después de la entrada y salida del dirigente independentista a suelo nacional, lo que tiene en pie de guerra al Ministerio del Interior y los Mossos d'Esquadra.
La intención de los nacionalistas es intentar volver a poner a Junts en el centro del independentismo, que se ha visto sobrepasado por el PSC de Salvador Illa y el acuerdo de estos con ERC. Un pacto que ha provocado a su vez el enfrentamiento de la alianza entre las dos formaciones separatistas, quienes han lanzado acusaciones cruzadas evidenciando su debilidad. De hecho, el propio Turull ha sostenido que el apoyo de ERC a la investidura ha evidenciado "la ruptura del bloque independentista", por lo que es el momento adecuado para convocar este cónclave.
Avui el @ConsellRep ha posat en marxa la campanya #JoTambéHiVaigParticipar i quan alguns ja ens delataven, ja vam sortir a donar la cara. Perquè hi érem. Hi som. I hi serem. Per més full que vulguin girar, no ens oblidem d’on venim i tenim molt clar on volem anar. https://t.co/QkjQ0v6XXT
— Laura Borràs 🎗 (@LauraBorras) August 14, 2024
Al mismo tiempo, ha abogado por "definir una nueva hoja de ruta hacia la independencia y también por marcar y dejar claro un modelo de país ante el nuevo tripartito de carácter unionista", en referencia a PSC, ERC y los Comuns. En la misma línea, la portavoz parlamentaria de Junts, Mònica Sales, ha reivindicado al partido como la alternativa para el independentismo mientras el portavoz ha cargado contra sus colegas de ideología.
"No somos nosotros los que desde el independentismo hemos facilitado el Govern más españolista en la Generalitat", ha dicho para insistir en que asumen "la responsabilidad de ser la primera fuerza independentista". Sin embargo, en medio de esta ruptura independentista, también cabe señalar la caída del liderazgo en los neoliberales, tanto en las elecciones como a nivel interno. Todo ello mientras tienen un complicado encaje en la legislatura.
Con Borràs borrada por el papel mediático de Puigdemont, estos necesitan encontrar un perfil que represente bien a la formación. En este marco, Turull ha dicho este martes que Puigdemont seguirá teniendo un papel "muy activo" ya que "es el liderazgo de referencia para el independentismo", ha sostenido. Cabe señalar que, en las semanas previas a los comicios catalanes, el expresident aseguró que abandonaría la política activa si no era investido porque veía "poco sentido" a ser jefe de la oposición.
Es por ello que ahora, en una entrevista en Catalunya Ràdio, Turull ha matizado que no se trata de hablar de cargos, ni siquiera de estar "pendientes de si sufrirá o no sufrirá" Sánchez, sino de recomponer el partido. Y a su vez tienen la mirada puesta en la aplicación de la ley de la amnistía, que actualmente se encuentra judicializada en el Tribunal Supremo, de la mano del juez Llanera, que se niega a aplicarsela a Puigdemont.
ERC, al otro lado
En el otro lado del separatismo se encuentra Esquerra Republicana, en plena guerra interna por el liderazgo. Actualmente el partido está en estado de interinidad con Oriol Junqueras, quien podría querer volver al frente de forma oficial pese a haber dimitido en la Ejecutiva del pasado mes de mayo. Esta decisión estaba fundamentada en la debacle de la formación en las elecciones catalanas, cuando el dirigente estableció para el 30 de noviembre el cambio de dirección por la posibilidad de repetición electoral.
El Govern liderat pel president Pere Aragonès ha fet una feina ingent que deixa un gran llegat de progrés social i econòmic, enfortiment nacional i lluita pels drets de Catalunya i la seva gent com corresponia al primer govern republicà des del restabliment de les institucions…
— Oriol Junqueras 🎗️ (@junqueras) August 10, 2024
Ahora, que ya está Illa sentado e la bancada del Govern, esta fecha se ha quedado obsoleta, por lo que una parte de la formación pide que la comisión de garantías acepte aplicar los estatutos -que marca en "dos meses" el plazo máximo para este cónclave en caso de dimisión- y convocar para este mes de septiembre el congreso extraordinario al que obligaba la dimisión del presidente. Todo ello mientras los seguidores de Marta Rovira -exiliada en Ginebra y negada a repetir- están enfrentados a los de Junqueras.
El rovirismo acusa al expresidente del partido de "querer engañar a la militancia" por el poder, mientras los junqueristas avisan de la deriva de un partido sin proyecto político. La realidad es que desde la salida de Aragonès del Parlament y de la cúpula de los republicanos -lo que se evidenció tras las elecciones- la formación no tiene nombres encima de la mesa para liderar. Cabe destacar que Junqueras pidió quedarse al frente del partido al menos unos meses para hacer la campaña.
Ahora todo se torna confuso. Y es que con Aragonès ya retirado de la batalla, Junqueras sin opciones, Rovira en el exilio -también a la espera de la ley de amnistía- y sin candidato aparente, la sangría en los republicanos es evidente. También cabe destacar que la nueva dirección que salga del próximo Congreso estará marcada por el pacto con el PSC, pero no será el responsable, por lo que los nacionalistas esperan dejar atrás este punto para impulsar también su formación, muy tocada en las elecciones pasadas.