Hace tan solo una semana de la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat de Cataluña y desde entonces la agenda del socialista no ha tenido un hueco libre, incluso aunque agosto es un mes históricamente inhábil en política. Aquella votación se vio salpicada por la polémica fuga de Carles Puigdemont de Barcelona ante la mirada de los Mossos d'Esquadra y desde entonces han sido muchas las críticas y los cruces de acusaciones entre el Ministerio del Interior y el cuerpo policial regional.

Illa quiere cerrar este capítulo rápidamente para echar a andar la legislatura recién estrenada, que este mismo martes ha celebrado su primer Consell Executiu del Govern. Así, la primera medida que va a llevar a cabo como dirigente autonómico es visitar la sede central de los Mossos en una suerte de intermediación con el Gobierno central para mostrar por un lado unidad y por el otro lealtad institucional.

Illa visita a los Mossos

El pasado jueves fue su investidura. Este lunes 12 de agosto ha protagonizado su acto de toma de posesión como president del Ejecutivo catalán y este martes ha celebrado el primer Consell Executiu de su Govern, presentando a sus consellers. Todo un calendario cargado en solo una semana para Salvador Illa, que ya tiene en su agenda una cita que es toda una declaración de intenciones. Se trata de una visita este miércoles a la sede central de los Mossos d'Esquadra, en el Complejo Egara de Sabadell, la primera visita oficial como dirigente de la Generalitat.

No es un acercamiento cualquiera, sino uno en medio de la crisis por la huida del expresident Carles Puigdemont tras realizar un discurso en las puertas del Parlament entre centenas de personas. Así, Illa va a estar en el complejo central del cuerpo autonómico junto con la exalcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y nueva consellera de Interior y Seguridad Pública, Núria Parlon, para evidenciar el "pleno apoyo al cuerpo", como ha anunciado la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, en la rueda de prensa posterior a la primera reunión de Gobierno.

"La voluntad y lo que se persigue con esta visita es demostrar, por parte del presidente y de la consellera, su pleno apoyo al cuerpo y conocer de primera mano sus inquietudes y necesidades", ha sostenido esta. Cuestionada sobre si los Mossos ya han entregado al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena el informe sobre el operativo policial planificado para arrestar a Puigdemont, Paneque ha indicado que "no le consta" y ha evitado hacer más valoraciones sobre "una cuestión judicializada".

Cabe destacar que la idea es visitar el complejo sobre las 11 de la mañana y después reunirse con los sindicatos policiales, a la 13 de la tarde. Tras esto el president tiene previsto comparecer ante los medios de comunicación. Y es que desde los sindicatos han criticado que Puigdemont pueda irse pese a tener una Operación Jaula en marcha, lo que para estos es "injustificable". "Puede fallar el dispositivo, pero no entendemos la falta de autocrítica y de revisión", denunció el secretario general de SAP-FEPOL, Pere García.

Informes cruzados

La fuga del territorio nacional del dirigente independentista ha provocado una cascada de reacciones, no solo en críticas sino con informes cruzados entre el Ministerio del Interior y los Mossos para intentar dirimir de quién fue la responsabilidad del operativo fallido del pasado jueves. El primero de estos documentos lo ha remitido la cartera dirigida por Fernando Grande-Marlaska al Supremo en los que aseguran que no se produjeron "operativos paralelos"

Así, el Ministerio rebaja las tensiones y asegura que ofrecieron su ayuda al cuerpo regional, pero estos no la requirieron, "más allá de los habituales prestados a través de la mesa de coordinación operativa y de intercambio e información e inteligencia". Al mismo tiempo afirman que desde la Administración se estableció "un refuerzo de la vigilancia de puertos y aeropuertos" en Cataluña, y en ninguno de estos controles se detectó "en momento alguno y hasta la fecha la presencia del prófugo Carles Puigdemont".

Además, el ministro recuerda a Llarena que España forma parte del espacio Schengen, que garantiza la libre circulación de personas sin que se realice inspección fronteriza. Esta limitación dificulta que "cualquier dispositivo de control policial pueda garantizar una impermeabilidad absoluta, incluso disponiendo de información previa o de dispositivos legales de control o seguimiento" y solo abre la posibilidad de controles temporales "por la existencia de una amenaza grave para el orden público o la seguridad interior". 

Por su parte, se desconoce si los Mossos d'Esquadra han hecho llegar a Llarena su propio informe. Mientras tanto, el propio Puigdemont y su partido, Junts, no cejan en su empeño de atacar al cuerpo regional, al que acusan de ser una fuerza colonial. "Asumía que la operación era prácticamente imposible, y que los costes serían enormes si fracasaba. Pero era la única forma de que el riesgo y el sacrificio tuvieran sentido, sobre todo si salía bien. Y salió bien", ha dicho el dirigente en un vídeo publicado en sus redes.

Cabe señalar que, además del requerimiento expreso de Llarena, la policía catalana cuenta con otro de parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña sobre ese mismo dispositivo, habida cuenta de las querellas presentadas por parte de Vox y el sindicato Hazte Oír. En este caso, el órgano judicial dio de margen a la policía diez días hábiles para recibir el documento, que todo apunta a que será el mismo que entreguen al Tribunal Supremo.

boton whatsapp 600