Las reformas de la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación, conocida como Ley Trans, y de Protección integral contra la LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual, presentadas por el PP de Isabel Díaz Ayuso, han superado este jueves los primeros pasos parlamentarios, y comenzarán a tramitarse en la Asamblea de Madrid, para matarializar lo que es la primera reducción de derechos en materia LGTBI.
El Partido Popular y Vox han dado su 'ok' en la votación para tomar en consideración las modificaciones, para que comiencen a tomar el recorrido parlamentario que concluirá con su aprobación definitiva. Más Madrid y el PSOE han votado en contra, sumándose así a Amnistía Internacional y otras 30 organizaciones LGTBI que han entregado en la Cámara regional 40.000 firmas en contra de estas medidas que, en esencia, suponen graves retrocesos en materia de derechos LGTBI en la Comunidad de Madrid.
En cuanto a la Ley Trans, se elimina el concepto identidad de género, se marca que los menores deberán pasar por un examen de pediatras antes de recibir tratamiento y se explicita que la atención psicológica o las valoraciones psiquiátricas no serán muestra de discriminación. En cuanto a la educación, se eliminan los contenidos relativos a las personas trans de los currículos, invisibilizándolas flagrantemente.
En el caso de la ley ante la LGTBIfobia se retocan aspectos sanitarios, organismos como el Consejo LGTBI de la Comunidad o el régimen sancionador. Una de las partes centrales de la reforma es el ámbito educativo. Este concentra cinco de los veinte artículos derogados, entre ellos, el que ataja el acoso escolar.
Manifestaciones en contra de estos retrocesos
Estas dos proposiciones de ley fueron registradas el pasado 10 de noviembre, aprovechando el fuerte foco mediático que provocó la amnistía y todas las protestas derivadas de la misma. Tan solo tres días después, el 13 de noviembre, miles de personas acudieron a la Puerta del Sol con motivo de la convocatoria de la asociación Arcópoli, con el objetivo de denunciar el "grave retroceso" en derechos LGTBI con las modificaciones del Gobierno de la popular Isabel Díaz Ayuso en las leyes trans y LGTBI autonómicas, que estaban vigentes desde 2016, cuando el Ejecutivo de Cristina Cifuentes, también del PP, las impulsó.
Más de una treintena de asociaciones LGTBIAQ+ y políticos madrileños como la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, la diputada autonómica de la misma formación Carla Antonelli, o la portavoz del PSOE en el consistorio, Reyes Maroto, y el diputado socialista Santi Rivero acudieron a esta convocatoria, para denunciar "el grave retroceso en derechos LGTBI que propone el Partido Popular".
"La derogación de estos artículos, que abordan temas esenciales como la educación, la atención sanitaria, el deporte y la visibilidad, representa un ataque directo a los avances logrados en la lucha contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género", protestaba la asociación convocante. Ahora, solo diez días después y aprovechando la mayoría absoluta del PP en la Cámara y el apoyo de Vox, las proposiciones han pasado el primer escollo para su aprobación, y todo apunta a que seguirán adelante.
"Las personas trans volverán a ser patologizadas"
Cabe recordar que Carla Antonelli, en la actualidad diputada y senadora de Más Madrid en la Asamblea, fue una de las más activas promotoras de la ley de 2016 cuando todavía militaba en el Partido Socialista. "Será la primera vez que en en 44 años de democracia que se retroceda en derechos adquiridos", explicó la política y activista en declaraciones a ElPlural.com.
"Ayuso quiere ser la cabeza visible de la involución de los derechos de las personas LGTB. Es la metamorfosis de la Ayuso transfriendly de la época de Cristina Cifuentes por la competencia por absorber lo que es Vox, la ultraderecha. Se ha convertido en la líder populista del radicalismo y de la extrema derecha española. Es una absoluta vergüenza. No ha habido algún tipo de problema o prejuicio en 7 años que lleva en vigor, como se podrá imaginar cualquiera. Se hubiera creado una alarma social, pero no ha habido problemas", expresó Antonelli, asegurando que las personas LGTBI son una "cortina de humo" porque son políticas "que no cuestan dinero implementar, pero que acaparan numerosos titulares en los medios de comunicación". "Primero nos han caricaturizado y nos han deshumanizado diciendo que somos una teoría y ahora nos recortan en derechos", denunció, visiblemente afectada por los graves retrocesos que van a implicar estas derogaciones.
Este jueves, ha vuelto a protagonizar un demoledor discurso contra las políticas de Ayuso en la Asamblea de Madrid. "Quiero decir una cosa a todas y todos ustedes, diputados y diputadas del Partido Popular y Vox. Todos y cada uno, hoy, cuando apretéis el botón para votar esta infamia, por cada insulto que recibamos, por cada paliza que nos den, por cada asesinato que se cometa, por cada persona trans que acabe con su vida, cuando aprieten ese botón, pasarán a tener las manos manchadas de sangre. No lo olviden. Esto es terrorismo hacia las personas trans", ha dicho. Puede ver el vídeo de la intervención de Antonelli en este enlace.
El PP sostiene que busca "corregir aspectos"
Por su parte, el Partido Popular ha justificado que las reformas que plantea buscan "evitar que la causa de la igualdad ante la ley y la no discriminación se convierta en un instrumento de ingeniería social, que confunda ciertas doctrinas de parte con los derechos fundamentales", en palabras de la diputada Mónica Lavín.
"Se pretende corregir algunos aspectos, que ya fueran de buena fe o movidos por el afán de imponer ciertas doctrinas conocidas como de género, acababan conculcando derechos", ha sostenido, al tiempo que ha argumentado que se busca, además, "terminar con la oligarquía de ciertas asociaciones que se imponían" y "gozaban de privilegios injustificados".
En cuanto a la reforma de la segunda ley, Lavín ha indicado que ésta no estaba llamada "a proteger a todos" ni a ilusionar porque presenta "un Madrid apocalíptico" y "divide, victimiza" e "invita a vivir del agravio y de las denuncias falsas" así como que cercena la libertad de expresión y de cátedra y aparta "a los jóvenes de su familia". Ahora, según ha defendido, se garantizará "la participación, la pluralidad y la libertad de todo el mundo" y se pondrá "a salvo de la imposición de asociaciones", a pesar de que, a efectos prácticos, se producirá una invisibilización de las personas transexuales en los contenidos educativos y se derogarán artículos que permiten atajar el acoso escolar a las personas LGTBI que lo padeciesen.