El Senado italiano ha decidido retirar la inmunidad parlamentaria al polémico exministro del Interior, Matteo Salvini, para que pueda ser juzgado por el caso contra el barco de rescate español Open Arms. El también exvicepresidente del Gobierno se negó a permitir que el buque humanitario desembarcase en sus costas, por lo que lo retuvo frente a las costas de Lampedusa durante 19 días en pleno agosto y con más de 160 personas rescatadas, a los que se sumaba la tripulación. 

Ahora, con el visto bueno de la asamblea, el líder de la Liga será juzgado por "secuestro y rechazo de documentos oficiales", además de un presunto delito de abuso de poder y otro de violar las convenciones internacionales por lo sucedido en verano de 2019. 

Protector de Italia para aumentar los seguidores de Facebook

En el debate de la Cámara Alta italiana, Salvini ha tachado de "pirata" al Open Arms y a su capitán: "Si hay alguien que ha puesto a las personas en riesgo, él es el capitán de este barco pirata". Seguidamente, se ha proclamado como salvaguarda de Italia asegurando que el se dedicó a "defender los confines de Italia". 

Pese a poder terminar en prisión, el antiguo ministro del Interior no muestra ningún arrepentimiento: "Estoy orgulloso de lo que hice. Lo haré tan pronto como vuelva al Gobierno".   Tampoco admite ninguna crítica, aunque prefiere compartir la responsabilidad con el primer ministro Conte: "No cometí ningún error (...) Actué con el primer ministro Giuseppe Conte, que es cómplice". Sin embargo, en la misma sesión, el senador Pietro Grasso le ha recordado que "no hubo responsabilidad conjunta del Gobierno para impedir el desembarco, porque son evidentes las pruebas de que Conte mostró contrariedad por la actitud de Salvini".

En la ajustada votación -141 contra 149 a favor de retirarle la inmunidad- votaron en bloque Forza Italia, Hermanos de Italia y la propia Liga, que declararon no querer que sea la Justicia la que decida sobre "un ministro que actuó por interés público", como si un político pudiese saltarse la ley siempre que quiera bajo la bandera del "interés público".

En el lado contrario, todos los partidos de la actual coalición de Gobierno han aprobado retirar a Salvini su inmunidad. Ha asido clave el partido del exprimer ministro Matteo Renzzi: "Votamos a favor de la autorización para el juicio contra Salvini, porque no actuó por interés público; impedir el desembarco de las naves, no bloquea la inmigración, solo aumenta sus seguidores en Facebook".

Irónicamente, Salvini respondió asegurando que "los fanáticos que quieren los puertos abiertos tienen las manos manchadas de sangre. Doy las gracias a los que me envían a juicio, porque me hacen un regalo: iré con la cabeza alta". Aunque, este viernes ha asegura en el programa Aria Pulita que sufre "injusticia sin sentido". "Me he despertado igual que me fui a dormir ayer, tranquilo, un poco enfadado, obviamente, por haber sufrido una injusticia sin sentido", se lamentaba en la televisión italiana. 

Duro golpe en el momento más bajo

Este golpe al ultraderechista italiano le llega en un momento especialmente duro para su popularidad. Si en las europeas de 2019 su partido obtuvo un 34% de los votos, las encuestas apuntan a que ahora sus apoyos bajarían hasta el 23%. En consecuencia, Salvinni vuelve a recurrir a la inmigración insistentemente para intentar movilizar a su electorado. Cabe apuntar que la ley del país transalpino obliga a abandonar el parlamento a todo aquel que cuente con antecedentes penales, tal y como ya le ocurrió Silvio Berlusconi en 2013 y como podría sucederle ahora al exvicepresidente si es sentenciado. 

En una entrevista a La Reppublica, el fundador del Open Arms, Óscar Camps, ha declarado que "Enviar a Matteo Salvini a juicio significa restaurar la inviolabilidad de las convenciones internacionales que rigen el rescate en el mar, así como los principios de nuestras constituciones democráticas".