La respuesta de expansión económica de Europa es un ejemplo de cómo la pandemia ha terminado de un plumazo con ciertos elementos que parecían inamovibles. Pero no con todos. La derecha española o la italiana siguen agitando el tema de la inmigración como un caladero de votos, y ahora le suman el miedo al coronavirus como nuevo motivo para impedir que los migrantes con menos recursos alcancen nuestras costas.

Con un arco parlamentario más variado que el español, son muchos en Italia los que insisten en este tema casi a diario, como el ultranacionalista Matteo Salvini, el jefe de la Liga, Giorgia Meloni, la líder de Hermanos de Italia, y también Nello Musumeci, gobernador de Sicilia.

Precisamente, Musumeci ha iniciado su particular batalla con los migrantes. El siciliano ordenó la expulsión de aquellos que han alcanzado la isla de forma irregular aludiendo al “riesgo sanitario”, una decisión que ha terminado en los tribunales. Un juez de Palermo ya se ha encargado de anular la ordenanza. "¿Por qué no se ponen a disposición los otros puertos europeos?”, respondía Musumeci, que ha recavado apoyos en la ultraderecha de Salvini, el cual añadía que la disposición judicial “es otra vergüenza italiana".

Entre un 3% y un 5% de inmigrantes contagiados

Unas críticas a la inmigración y al Gobierno nacional de Giuseppe Conte -que llegó a amenazar a Túnez con la retirada de las ayudas a la cooperación si se negaban a aceptar repatriaciones y frenar las salidas de pateras- a las que se suman también otros gobernadores de islas del sur como el alcalde de Lampedusa, Totò Martello.

Lo cierto es que los datos del coronavirus no avalan ese supuesto "riesgo sanitario" ya que, según ha informado el presidente del Consejo Superior de Salud italiano, Franco Locatelli, los “casos importados por ciudadanos que regresaron (ese mes) de viajes y los extranjeros ya residentes en Italia representan entre el 25% y el 40%” dependiendo de la región. Mientras que, “la aportación de los inmigrantes, es decir, de esos desesperados que están huyendo, es mínima; entre el 3% y 5% son positivos y buena parte se infecta en los centros de acogida donde es difícil mantener las medidas sanitarias adecuadas”.

Igualmente, la ministra de Interior, Luciana Lamorgese, ha mantenido numerosas reuniones internacionales durante este verano para abordar este mismo asunto con socios europeos y con países emisores del norte de África para profundizar en la externalización de la gestión migratoria.

Salvini no aumenta su popularidad pese al "asedio" de inmigrantes

Aunque la migración había quedado en segundo plano por el coronavirus, los partidos conservadores han empleado recurrentemente el aumento de llegadas de migrantes a las costas del sur de Italia -un incremento bastante más pronunciado en 2020 en el país transalpino que en vecinos como Grecia o España- ante las próximas elecciones del 20 y 21 de septiembre. 

Esta próxima cita electoral incluye un referéndum constitucional, la renovación de más de un millar de ayuntamientos y del gobierno de siete regiones italianas. El descontento con la gestión del coronavirus -que, junto a España, ha dejado a Italia como uno de los países más golpeados de Europa con más de 35.000 muertos- también puede desgastar a la izquierda en estas elecciones. Salvini moviliza a sus masas amenazando con denunciar al Gobierno por “favorecer a la inmigración clandestina”: “No solo Sicilia y Calabria. También la isla de Cerdeña está asediada por los desembarcos". Así, el ultraderechista consigue liderar las encuestas, aunque sin recuperar los 10 puntos que ha perdido en los últimos meses y sin arrebatar a Conte el título de el primer ministro más popular de los últimos 20 años. 

La ultraderecha española también mezcla inmigración y covid-19

La situación en España es bastante similar a la italiana. Desde los partidos conservadores también se ha agitado el miedo al virus para reforzar el miedo a los migrantes pero, afortunadamente, la crispación no llega a los niveles italianos al ser las catalanas las únicas elecciones a la vista, en las que el independentismo es el tema clave. Sin embargo, y aunque los datos tampoco los confirman en nuestro país, desde la ultraderecha de Vox tampoco han dejado de utilizar la inmigración como caladero de votos, lo que sumado al virus ha llevado a situaciones tan indignantes como la vivida en el municipio murciano de Los Nietos.