Santiago Abascal ejecutó la orden y la derecha mediática comienza a bajar su pulgar desde sus púlpitos microfoneados o virtuales, en su defecto. Vox apostó por mantener el órdago a la grande y sacar a sus consejeros de las coaliciones autonómicas con el Partido Popular. En menos de 24 horas, los ultraderechistas ya padecen las primeras consecuencias de la decisión emanada del Comité Ejecutivo. El primero en condenar el futuro de la organización de extrema derecha ha sido uno de sus principales valedores en otros tiempos, Federico Jiménez Losantos. El locutor y presentador de Es la mañana de EsRadio ha cargado contra el partido y su líder al “traicionar la alternativa a Pedro Sánchez” por asumir el “programa tantas veces desmentido de El Yunque”. Pero al célebre presentador le han seguido otros resortes periodísticos de la órbita de la derecha como ABC y El Mundo, incidiendo en la “debilidad” de Abascal frente a la irrupción de Alvise Pérez.

A Vox parece que se la acabó la fiesta. Al menos así lo consideran los diversos opinadores de la derecha mediática, que encuadran la decisión de Vox en un contexto de debilidad de la formación por la aparición en el tablero de la agrupación de electores de quien en su día les asesoró. Así se desprende de los editoriales de dos referentes del espectro ideológico conservador como El Mundo y ABC, que incluso catalogan como una suerte de pataleta infantil el “giro abrupto” de la formación ultraderechista y su carencia de “templanza” para instaurarse en la “institucionalidad política”. No ocurre así, en cambio, con otro de los popes del conservadurismo mediático como Federico Jiménez Losantos, quien en su homilía de este viernes reprocha a la formación que en su día aupó su falta de transversalidad y la consumación de una “traición” no a sus postulados, sino a la vía “alternativa a Pedro Sánchez”.

¿Han consultado a las bases sobre si les parece bien o mal romper con el PP?”, se preguntaba el locutor desde su programa en EsRadio, donde ha cuestionado la “lógica” del movimiento de los de Santiago Abascal que incluso llega a catalogar como “publicitario” o “algo más”. “No lo han consultado”, constataba un Losantos que incidía en la falta de transversalidad orgánica de la organización ultraderechista: “El aconsejado ya decidió por el Consejo”. El locutor ironiza con que después del cónclave en el cuartel general de Bambú, hay quien “se fue gimiendo”, pero también “llorando”; mientras otros se fueron “al bar más cercano”. A su juicio, Vox no se ha suicidado, sino que “ha traicionado la alternativa a Sánchez” porque ha asumido “el programa tantas veces desmentido de El Yunque”. Aludió así a los vínculos del partido con la organización secreta paramilitar de extrema derecha, que, según Losantos, “esperan al apocalipsis para ya salvarnos definitivamente”.

“El problema del ‘cuanto peor mejor’ es que muchos tendrán que devolver la vivienda que ya empezaron a pagar. Lo lógico es que los Ayuntamientos dejen también los cargos, porque son su modus vivendi. Si hay elecciones anticipadas, según las regiones, se repetirá exactamente lo mismo que hizo Ciudadanos. Quisieron ser el PP y lo que hicieron fue pactar con el PSOE”, resumía el locutor y presentador de Es La Mañana de Federico. En este sentido, recordó que en aquel momento, los liberales pactaron cuatro mociones de censura con los socialistas en Murcia, Castilla y León, Madrid y Andalucía, aunque precisó que en la comunidad madrileña, “Ayuso lo vio venir y lo frenó”.

¿Se acabó la fiesta de Vox?

El Mundo y el diario ABC van por otros derroteros en sus editoriales. Ambos convergen en que el movimiento de Abascal lo que hace es beneficiar a Pedro Sánchez e incluso le señalan por “renunciar” a construir una alternativa a la coalición progresista. El medio que pertenece al conglomerado Unidad Editorial, habla de “radicalización” de Vox que hace peligrar la unidad de la derecha y aceptar la papeleta de “partido inútil” con esta elección. De este modo, profundizando en la raíz de esta decisión que según Vox es la acogida de 400 menores migrantes no acompañados para oxigenar a Canarias y Ceuta, ha respaldado la postura de un Partido Popular que no es sino la posición de una formación “de Estado” y sujeta a sus “valores de centralidad” en un contexto marcado por la crisis migratoria que “azota” a estos territorios.

Por su parte, en el diario del grupo Vocento, en cambio, creen que parte de una “estrategia premeditada” que ya escenificaron al “abandonar el grupo político europeo de Giorgia Meloni, quebrando la lealtad debida con su socia tradicional” para adherirse al de Viktor Orbán, “un político de valores abiertamente euroescépticos que se muestra, además, insólitamente alineado con Putin”. Un “órdago con el que han intentado chantajear al Partido Popular” al censurar el pacto migratorio “ineludible”. Por ello entienden, al igual que El Mundo, que en parte esta estrategia está vinculada a la “irrupción de la plataforma de Alvise Pérez”. “La apuesta de Vox resulta tan desesperada que, después de todo, no deja de anunciar un síntoma de debilidad”, expone el ABC en su editorial.

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