Las autoridades de Ucrania rechazan la posibilidad de reunirse con el equipo negociador ruso en la ronda de contacto este lunes en Arabia Saudí, encuentro que cuenta con la participación de Estados Unidos y Rusia. Por ello, destacan el papel de intermediario de los enviados estadounidenses en la resolución del conflicto
Así lo ha manifestado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Ucrania, Georgi Tiji, este viernes en rueda de prensa, donde ha precisado que, en su viaje a Yeda, los enviados de Kiev tan solo se reunirán con representantes estadounidenses, que sí tienen previsto conversar con los rusos en el marco de los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de paz, recoge Ukrinform.
"A día de hoy nos comunicamos con la parte estadounidense, y esta con la parte rusa. Este modelo ha demostrado su eficacia en el pasado. En 2022 Ucrania concluyó el Acuerdo de Granos del mar Negro, en el que Naciones Unidas y Turquía desempeñaron este papel", ha recalcado Tiji, que celebra que se pueda llevar a cabo "este formato de diplomacia".
Representantes ucranianos se reunirán con delegados estadounidenses el mismo día en Arabia Saudí que el encuentro presencial entre Estados Unidos y Rusia sobre el acuerdo del alto el fuego. En febrero, Moscú y Washington se reunieron para iniciar las discusiones sobre la guerra en Ucrania y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aplazó su viaje a Arabia Saudí -tenía previsto llegar el mismo día que la reunión, pero decidió viajar el día después- para evitar coincidir con ambos poderes tras su exclusión de las negociaciones. Ahora, con avances significativos en las discusiones, un alto el fuego acordado parcialmente y una reconciliación entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el presidente ucraniano, un acuerdo duradero está más cerca que nunca.
El 11 de marzo, Ucrania y Estados Unidos consiguieron llegar a un acuerdo para presentar una tregua a Rusia en la ciudad saudí de Yeda, de cuya reunión logró salir una propuesta de suspender los ataques sobre las infraestructuras energéticas rusas y ucranianas durante 30 días, el cual el presidente ruso, Vladimir Putin, ha manifestado estar dispuesto a cumplir.
Las claves del acuerdo
La cuestión territorial rige las negociaciones entre los actores del conflicto y es donde residen los puntos de fricción en los acuerdos. La región de Kursk, ocupada militarmente por Ucrania en Rusia, ha sido un elemento destacado en el comunicado del Kremlin: "¿Deberíamos dejarlos ir después de que hayan cometido crímenes contra la población civil, o los líderes ucranianos les ordenarán que se rindan?". Trump también ha hecho eco a la necesidad de hablar sobre la distribución de territorio. En 2014, Rusia anexionó ilegalmente la región de Crimea, Donetsk y Luhansk, pero en 2022 añadió Jersón y Zaporiyia -regiones que, en su conjunto, forman un corredor directo al Mar Negro-. Aunque Kiev quiera recuperar su territorio ocupado, el presidente ha dejado claro en una rueda de prensa la semana pasada que su administración “ha estado hablando con Ucrania sobre el territorio, sobre el que puede mantener”.
Sin embargo, las centrales eléctricas también han cobrado protagonismo en las negociaciones. Tras la llamada telefónica entre Trump y el Kremlin este miércoles, el presidente estadounidense señaló que hay una central eléctrica “significativa” de por medio en las discusiones de paz, refiriéndose a la central nuclear de Zaporiyia. Esta central está entre las 10 mayores del mundo, es la más grande del continente europeo y está localizada en territorio ucraniano controlado por Rusia.
Trump ha sugerido que el control estadounidense de esta, junto con las otras centrales eléctricas ucranianas, garantizará la seguridad en el país a largo plazo. “El presidente Trump me preguntó que qué me parecía esto [la adquisición de la central nuclear de Zaporiyia]. Yo le dije que no funcionaría a no ser que esté bajo control ucraniano”, respondió Zelenski a la sugerencia de la administración estadounidense. Aun así, explicó que, si Estados Unidos busca librar la central nuclear del control ruso e “invertir en ella, modernizarla, eso es una cuestión diferente”. “Estamos abierto a hablarlo, pero la cuestión de propiedad definitivamente no lo hablamos con el presidente Trump”, zanjó en una rueda de prensa este jueves.
Un alto al fuego parcial
Pese al anuncio de Putin de una orden inmediata para el cese a los ataques a infraestructura energética ucraniana, los bombardeos no han parado. Aclaró que esto sucede por un desacuerdo semántica, algo evidenciado al comparar los comunicados de Washington y de Moscú publicados tras su segunda llamada telefónica oficial sobre la guerra ucraniana desde el inicio del mandato del magnate estadounidense. Sin embargo, el Kremlin afirmó en un comunicado - hecho inusual dado que son infrecuentes- posterior a la presentación de la tregua de 30 días estadounidense que quiere que se llegue a una paz duradera en Ucrania.
Este miércoles fue un día memorable para muchos ucranianos y rusos porque se hizo uno de los mayores intercambios de rehenes desde el inicio del conflicto armado en 2022. Se intercambiaron 175 prisioneros, de acuerdo con la tregua, y familias pudieron reunirse tras meses o incluso años de captividad. “Volviendo a casa están nuestros soldados, sargentos y oficiales”, comunicó Zelenski en sus redes sociales, dándole las gracias a los mediadores, especialmente Emiratos Árabes Unidos, “por hacer este acuerdo posible”.
No obstante, el alto el fuego es parcial, lo que significa que ciudades ucranianas siguen sufriendo ataques. El presidente ucraniano exigió en un mensaje en sus redes sociales que se le presione a Rusia para parar las ofensivas: “La presión conjunta sobre Rusia, junto con sanciones más duras y apoyo defensivo más fuerte para nuestro país, abre el camino hacia el final de este tipo de terror y la prolongación rusa de la guerra”. “Esperamos presión de verdad sobre Rusia de Estados Unidos, Europa, y todos nuestros socios”, añade Zelenski.