Tras la recuperación de las negociaciones presenciales entre ambas partes en Estambul, el pacto para alcanzar el alto el fuego parece estar acercándose y, paralelamente a ello, la admisión por parte de Rusia de la entrada de Ucrania en la Unión Europea, en calidad de país neutral. Tras la crudeza que ha caracterizado este conflicto, comienza a verse un poco de luz al final del túnel y parece que la desescalada del conflicto está cada vez más próxima. 

Sin embargo, la firma del acuerdo no le saldrá gratis a Ucrania ni a la Unión Europea. Rusia ha indicado que, para aceptar la entrada del país vecino en la comunidad europea, requerirá el control de las zonas en disputa: la península de Crimea y la región del Donbás, para convertirlas en territorio administrado oficialmente por la Federación Rusa. Otra condición histórica para que Rusia tolere la entrada de Ucrania en la UE ha sido la renuncia a la entrada en la OTAN del mismo país.

La alianza noroccidental es un frente muy importante en las negociaciones: a pesar de que Ucrania ha recibido ayuda de varios países miembros de la OTAN a través de paraguas alternativos como la Unión Europea o Estados Unidos, la postura del país dirigido por Zelenski ante el Tratado del Atlántico Norte es neutral, lo cual contenta relativamente a Moscú y pone un poco más fácil llegar a futuros acuerdos.

"Aceptaremos no entrar en la OTAN"

Además, Kiev ha indicado que aceptará no ingresar en el Tratado siempre y cuando su seguridad pueda ser garantizada: “Ucrania está dispuesta a no entrar a formar parte de la Alianza Atlántica siempre y cuando se garantice la seguridad del país. Estamos dispuestos a renunciar a acceder a la OTAN si logramos establecer una mesa con ocho países extranjeros que nos garanticen nuestra seguridad. Estos países podrían ser Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Canadá, Polonia, Israel y Turquía", ha declarado Mijail Polodiak, negociador ucraniano. 

Las peticiones de ambas partes están sobre la mesa y las negociaciones parecen estar avanzando. Tanto Rusia como Ucrania conocen las intenciones del otro y ahora queda por ver si tanto Kiev como Moscú como los organismos internacionales involucrados en las negociaciones aceptan las condiciones establecidas para la paz.