Las conversaciones en la capital de Turquía, Estambul, entre Rusia y Ucrania han comenzado este martes para intentar -tras los intentos anteriormente fallidos- alcanzar un alto al fuego sobre la guerra desatada hace ya más de un mes. En el encuentro también está el multimillonario Roman Abramovich después de las informaciones sobre su envenenamiento.

La reunión ha empezado poco después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se dirigiera a las delegaciones de ambos implicados para que traten de lograr una medida que, considera, allanaría el terreno hacia un encuentro cara a cara por parte de los líderes ruso y ucraniano, Vladimir Putin y Volodimir Zelenski.

Kirilo Timoshenko, número dos de la oficina de la Presidencia ucraniana y miembro de la delegación negociadora, ha destacado antes del encuentro que Kiev insistirá en su demanda de garantías internacionales de seguridad y que su “principal tarea” no es otra que la paz en el país. Así lo ha recogido la agencia ucraniana de noticias UNIAN.

Las imágenes emitidas por los medios turcos muestran que entre los presentes figura Abramovich, quien sin embargo no está en la mesa principal, sino que se encuentra sentado junto al portavoz de Erdogan, Ibrahim Kalin, quien habría ayudado a coordinar los encuentros.

Posible envenenamiento

La aparición de Abramovich en Estambul apunta a que aún estaría implicado en los esfuerzos de mediación, después de que fuentes citadas por medios como The Guardian o The Wall Street Journal indicaran el lunes que tanto él como uno de los miembros de la delegación negociadora de Ucrania, Rustem Umerov, han tenido "síntomas de un posible envenenamiento" en las últimas semanas.

Sin embargo, el propio Umerov ha confirmado que está "bien" a través de un mensaje en Facebook. "Esta es mi respuesta a la prensa amarillista. No confiéis en ninguna información no verificada. También hay una guerra de la información en marcha", advirtió el lunes.

Por su parte, el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, ha recomendado este mismo martes a los miembros de la delegación que "no coman ni beban nada" y que "preferiblemente, eviten tocar cualquier superficie", según ha recogido la cadena de televisión británica Sky News.