Pese a la falta de evidencia de que Nicolás Maduro haya sido votado para su tercer término como presidente de Venezuela, ha sido investido este viernes como dirigente del país hasta 2031. Con sanciones declaradas por la Unión Europea a 70 funcionarios venezolanos por las irregularidades registradas en las elecciones, junto con la recompensa americana a cambio de información, Maduro llega a la presidencia entre un clima de tensión y polémica.

No existen pruebas que avalen la victoria del presidente venezolano y circulan acusaciones de que la presidenta del Tribunal Supremo de Venezuela, Caryslia Rodríguez, ha interferido en las elecciones primarias de la oposición para obstruir su participación en las elecciones presidenciales. "Las acciones de Caryslia Rodríguez han socavado la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela", ha indicado el texto legal del Diario Oficial de la UE. Sin embargo, tampoco puede demostrarse lo contrario si no se publican las actas electorales.

 

La líder de la oposición, María Corina Machado, anunció que fue detenida y “violentamente interceptada” al salir de la marcha en contra de la inauguración, pero fue puesta en libertad poco después; las autoridades venezolanas niegan la acusación. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha condenado la detención por violar su habilidad de “desempeñar sus actividades de participación política sin ser objeto de amenaza, hostigamientos o actos de violencia en el ejercicio de estas”.

Bicefalia electoral

Existen muchas dudas sobre la ética y la falta de evidencias presentadas por el gobierno venezolano respecto al resultado electoral. Los resultados oficiales le otorgan la victoria a Maduro con un 51,21% de los votos y a su rival, Edmundo González, con 44,2% de los votos. Paralelamente, los recuentos acumulados por observadores (consiguieron acceder a más del 83% del recuento de votos) manifiestan un resultado diferente: 67% de los votos fueron para González y 30% para Maduro, de acuerdo con The Guardian. El Departamento de Estado de Estados Unidos (DOP) recoge que observadores independientes han confirmado este hallazgo y condena las actuaciones del gobierno de Maduro por “intentar, de manera antidemocrática, reprimir la participación política y retener el poder”.

Se denunció que, durante las elecciones, un observador acreditado de la oposición pidió una copia de los recuentos en la mesa electoral que estaba supervisando y se lo negó; cuando insistió en ver los resultados, el soldado de la mesa electoral le encerró en un baño hasta que se vació el local, de acuerdo con The Guardian. Se registraron varios casos similares. Para combatir con estas limitaciones, se movilizó una gran cantidad de observadores que escanearon copias digitales de los recuentos a través de códigos QR para contar los votos y hallar el resultado real de las elecciones.

Protestas de todo signo

Desde que se anunció la victoria de Maduro, han irrumpido protestas de diferentes tamaños a lo largo de Venezuela en contra y a favor de la elección. Se han convocado manifestaciones internacionales apoyando a Edmund González tanto en países latinoamericanos -en Colombia, Lima y Argentina- como en ciudades españolas -en Madrid, Málaga y Barcelona-.

Este viernes, a las puertas de la toma de posesión de Maduro, se produjeron protestas masivas en Caracas y en otras ciudades venezolanas, resultando en más de 2.000 arrestos y 20 muertos. Además, el gobierno ha animado a la población de denunciar a cualquiera que consideren ser un adversario del partido gobernante, según AP.  

De acuerdo con el órgano gubernamental Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), el gobierno venezolano ha reprimido 17 de las 157 protestas que han surgido en el país. Además, en las ciudades de Maracaibo y Maracay, los agentes policiales han utilizado bombas lacrimógenas para controlar las protestas, de acuerdo con la BBC.

Quién reconoce a Maduro como presidente

El reconocimiento de la victoria de Maduro ha dividido a la comunidad internacional. Estados Unidos ha manifestado su desacuerdo con las elecciones y reconoce a González como el verdadero presidente de Venezuela. Además, ha aumentado la recompensa por la información que facilite el arresto o la condena de Maduro de 15 millones a 25 millones de dólares. Igualmente, el paquete de sanciones propuesto por la superpotencia incluye sanciones a los funcionarios vinculados con instituciones chavistas.  "Lamentablemente, Maduro ha lamentado una vez más su completa falta de respeto por las normas democráticas y ha seguido adelante con una investidura ilegítima", indican fuentes de la Administración de Joe Biden.

Las respuestas en América Latina han sido mixtas. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha apoyado la elección de Maduro y ha ofrecido su apoyo en el caso de que surja una “contrarrevolución armada”. El presidente cubano también ha felicitado al presidente venezolano, junto con la presidenta de Honduras y el de Bolivia, según CNN. Paralelamente, Sheinbaum, presidenta de México, sostiene que quiere mantener una “imparcialidad” ante las elecciones, de acuerdo con El País.

El presidente de la Republica Dominicana, Luis Abinader, se opone al presidente venezolano y ha destituido al ministro de Políticas de Integración Regional, Miguel Mejía, por manifestar su apoyo a Maduro. El gobierno chileno retiró su embajador en Venezuela y el gobierno argentino ha manifestado su apoyo explícito al candidato González, según Efe. Políticos españoles, de todo signo, han condenado la inauguración de Maduro junto con otros gobiernos internacionales.

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