El representante de Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Gilad Noam, ha afirmado este viernes que el Estado hebreo no está llevando a cabo ningún genocidio en Gaza y ha solicitado al tribunal que detenga los procedimientos iniciados por Sudáfrica, acusando a este país de convertir las acusaciones en una "parodia". Según Noam no existe ningún genocidio, “sino una trágica guerra". Así lo declaró durante su intervención en La Haya, en el marco de las vistas que examinan la nueva solicitud de Sudáfrica. La semana pasada, Sudáfrica pidió revisar las medidas cautelares contra Israel, acusando a este país de no cumplirlas y en el contexto de una nueva operación israelí en la ciudad gazatí de Rafá, que ha causado el desplazamiento de cientos de miles de palestinos.

"Los incidentes que violan las leyes de la guerra son habituales en un conflicto armado, pero Israel dispone de un robusto sistema legal para lidiar con ellos bajo cualquier circunstancia, incluida la guerra que nos ocupa. Israel sigue comprometido con sus obligaciones legales internacionales", declaró Noam, tratando de normalizar la cruenta situación que viven los palestinos. Además, criticó a Sudáfrica por presentarse por cuarta vez ante la CIJ con una visión supuestamente distorsionada de los hechos. Aseguró que Rafá es en realidad un "epicentro de actividad terrorista" y un "bastión" de las milicias del movimiento islamista palestino Hamás, enfatizando que Israel solo busca defenderse y proteger a sus ciudadanos.

Noam también acusó a Sudáfrica de "explotar" la Convención sobre Genocidio, sugiriendo que cualquier conflicto podría ser llevado ante la CIJ y criticando que se está obligando a Israel a "microgestionar" su participación en una operación que, según él, es defensiva. "El resultado absurdo de todo esto es que se niega a Israel su derecho inherente a la defensa, mientras que Hamás sigue actuando libremente y cometiendo sus horrendos crímenes", afirmó Noam.

Finalmente, Noam acusó a Sudáfrica de mantener relaciones directas con Hamás, haciendo referencia a una reunión el pasado 9 de mayo entre la ministra de Exteriores sudafricana, Naledi Pandor, y miembros de la organización palestina. Esta reunión tuvo lugar en el contexto de una conferencia sobre el apartheid, que en multitud de aspectos recuerda a la situación en Gaza.

Hamás confirmó la asistencia de una delegación a Sudáfrica, encabezada por Basem Naim, integrante del politburó de Hamás, e Imad Saber, del departamento de Relaciones Internacionales del movimiento palestino. La ministra Pandor admitió haber mantenido conversaciones con el líder político de Hamás, Ismail Haniye, aunque aseguró que el diálogo se centró en la situación humanitaria en Gaza. Noam criticó a los participantes en el encuentro, especialmente a la ministra, por "desaprovechar una oportunidad" en la que no instó a Hamás a liberar a los rehenes ni a dejar de usar escudos humanos, sino que se enfocó en su continua campaña contra Israel en los tribunales.

Este incidente subraya la creciente tensión entre Israel y Sudáfrica en el ámbito internacional. Las acusaciones de genocidio y las respuestas defensivas de Israel reflejan una compleja situación en Gaza, marcada no solo por la violencia sino también por desplazamientos masivos y acusaciones de violaciones a los derechos humanos. Mientras la CIJ evalúa las nuevas peticiones, la comunidad internacional sigue observando de cerca los desarrollos en este conflicto prolongado y multifacético.

Israel, por su parte, sigue afirmando su compromiso con el derecho internacional y su derecho a la autodefensa, mientras que acusa a Sudáfrica de malinterpretar y manipular las leyes internacionales. Este cruce de acusaciones y defensas ante la CIJ es un reflejo de la complicada dinámica diplomática y legal que rodea el conflicto entre Israel y Palestina, con implicaciones que van más allá de las fronteras regionales y que afectan la estabilidad y las relaciones internacionales en un contexto global.

Síguenos en Whatsapp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes