El Ejército de Israel ha llevado a cabo un bombardeo con dron en las últimas horas contra un "complejo" del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en el interior de una escuela de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en el campamento de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja de Gaza.

Según un comunicado publicado en su página web, el Ejército ha utilizado un aparato tripulado por control remoto de la Fuerza Aérea para llevar a cabo el ataque. El bombardeo fue planificado cuidadosamente y se utilizaron armas de precisión. El complejo atacado, según ha informado el gobierno israelí, era utilizado por terroristas de Hamás para planear actos terroristas contra miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Gaza y contra territorio israelí.

Además de este ataque, el Ejército israelí ha confirmado bombardeos contra otros 65 "objetivos terroristas" en distintos puntos de Gaza durante las últimas 24 horas. Estos objetivos incluyeron edificios militares, almacenes de armas, puntos de lanzamiento de proyectiles, puestos de observación, escuadrones terroristas y otra infraestructura militar.

En la ciudad de Rafah, situada en la frontera con Egipto, el Ejército continúa sus operaciones contra Hamás y otras facciones. Durante las últimas semanas, se han incrementado los bombardeos en Rafah, y el 6 de mayo se lanzó una ofensiva terrestre contra la ciudad. Esta ofensiva se centró inicialmente en la parte oriental de la ciudad y se extendió posteriormente a su zona centro, incluida la toma del lado palestino del paso con Egipto. Como resultado, se suspendieron las operaciones humanitarias a través del cruce fronterizo.

Es importante destacar que la ofensiva militar se desató poco después de que Israel rechazara una propuesta de alto el fuego presentada por Egipto y Qatar, a pesar de los llamamientos internacionales y de una orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que detuviera sus ataques.

Por otra parte, las autoridades de la Franja, controladas por Hamás, han denunciado la muerte de ocho policías en un bombardeo contra un vehículo en Deir al Balá, en el centro del enclave. El Ministerio del Interior gazatí ha señalado que los fallecidos "iban en un vehículo cumpliendo su labor policial a la hora de dar servicios a los ciudadanos".

A pesar de las tensiones y la escalada de la ofensiva israelí, la Policía en Gaza sigue llevando a cabo su deber de apoyar a los ciudadanos, sin importar los sacrificios. Sin embargo, la ocupación israelí ha ignorado las leyes internacionales que prohíben atacar a los policías, parte de una agencia civil que brinda servicios humanitarios a la población en la Franja de Gaza.

Hasta la fecha, la ofensiva militar lanzada por el Ejército de Israel contra la Franja de Gaza tras los ataques perpetrados el 7 de octubre ha dejado más de 36.500 palestinos muertos y cerca de 83.000 heridos. Además, cerca de 520 palestinos han muerto a manos de las fuerzas de seguridad y en ataques por parte de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.

El 30% de los menores de dos años ya sufre desnutrición aguda en Gaza

Por otra parte, la ONG Acción Contra el Hambre ha denunciado este martes que el 30 por ciento de los menores de dos años que residen en la Franja de Gaza, donde más de la mitad de la población son niños, lucha contra la desnutrición aguda, una cifra que se ha incrementado significativamente desde que se agudizó la ofensiva israelí contra la zona el pasado 7 de octubre.

Así lo ha manifestado la coordinadora de Nutrición del equipo de emergencia de la organización sobre el terreno, Cristina Izquierdo, que ha indicado durante un acto celebrado en la sede de la ONG en Madrid que "antes del estallido del conflicto en Gaza esta tasa de hambre era del 0,8 por ciento".

"La proyección es que siga empeorando debido al nivel de destrucción de las infraestructuras, que afecta a hospitales, escuelas, instalaciones eléctricas...", ha lamentado Izquierdo, que ha puntualizado que "no hay servicios básicos" para una población que está "al borde de la hambruna".

Debido al rápido deterioro de la situación humanitaria en la zona, los trabajadores de la organización se han visto abocados a tomar medidas de acción sobre la "causas directas" del hambre, tal y como ha explicado antes de manifestar que para poder declarar la hambruna deben cumplirse una serie de criterios fundamentales que ahora mismo no son fácilmente verificables dadas las características de la crisis en Gaza.

"Tiene que darse un consumo bajo de alimentos (al menos el 20 por ciento de la población tiene que tener un grave o extremo problema para obtener alimentos o medios para hacer frente a este déficit), una tasa de desnutrición aguda altísima, superior al 30 por ciento en menores de cinco años y una mortalidad excesiva", ha dicho.

En el caso de Gaza, ha matizado, "actualmente no se puede saber con certeza si se cumplen estos tres indicadores debido a la falta de acceso a la población para realizar los muestreos pertinentes y representativos que permitan estar seguros de los datos recabados". "Tenemos datos que permiten hacer proyecciones y esas proyecciones mencionan que en los próximos meses podríamos llegar a la fase de hambruna (...) No vamos a tener la certeza absoluta hasta que podamos acceder a la población", ha señalado.

Por su parte, Rafael de Prado, experto en la relación entre hambre y conflicto, ha indicado que existen tres factores fundamentales que llevan a estas crisis en todo el mundo; el conflicto, las consecuencias climáticas y el aumento de los precios de la energía y los alimentos. "Todo esto hace que el hambre y el hambre aguda crezcan de forma considerable. Hay una serie de patrones comunes que encontramos en todas las situaciones de conflicto", ha afirmado.

En el caso de Gaza, ha hecho hincapié en que se trata de una crisis de largo recorrido, lo que constituye un "factor erosivo adicional". En este sentido, ha solicitado un "alto el fuego inmediato e indefinido y un acceso sostenido y seguro" al enclave palestino. "Las organizaciones como la nuestra son el último recurso, y si esto no funciona se produce el colapso total", ha sostenido antes de resaltar la importancia del Derecho Internacional.

Tal y como ha puntualizado, lo que se vive en Gaza "no es hambruna, pero la gente ya se muere por enfermedades derivadas de la malnutrición". Por eso, ha hecho un llamamiento a "trabajar de forma preventiva, sin esperar a que se produzca la hambruna, cuya declaración depende de un proceso complejo por parte de un comité".

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