Los ciudadanos estadounidenses acudirán este martes a las urnas, en unas elecciones presidenciales que serán clave. La actual vicepresidenta Kamala Harris busca extender el mandato demócrata frente a un Donald Trump que aspira a regresar a la Casa Blanca tras cuatro años de ausencia. Las encuestas no se atreven a predecir un claro ganador, lo que añade incertidumbre a esta jornada electoral. Los votantes han tenido la oportunidad de emitir su voto por correo y de manera presencial, pero será este martes cuando se conozcan los resultados finales.

En el sistema electoral estadounidense, los ciudadanos no eligen directamente al presidente, sino a los miembros del Colegio Electoral. Este sistema peculiar otorga todos los representantes de un estado a la candidatura ganadora en ese territorio, excepto en Maine y Nebraska, donde el reparto es proporcional. Sin un organismo federal centralizado para seguir la noche electoral, los grandes medios irán proporcionando proyecciones que teñirán el mapa de azul o rojo, según el estado. Aunque Harris tiene una ventaja en el voto popular, como le ocurrió a Hillary Clinton hace ocho años, no basta con ganar más votos, sino en los estados clave.

Los 'swing states', que oscilan entre demócratas y republicanos, son cruciales en estas elecciones. Según RealClearPolitics, Trump lidera en Arizona, Nevada, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, mientras que Harris tiene ventaja en Wisconsin y Michigan. El candidato que alcance los 270 electores del Colegio Electoral será proclamado vencedor. La tradición dicta discursos de victoria y derrota, aunque Trump, hace cuatro años, no reconoció el triunfo de Joe Biden. Además de la Casa Blanca, se renovará la Cámara de Representantes, actualmente controlada por los republicanos, y un tercio del Senado.

De la renuncia de Biden a los intentos de asesinato a Trump: la campaña electoral en Estados Unidos

La campaña electoral ha sido especialmente turbulenta Inicialmente, el 'ticket' demócrata lo formaban Biden y Harris, pero los errores de Biden en el primer debate televisado contra Trump el 27 de junio y su avanzada edad le llevaron a ceder el liderazgo a Harris. Sin primarias, el Partido Demócrata organizó una conferencia nacional para impulsar a Harris y a su compañero, Tim Walz. A pesar de su impulso inicial, la popularidad de Harris se ha visto afectada por la falta de ideas claras y cambios de opinión, lo que complica su tarea de atraer a los indecisos.

En el lado contrario, Trump se presentó a las primarias republicanas sin oposición significativa. A diferencia de ocho años atrás, cuando los moderados intentaron detenerlo, en 2024 su candidatura fue asumida como inevitable. Ni el asalto al Capitolio de 2021 ni sus problemas judiciales han mermado su popularidad. En mayo, se convirtió en el primer presidente condenado en Estados Unidos por falsificar registros. Trump busca emular a Grover Cleveland, el único presidente con dos mandatos no consecutivos, y mantiene su estrategia populista, incluyendo afirmaciones controvertidas sobre inmigración.

Durante la campaña, Trump sufrió un intento de asesinato en Pensilvania el 14 de julio, donde resultó herido en una oreja. Un asistente al mitin falleció, generando una ola de solidaridad. En septiembre, otro intento de ataque ocurrió en su club de golf en Florida, aunque sin disparos. Sea cual sea el resultado, el cambio en el Despacho Oval no será inmediato. Las elecciones se celebran el primer martes después del primer lunes de noviembre, y la investidura formal del próximo presidente tendrá lugar el 20 de enero del año siguiente.

Las elecciones llegan con la inmigración, Palestina y Ucrania en el foco

Quien gane deberá enfrentar una economía en auge pero preocupante para los ciudadanos, según Pew Research Center. La inmigración también es un tema candente, con Trump hablando de "invasión". Harris ha alertado sobre los derechos de las mujeres, como el aborto, que podrían estar en peligro con Trump en el poder. Además, el futuro presidente tendrá la oportunidad de influir en el Tribunal Supremo, dominado por conservadores.

Trump se presenta como garante de la paz, afirmando que, de haber continuado en el cargo, Putin no habría invadido Ucrania. Ambos candidatos coinciden en que Israel es el principal aliado en Oriente Próximo. En Europa, tanto la UE como la OTAN observan con atención estas elecciones. Harris representa la continuidad de las políticas de Biden, mientras que Trump podría aumentar la presión política, económica o en defensa sobre sus aliados europeos. La elección definirá no solo el futuro de Estados Unidos, sino también su relación con el resto del mundo.

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