Los republicanos franceses están al borde de la escisión. El acercamiento a la Agrupación Nacional de Marine Le Pen defendido por su presidente, Éric Ciotti, ha derivado en un cruce de acusaciones directo entre varios pesos pesados de la formación que sacuden los cimientos de la estructura y dejan en el aire si finalmente se construirá este frente amplio de derechas con el que concurrir a las elecciones legislativas convocadas por Macron para el próximo 30 de junio.
El más duro en su respuesta, hasta el momento, ha sido el vicepresidente de la formación, Julien Dive: “Ahora sabemos que en junio de 1940 Éric Ciotti nunca habría cruzado el Canal de la Mancha”, ha tuiteado. “Ciotti firma los acuerdos de Múnich”, ha manifestado Gérald Darmanin, ministro de Interior. “No refleja mi visión del país”, ha apuntado Michel Barnier, exministro de Asuntos Exteriores.
Frente a ellos se posicionan los principales interesados en esta unión: tanto el propio Ciotti, que ha rehuido las críticas internas recordando su condición de presidente del partido, como los ultraderechistas de la Agrupación Nacional. Dentro de estos últimos han hablado tanto Marine Le Pen, líder del partido, como Jordan Bardella, candidato a las elecciones legislativas del próximo 30 de junio. Este último, que ya se ve como primer ministro, tal y como él mismo ha reconocido, ha aplaudido la valentía de Ciotti al "priorizar los intereses de Francia sobre los de su propio partido". "La unión hace la Francia", ha señalado en su cuenta de X, al tiempo que indicaba el margen entre ambas formaciones para entenderse en cuestiones como "luchar contra el caos migratorio, restablecer la autoridad y el orden y apoyar el poder adquisitivo de los franceses".
Sin embargo, esta ha sido la respuesta de los senadores a: “Los senadores republicanos han reafirmado por unanimidad cuál debe ser la línea clara y responsable de la derecha francesa: seguir siendo ella misma manteniendo nuestra independencia y nuestra autonomía, tanto frente al campo macronista como al campo lepenista”, han expresado en un comunicado.
Y es que en estos últimos tiempos, el centro derecha francés se ha ido alejando de Macron, pero nunca hasta ahora se había acercado al ideario de Le Pen. De esta manera, si llega a materializarse un acuerdo entre republicanos y la extrema derecha, la carrera electoral se vería más compleja. “La extrema derecha está a las puertas del poder”, en estos términos lo ha advertido este martes el primer ministro francés, Gabriel Attal, tras la reunión del Gobierno semanal.
Le Pen propone a Bardella como primer ministro
En este sentido, cabe remarcar que la dirgente de la extrema derecha francesa Marine Le Pen ha confirmado este lunes que, en caso de que su formación gane las elecciones legislativas, será Jordan Bardella, cabeza de lista para las europeas, el que ocupará el puesto de primer ministro.
"Siempre les he dicho a los franceses que trabajamos desde hace meses como una pareja ejecutiva con el objetivo de cumplir mejor las funciones que los franceses nos confiarían: yo hacia la Presidencia de la República y él como primer ministro", ha asegurado durante una entrevista con la cadena TF1.
Le Pen también ha informado de que será candidata a las legislativas y de que si Agrupación Nacional gana los comicios llevarán a cabo las medidas que han propuesto en su programa electoral, centradas en seguridad, migración y economía.
"Creo que tenemos una oportunidad histórica de permitir que el bando nacional vuelva a reconducir Francia. Para eso, debemos poder reunirnos y abrirnos a todos, de buena voluntad, los que son patriotas en desacuerdo con Emmanuel Macron para construir una mayoría estable", ha señalado.
Macron adelante las elecciones generales
Fue este domingo 9 de junio, en mitad de las elecciones al Parlamento Europeo, la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones tras la difusión de los primeros sondeos a pie de urna, que ya anticipaban una noche aciaga para su movimiento político.
La victoria de Agrupación Nacional -con 30 eurodiputados- y el adelanto electoral ha obligado a todos los partidos a mover ficha en Francia. Los partidos aliados de Macron tienen una mayoría simple actualmente en la Cámara Baja y, a tenor de los resultados de las europeas, parece difícil que puedan ampliar su margen de maniobra.
Las próximas elecciones presidenciales no están previstas hasta 2027, calendario que se mantiene por ahora. La pérdida de la mayoría en la Asamblea Nacional no implicaría necesariamente la renuncia de Macron, pero el presidente puede verse forzado a una 'cohabitación'.
En Francia, se conoce como 'cohabitación' a la convivencia forzosa entre presidente y Gobierno de distinto signo político. Ha ocurrido en tres ocasiones durante la V República, la última de ellas entre 1997 y 2002.
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