Dos semanas después -y tras el terremoto momentáneo que ha supuesto la moción de censura de Vox- ERC ha reactivado su iniciativa paralela para reformar la Ley Mordaza que había quedado en el cajón y que anunció tras tumbar el proyecto del Gobierno el pasado 14 de marzo. Tan solo un día después de rechazar la modificación de la coalición, Gabriel Rufián comunicó en los pasillos del Congreso su intención de registrar un texto para derogar la ley de Seguridad Ciudadana de Mariano Rajoy, que sigue en vigor debido a su "no" por ser "insuficiente".

Se trata de una proposición que querían presentar previa negociación con EH Bildu y Unidas Podemos -"nos gustaría", admitieron entonces- pero que, casi 15 días más tarde, todavía no se ha efectuado. Los vascos niegan tener aún una propuesta encima de la mesa y aseguran que actualmente desconocen cómo van las negociaciones. "Habría que consultarlo con ellos", señalan. Mientras, los morados reconocen acercamientos pero sin avances notables. Con todo, ambas formaciones se muestran dispuestos a tomar en consideración el proyecto de los catalanes.

La reforma de ERC, atascada

Pasó el ruido de la fallida moción de censura y las formaciones vuelven a la normalidad parlamentaria con el final de la legislatura acercándose y asomándose por el retrovisor. En este marco, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) está dispuesto a recuperar su iniciativa para reformar la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como Mordaza por los efectos lesivos en la libertad de los españoles de la legislación del Partido Popular, y se ha puesto en marcha para alcanzar un punto de acuerdo con los socios para elaborar su articulado. 

Tras meses de conversaciones, la caída de la reforma planteada por el Gobierno de coalición se materializó. Los catalanes, junto a EH Bildu, decidieron tumbar en la comisión de Interior la propuesta impulsada en primer lugar por el PNV bajo el argumento de que es una modificación "light", "descafeinada" e "insuficiente". "Tenemos la manía de cumplir con la palabra dada y dijimos que no íbamos a apoyar una reforma con dos temas: material antidisturbios y devoluciones en caliente. No se ha movido", sostuvo unas horas antes su portavoz para justificar su negativa.

Una modificación "light"

Para Rufián el texto -que tildó de "maravilloso" de forma sarcástica- mantenía estas dos líneas rojas que "tenían que desaparecer". "Ninguna cosa desaparece por el PSOE y UP, y entonces no lo apoyamos. Las preguntas no deberían ir hacia nosotros sino a quien permite esto", añadió para apuntar a las "presiones" que dijo podrían estar experimentando los partidos del Gobierno. Los vascos, por su parte, consideraron que apoyarla "sería dar carta blanca" a la policía. "No vamos a avalar una nueva ley que no corrija esto", esgrimió Mertxe Aizpurúa.

Así, ambos partidos decidieron dar un paso al margen -o hacia atrás, como afirmaron desde el PSOE- y rechazaron la propuesta. Pero solo unas horas más tarde los de ERC se enmendaron a sí mismos y anunciaron la puesta en funcionamiento de sus engranajes para alcanzar un pacto paralelo (sin contar con los socialistas) con el objetivo de reformar Mordaza, una de las principales leyes bandera de la coalición así como de los socios progresistas que hicieron posible la legislatura. Sin embargo, nada ha avanzado todavía.

EH Bildu niega avances

En EH Bildu niegan tener una propuesta encima de la mesa y emplazan a los socios a que den un paso hacia delante. "Nosotros analizaremos si presentan algo", aseguran en conversaciones con ElPlural.com fuentes cercanas al grupo parlamentario, que insisten en que "fue una idea que parte exclusivamente de ERC". Aunque muestran su disposición a tomar en cuenta la iniciativa, sí reconocen que es difícil que pueda salir adelante por parte de los catalanes. "Ni siquiera hay cupo para que se debata en pleno", afirman. 

La única opción de los de Gabriel Rufián para ello sería usar el de otro grupo parlamentario, como el de Unidas Podemos, que sí tiene cupo para llevar al pleno la Proposición de Ley en este periodo de sesiones. Desde Unidas Podemos, por su parte, ya confirmaron tras conocerse la noticia que se estaban produciendo acercamientos, que ampliaron a otros organismos. "Estamos hablando con ERC y también, especialmente, con los colectivos sociales, los principales afectados por la ley mordaza", admitieron entonces. Ahora reconocen tibios acercamientos pero sin avances significativos.

Los mismos puntos de fricción

A pesar de la negatividad, los dos partidos se muestran dispuestos a tomar en consideración las sugerencias que salgan de ERC. Cabe destacar que si finalmente dan el paso hacia delante y registran una PL, esta mantendría como pilar fundamental la última versión aprobada más la inclusión de las cuatro enmiendas que presentaron junto a los vascos para intentar modificar la propia reforma. Estas tienen que ver con los cuatro puntos de fricción: las pelotas de goma, las devoluciones en caliente, la desobediencia y las faltas de respeto a la autoridad.