Estela de Carlotto, presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo durante la entrevista concedida a Laura Safont



Treinta y seis años de lucha han culminado este martes con una noticia emocionante y estremecedora: Estela de Carlotto, la presidenta de las abuelas de la Plaza de Mayo ha encontrado a su nieto el pequeño de su hija Laura que dio a luz en el centro clandestino La Cacha, tras el secuestro a manos de los militares de la dictadura argentina. El asesinato de  Laura se produjo dos meses después. El juez Baltasar Garzón, buen amigo de la familia Carlotto, lo expresó así a ELPLURAL.COM: “La felicidad, hoy se llama Guido”.

El pequeño nació el 26 de junio de 1978 en el Hospital Militar, y su madre le llamó como a su abuelo,  Guido. Laura fue asesinada apenas un mes después, el 25 de agosto y del niño no se supo más. Hasta ahora. El joven tenía sospechas sobre su identidad y se presentó voluntariamente. Se hicieron pruebas de ADN y los resultados fueron positivos. Guido es el hijo que Laura dio a luz esposada a una camilla presa de la dictadura. Hoy tiene 36 años, está casado, vive en Olavarría y es músico.

Garzón: “Triunfó la perseverancia”
Ha sido un triunfo de la perseverancia, de la tenacidad. Estela es una mujer admirable. Estoy muy emocionado”, dijo Baltasar Garzón a este periódico.  Garzón se enteró  de inmediato de la noticia desde Argentina. Estela de Carlotto fue una de las principales invitadas del Congreso de Jurisdicción Universal que celebró este año la Fundación que preside, FIBGAR.  “La felicidad hoy se llama Guido”, dijo el juez. “Gracias a la lucha de Estela de Carlotto y de las abuelas de la Plaza de Mayo se ha recuperado un nieto más”.

Lo ratificó la jueza Servini
Fue la jueza María Servini de Cubría, la misma que instruye la querella por los crímenes del franquismo en Buenos Aires quien confirmó la información y quien se lo comunicó a Estela. La magistrada, que se ocupa del caso de la muerte de Laura Carlotto ha manifestado: “yo le di la noticia a Estela de Carlotto, y se emocionó muchísimo”, relata en el diario La Nación.

La familia en estado de shock
Por parte de la familia, el primero en hablar ha sido el hijo menor de Estela, Kibo Carlotto, que es secretario de Derechos Humanos. Dijo ser el único capaz de hablar porque los demás se encontraban en estado de shock. De su sobrino mencionó que “deberá tomar  una decisión en algunas cuestiones”.

36 años de búsqueda
Con su pañuelo blanco en la cabeza Estela de Carlotto inició su lucha hace 36 años junto a todas las madres que en la Plaza de Mayo rondaban reclamando a los hijos y nietos desaparecidos a finales de los 70. La reivindicación se centró con el paso del tiempo en localizar a los nietos que nacieron mientras sus madres estaban presas, fueron arrancados de su lado y adoptados por otras familias, en muchos casos de militares de la dictadura y que habían crecido sin saber quiénes eran realmente.

Una ruta dolorosa
Estela realizó una ruta incansable y dolorosa, un itinerario que incluía comisarías, cementerios y juzgados. Así fue como consiguió recuperar los restos de su hija Laura, estudiante de Historia y militante de la Juventud Universitaria Peronista. Supieron que Laura estaba con vida en abril de 1978, gracias a una vecina de Estela que le explicó que había estado secuestrada con su hija y que Laura estaba embarazada de seis meses.

Dio a luz esposada a la camilla
También consiguió averiguar que el 28 de junio la joven dio a luz esposada a una camilla en el Hospital Militar de Buenos Aires. Era un niño y le llamó Guido como al abuelo. A las cinco horas del parto, se lo arrebataron. Dos meses después, el 25  de agosto Estela Carlotto y su familia fueron llamadas a comisaría donde un agente le entregó el cuerpo de su hija. Le habían disparado un tiro en la cara.   Estela nunca perdió la esperanza de recuperar a su nieto, de encontrarle con vida.

La carta de la abuela de Guido
En el año 2011 la abuela de Guido escribió una carta en la que recordaba el cumpleaños del joven. “Hoy cumples 33 años. La edad de Cristo como decían, decimos’, las viejas. Con esta inspiración pienso en los Herodes que ‛te mataron’ en el momento de nacer al borrar tu nombre, tu historia, tus padres. Laura (María), tu madre, estará llorando en este día tu crucifixión y desde una estrella esperará tu resurrección a la verdadera vida, con tu real identidad, recuperando tu libertad, rompiendo las rejas que te oprimen”.

“Que no daría por darte amor…”
“Querido nieto, qué no daría para que te materialices en las mismas calles en las que te busco desde siempre. Qué no daría por darte este amor que me ahoga por tantos años de guardártelo. Espero ese día con la certeza de mis convicciones sabiendo que además de mi felicidad por el encuentro tus padres, Laura y Chiquito y tu abuelo Guido desde el cielo, nos apretarán en el abrazo que no nos separará jamás. Tu abuela, Estela."

María Garzón: “Lección de vida”
La directora de la Fundación Internacional Baltasar Garzón, Maria Garzon declaraba a ELPLURAL. COM que había llorado de emoción al conocer la noticia del reencuentro. María recordaba la brillante intervención de Estela de Carlotto en el I Congreso de Jurisdicción Universal que organizó  FIBGAR. “Es una mujer de una  tremenda humildad.  Nos decía que no se merecía tantas atenciones, que ella  sólo era una abuela que buscaba a su nieto. Nos dio una lección de vida inmensa, y te quedabas prendada escuchándola”.

“Esperanza para todos”
“Es una alegría para todos quienes la apreciamos que haya recuperado a su nieto, que haya culminado su lucha de esta manera. Pero es que además de esa perseverancia que nos ha enseñado durante tantos años, Guido significa mucho más, devuelve la esperanza a tanta gente que busca a sus hijos, a sus nietos… Les hace pensar que esta lucha tiene sentido”, añadió.

“Nuestro trabajo tiene sentido”
“Y para todos los que creemos en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación, una noticia como esta nos da ánimo. Vemos que nuestro trabajo tiene sentido”, concluyó María Garzón.

114 nietos recuperados
Con Guido son ya 114 nietos arrebatados por la dictadura militar los que las imparables abuelas de la Plaza de Mayo han conseguido recuperar. La feliz noticia ha sido twitteada por todo el mundo en cuestión de segundos. “Se llama Guido. Y es músico”