Vox busca protagonismo a tenor de los presupuestos en las comunidades autónomas de Murcia y Aragón. Cuando parecía que todo estaba hecho, la extrema derecha pasa de nuevo a un primer plano a tenor de su racismo y negacionismo climático. Hace unas semanas ya trataba de poner en jaque los derechos LGTBIQ+.

Ahora, en la autonomía murciana - y tras cerrar la puerta a cualquier acercamiento en Extremadura, Castilla y León y Baleares- los populares ven condicionada la aprobación de las cuentas públicas después de que el partido que a nivel nacional lidera Santiago Abascal haya pedido suprimir el Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí de los colegios de la Región.

El responsable de Vox en la región, José Ángel Antelo, registró el pasado lunes una moción para emplazar al Gobierno murciano a suprimir este proyecto siguiendo así la senda del propio Abascal, quien anunció que su formación no iba a avalar “el plan de islamización en España que parecen tener el PP y el PSOE”.

El acuerdo del que ahora, según la ultraderecha, depende que se aprueben o no los presupuestos en estos lugares, se remonta a un acuerdo entre el Ejecutivo español y la Embajada del Reino de Marruecos, de 1985. Sin embargo, entró en vigor en 2012, bajo color popular. La pregunta de por qué ahora Vox quiere paralizar algo que lleva más de una década funcionando, no obtiene respuesta por el momento, y es que el partido de Antelo se limita a señalar que desconocía “el grado de implicación que estaba teniendo en los centros educativos de la Región”.

El Ministerio de Educación y la comunidad autónoma detalla la aplicación del programa en sus sitios web, pero en el partido ultraderechista insisten que fue a partir del viernes cuando tuvieron conocimiento de él, coincidiendo con un encontronazo entre las partes. Vox acusó que se quería “islamizar” España, y el PP respondió que en Murcia “no se dispara a nadie”.

El representante primero de Vox en la autonomía ha insistido en que los conservadores puedes “mostrar rechazo” al programa en tanto en cuanto las transferencias en materia educativa “son de la Comunidad”. No obstante, las instrucciones de Funcionamiento de la Región de Murcia sobre este programa indican categóricamente lo contrario. En él aparece que “se trata de un programa de carácter estatal” que, dice de manera muy clara, “no transferible a las Administraciones educativas de las comunidades autónomas, pero cuya aplicación compete a las mismas”.

El PP se ha mostrado dispuesto a llegar a un acuerdo con los ultras después de que éstos segundos rompieran en julio del año pasado. Mantenemos “la voluntad de alcanzar un acuerdo del Presupuesto en defensa del interés de la región”, aseguran voces populares, que mantiene que no van a permitir “que nadie convierta en un problema algo a lo que no se le destina ni un solo euro”, dado que “no está incluido en el presupuesto regional”. “Es necesario aprobar las cuentas”, ha subrayado.

En lo que respecta al programa, se aplicará en diez centros educativos en los que la presencia de alumnado extranjero es notable. Además, estos estudiantes necesitan una atención especial.

Se enfrían las negociaciones

La migración y también el Pacto Verde son dos de los problemas principales para la extrema derecha también en Aragón. El portavoz nacional de Vox, José Antonio Fuster, rebajaba la posibilidad de acuerdo en estas dos comunidades, donde parecía más factible el entendimiento. “Está complicado”, indicaba acusando la “falta de ganas de los de Alberto Núñez Feijóo.

Para dar el visto bueno, Vox exige al PP un rechazo “contundente” de las políticas verdes y aquellas que, a su parecer, favorecen la inmigración ilegal. Con estas bases, Vox mira a la Comunidad Valenciana y el anuncio realizado la semana pasada por Carlos Mazón. El president “ha marcado el camino” a su formación, a juicio de Vox, quien pide un discurso directo y no “declaraciones titubeantes”.

En cuanto a la cuestión migratoria, más allá del caso concreto de Murcia, en Bambú verían una línea roja el reparto de menores no acompañados. “El 90% no eran ‘menas’, sino mayores de edad, cuando no lo sean se devuelven y se puede hacer en el resto”, esgrime Vox con un mensaje férreo de “oposición” a las políticas de migración.

Por su parte, el presidente autonómico, Jorge Azcón, mantiene la esperanza. El pasado lunes líder regional decía que su formación iba “a intentarlo”. “Lo fundamental es que Vox sepa que hay que solucionarle los problemas a los ciudadanos”, refrendaba.

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