El PSOE suma varias semanas de hiperactividad después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil situara a Santos Cerdán en el epicentro de la trama Koldo. El ex número tres de los socialistas, a quien el juez ha enviado a prisión preventiva este mismo lunes, presentó su dimisión forzada y renunció a su acta de diputado, dejando vacante la titularidad de la secretaría de Organización. Este departamento que está en manos de cuatro perfiles de autoridad hasta la celebración del Comité Federal, que cerrará filas en torno a un Pedro Sánchez que implementará cambios estatutarios para evitar una réplica del caso Cerdán, así como la denominación de su sucesora. Todo ello, además, en medio del aquelarre del “club de los resentidos”, que presiona mano a mano con la derecha para forzar el adelanto electoral.

El PSOE acumula varios frentes abiertos mientras se aproxima el ecuador de la legislatura. El caso Cerdán ha zarandeado la relativa tranquilidad que se respiraba en el cuartel general y en Moncloa, atenazados por la endiablada aritmética parlamentaria, pero con cabeza fría para sortear cada votación en el Congreso como buenamente se podía. Era necesario ganar tiempo, con pequeñas cesiones que evolucionaban a triunfos en el largo plazo. Pero el informe de la UCO lo cambió todo y aumentó los decibelios en los aledaños de Ferraz. La rápida reacción de la dirección del partido concedió cierto aire, pero las presiones externas se redoblaron. Especialmente desde el entorno del bloque de la investidura, con Podemos asumiendo postulados de la oposición, el independentismo revisando al alza sus demandas al Gobierno, PP y Vox llenando el tablero político de más fango para dar cabida al “club de los resentidos”.

Ferraz ha recogido el guante de Felipe González y el resto de ex altos cargos socialistas que se suman al empuje de la derecha y la ultraderecha. Alto y claro, cada vez más voces autorizadas del PSOE se atreven a romper el cristal que protegía al expresidente del Gobierno. Incluso en público, perfiles como el de Patxi López se mojan a luz y taquígrafos para calificar el comportamiento del ex secretario general y sus adláteres como un ejercicio de “deslealtad”; lo que les lleva a pedirles que “dejen de votar” a su partido porque continuará con o sin ellos.

La sucesión de Santos Cerdán

Ferraz parcheó la salida en tromba del “club de los resentidos”, vinculándolos a los intereses de la derecha y la ultraderecha en un intento por neutralizar un discurso que asumen como intoxicado por sus tesis. Pero los decibelios no hacen sino acrecentar el resto de cuestiones acechan a un PSOE que el próximo 5 de julio cerrará filas en torno a su secretario general, Pedro Sánchez, en un Comité Federal que pondrá fin al periodo de los cuatro camarlengos designados para el periodo de sede vacante en la secretaría de Organización (Cristina Narbona, Borja Cabezón, Ana María Fuentes y Montse Mínguez).

Esta última, precisamente, suena en prácticamente todas las quinielas mediáticas. La dirigente del PSC, mano derecha de Patxi López en el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, es la favorita para labrar una nueva etapa al frente de un departamento orgánico manchado por la sombra corrupta no sólo de Cerdán, sino también de José Luis Ábalos. Pero la catalana no es la única apuesta en fueros socialistas, pues la terna la completan otros perfiles al alza como la delegada del Gobierno en Valencia, Pilar Bernabé, y su homóloga en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón.

No hay nada cien por cien seguro y menos en un caso como este. En Ferraz apelan a la prudencia, como casi siempre, aunque dan ligeras pistas de por dónde irían los tiros el sábado. De hecho, explican que a Sánchez le gustan poco estas quinielas y aseguran fuentes consultadas por este periódico que “cuanto más suenes, menos posibilidades tienes”. Lo cual invita a pensar que ese puesto recaerá sobre algún perfil que vuela fuera del radar mediático. Lo que sí parece claro es que la elección final será una mujer, aunque el chauchau también señala al secretario de Estado de Política Territorial, Arcadi España.

Compromiso contra la corrupción y el machismo

También están prácticamente garantizados algunos retoques en materia estatutaria, especialmente para estrechar el cerco a posibles elementos corruptos, pero también a quienes asuman comportamientos machistas como los que refleja el informe de la UCO. En este sentido, se habla del desarrollo de un Código ético que persiga a conciencia tales actitudes.

La presión interna ha sido absoluta en todos los ámbitos abiertos, pero concretamente en este sentido. Cuadros socialistas han urgido a un blindaje de los controles anticorrupción, así como la imposición de sanciones claras orientadas a castigar comportamientos o comentarios denigrantes para la mujer, como de los que han presumido Koldo García Izaguirre y José Luis Ábalos en los audios que comprende el informe de la UCO.

No obstante, por el momento no hay informaciones más concretas. Tan sólo sobrevuelan las intenciones anunciadas por el secretario general en sus comparecencias desde el cuartel general. La intención es clara, pero la equis se despejará en el Comité Federal del sábado, junto con la incógnita de ‘la nueva’ secretaria de Organización.

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