Ni el acoso a un ministro ni el odio de un presidente de una Cámara autonómica han servido al Partido Popular para mostrar su postura en contra de estas actitudes radicales y extremistas. Lejos de condenar las actitudes y comportamientos de Vito Quiles, jefe de prensa de Alvise Pérez, y de Gabriel Le Senne, presidente del Parlamento de baleares, desde el Partido Popular los han defendido. Si esto no fuera poco, este viernes el PP condecorará a Javier Milei, presidente de Argentina y será Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, la que hará los honores.

Ayuso recibirá en la Puerta del Sol al presidente argentino y le entregará la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid. En este viaje a España, Milei no se reunirá ni con Pedro Sánchez ni con miembros de su Gobierno y solo se contempla en su agenda la reunión con la presidenta madrileña en la Real Casa de Correos y la recepción de otro premio entregado por la asociación Juan de Mariana, vinculada ideológicamente la extrema derecha y con la corriente ultraliberal.

En otro orden de cosas, y en el marco de la deriva del PP, el pasado domingo, Vito Quiles acusó a Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, de usar su coche oficial para asistir al concierto de Taylor Swift en el Santiago Bernabéu, de aparcar mal y, además, difundió la matricula del vehículo. Ante tal comentario, Puente llamó “saco de mierda” al comunicador jefe de prensa del ultraderechista Alvise Pérez y le explicó que ese no era su coche, “ni oficial ni particular”, y le informó de que estaba difundiendo “la matricula de un coche policial”.

Ante el bulo difundido por Quiles, desde el PP no dudaron en posicionarse en su favor y exigir la dimisión de Puente. El primero en hacerlo fue Miguel Tellado, portavoz de la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo. Lo hizo asumiendo que el comportamiento de Puente era una “degeneración”, asegurando que el ministro “ha amenazado y llamado a un periodista saco de mierda” y pidiendo a Sánchez su “cese fulminantemente”.

Los vicesecretarios Juan Bravo, Noelia Núñez y Ester Muñoz o el portavoz Borja Sémper también censuraron estas palabras del ministro, y en la sesión del control al Gobierno en el Senado de este martes, la senadora María José Pardo no dudó en salir en defensa del agitador ultra. “Y tienen ustedes, y dicen que es democracia, a un ministro que lo que hace es llamar, y escúchenlo y para ustedes eso es democracia, ‘saco de mierda’ a un periodista”, aseguró, arremetiendo así contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mientras remarcaba que “eso es el fango, fango del de verdad”.

También el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha arremetido contra el presidente del Gobierno en la sesión de control en el Congreso de los Diputados este miércoles. Mencionando el cruce de Puente con Quiles y el que tuvo con Javier Milei, Feijóo ha acusado a Sánchez de no poder llevar a cabo una regeneración democrática. “No hay regeneración democrática posible”, ha dicho, añadiendo que “un plan de regeneración democrática del señor Sánchez es como un manual de las buenas maneras del ministro Puente”.

Defensa del odio en el Parlamento balear

Este martes, los socios mayoritarios -y ultraderechistas- del Partido Popular volvieron a protagonizar un episodio de odio. Fue en el Parlamento de Baleares donde su presidente, Gabriel Le Senne, de Vox, hizo gala de su odio y rompió una foto de una víctima del franquismo en plena sesión en la que se terminaría aprobando la derogación de la Ley de Memoria Democrática en la comunidad.

Le Senne rompió la imagen que portaron las diputadas socialistas Mercedes Garrido y Pilar Costa de Aurora Picornell y las Roges del Molinar. Las socialistas llevaron estas imágenes al pleno en repulsa de la proposición de ley que había presentado Vox para derogar la memoria democrática y el presidente de la Cámara las expulsó después de que éstas se negaran a retirarlas.

“Me hubiera gustado comportarme de otra manera, pero no me han dejado alternativa”, justificó Le Senne, reprochando a las socialistas si ya tenían “el espectáculo que venían a buscar”.

Ante tal execrable comportamiento del presidente de la Cámara balear, el Gobierno central y la oposición en las Islas Baleares han exigido su dimisión, y también se ha convocado para este jueves una concentración frente al Parlamento con el mismo motivo. No obstante, desde el PP nacional guardan silencio y desde el PP balear han defendido al ultraderechista.

El portavoz del PP en la comunidad, Sebastià Sagreras, ha hablado de “perder las formas y la razón” o de decisiones “tan desafortunadas” en relación a haber arrancado y destrozado la foto de Aurora Picornell. “No supo estar y la respuesta fue totalmente deplorable”, ha asegurado, añadiendo que la vicepresidenta de la Mesa, Mercedes Garrido, provocó con sus “gesticulaciones e interpretaciones” a Le Senne durante los momentos previos al suceso al no guardar “la neutralidad que se presume” a los dirigentes del Parlament.

Lejos ha quedado el PP liderado por Marga Prohens de exigir la dimisión del ultraderechista que preside la Cámara autonómica. Algo que sí han exigido en bloque la oposición, que denuncia que Le Senne no puede continuar “ni un minuto más” al frente de la institución porque ha perdido “la autoridad moral” para seguir en el cargo.

Como el ultraderechista ha terminado disculpándose, asegurando que perdió los estribos y que no rompió “nada a propósito”, sino que su intención era “retirar ese cartel” y así lo ordenó, desde el PP ha aceptado estas disculpas y le permiten permanecer en la presidencia de la Cámara.

Le Senne, un negacionista de todo

No es la primera vez que Gabriel Le Senne está en el foco de la polémica. El presidente del Parlamento de las Islas Baleares gracias al Partido Popular ha sido conocido por sus posiciones firmes y a menudo controvertidas, defendiendo políticas ultraconservadoras y negacionistas. Le Senne es un negacionista de todo en toda regla.

También es activo y polémico en redes sociales, donde no duda en expresar sus controvertidas opiniones. Como figura pública, ha manifestado abiertamente su oposición al aborto y a la eutanasia, alineándose con las posturas más conservadoras de su partido, Vox. Esta postura se extiende a su rechazo del concepto de violencia machista, argumentando que la violencia no tiene género y criticando las políticas de igualdad de género que, según él, discriminan a los hombres.

En el ámbito de la salud pública, Le Senne ha sido un negacionista del covid y de las vacunas, poniendo en duda la eficacia y seguridad de las mismas. Su escepticismo se ha extendido al colectivo LGTBI, hacia el cual ha mantenido una postura muy crítica, rechazando las reivindicaciones de este colectivo por considerarlas una imposición ideológica. Además, ha negado el cambio climático y sus efectos, a pesar de no contar con formación científica que respalde sus afirmaciones, lo que ha generado críticas por parte de expertos y activistas ambientales.

En enero de este mismo año, además, Le Senne fue expulsado del Grupo Parlamentario de Vox junto a la presidenta del partido en Baleares, Patricia de las Heras, por los cinco diputados restantes del grupo. Esta situación generó una crisis interna en Vox Baleares y puso en duda su continuidad como presidente del Parlamento, no obstante, ahí sigue y lo seguirá estando con el beneplácito del PP, que tampoco se digna a juzgar este último incidente con la memoria democrática.

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