El ministro de Transportes, Óscar Puente, se ha pronunciado en un tono más duro que nunca (algo que resulta complicado) contra el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por la negativa de este segundo a condenar los ataques del presidente argentino, Javier Milei, contra Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez.

A golpe de tuit, Puente ha reaccionado a la manera de responder del responsable ‘popular’ y de Santiago Abascal en un comentario en el que también ha incluido a otros políticos que forman parte de la denominada ala dura del PP, como José María Aznar o Isabel Díaz Ayuso, dos de las personas que más han apoyado al dirigente del país albiceleste.

Después de que el PP omitiera condenar las fuertes acusaciones de Milei contra el responsable del Ejecutivo español y Begoña Gómez, poniendo así el foco sobre el “silencio” de Sánchez y señalando que este “genera dudas en España y en el extranjero”, Puente no se ha quedado callado y ha hecho una radiografía en pocos caracteres de la actitud de Feijóo.

En estas, el ministro de Transportes ha emitido que el hecho de que “Milei haga de Milei y Abascal haga de Abascal no debería sorprender a nadie”. “El problema es de qué hace Feijóo (…) Feijóo no es ni chicha, ni es limoná. Es un acomplejado al que la ultraderecha de dentro del PP (Aznar y Ayuso) y de fuera del PP le tienen comida la moral”.

Falsos patriotas

Puente no se ha quedado ahí, sino que ha seguido lamentando la postura de la derecha y la ultraderecha, explicando lo que es ser patriota de verdad. En su definición, también en la red social X, antiguo Twitter, ha preguntado "dónde están los patriotas cuando hay que defender a la patria". Y él mismo ha respondido con la siguiente frase, lapidaria: "Están donde tienen que estar, donde están siempre, con su patria, que no es España, es su cartera, sus prejuicios y su visión reduccionista del mundo".

El PP se lava las manos con la polémica Milei

El respaldo de una parte del PP a Milei ya es un habitual. Pero en un escenario tan polarizado parece que el responsable de Génova 13 no sepa bien qué hacer. Siempre se ha pronunciado con medias tintas, mientras que algunos de los rostros mencionados lo han hecho abiertamente en favor del líder del país latinoamericano.

El primer político del principal partido de la oposición a veces sí, otras no, respalda a las claras a Milei, pero siempre obra en contra de Sánchez, también cuando al otro lado se encuentra el presidenta argentino. Lo que está claro es que esta postura le acerca más a la extrema derecha que a una derecha de Estado. Y es la que volvió a tener el pasado fin de semana después de que el dirigente de La Libertad Avanza faltara el respeto al presidente del Gobierno.

Después de que Milei, plato fuerte del acto que Vox celebró el pasado domingo en Vistalegre, tachara de “corrupta” a Begoña Gómez, fuentes populares declararon que no participan “de la estrategia del PSOE” que creen que pretenden que Milei “movilice al electorado el que ya no convence el Gobierno”.

Mientras tanto, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, respondería con una declaración institucional a la crisis que Milei abría entre España y Argentina pidiendo al político del territorio albiceleste que pidiera disculpas y retirara sus “gravísimas” palabras “sin precedentes”. El ministro anunciaba que llamaría a consultas a la embajada española en Buenos Aires, lamentando que Milei había llevado las relaciones entre países al momento “más grave en nuestra historia reciente”.

Las palabras de Milei

Milei participó en un acto de los de Santiago Abascal en el que también hablaron líderes de las distintas familias de la ultraderecha mundial. Las declaraciones por parte del presidente argentino que han levantado polvareda han sido las siguientes: "No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aun cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se torne cinco días para pensarlo".

Tras estas inaceptables palabras, el Ejecutivo llamaba a consultas a su embajada en Argentina al considerarlas un "insulto" a nuestro país y a las instituciones.