La sesión de control al Gobierno que se ha celebrado en el Congreso de los Diputados tenía como clara protagonista a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero. Después de que la semana pasada tuviese que ausentarse por motivos de salud, recién detonada la polémica por la no elevación del mínimo exento del IPRF conforme a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), este miércoles le esperaba a la ministra de Hacienda un duró trámite en la Cámara Baja, donde la esperaba deseosa la oposición.
Una vez superado el cara a cara entre el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el mandatario del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha llegado el turno de Montero, a la que le esperaban hasta cuatro preguntas de diputados de la oposición, a parte de tres más a cargo de Vox, Junts per Catalunya y Podemos. La mañana se preveía larga para la titular de Hacienda que, con el presidente ya en otros quehaceres y su contendiente de esta última semana, Yolanda Díaz, al lado; ha salido airosa del intercambio de reproches.
La primera en atacar ha sido la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, que ha reprochado a la vicepresidenta la “perdida de poder adquisitivo de los salarios” y la decisión sobre el mínimo exento del IRPF. “¿Piensa hacer algo para que los españoles dejen de perder poder adquisitivo?”, ha preguntado la conservadora. Montero ha salido al quite y ha negado la mayor, asegurando que la no subida del mínimo exento “no supone que Hacienda vaya a recaudar más”, argumentado que esos salarios no tributaban, sino que “no recaude menos”.
“Hemos subido el SMI 400 euros al mes y se trata de seguir subiéndolo”, ha proseguido Montero, mientras que “ustedes lo subieron 100 euros al mes”. Asimismo, ha señalado que 80% de los perceptores del SMI no van a tributar por los 50 euros de subida mensual, algo que sí hacían en ejercicios anteriores, y el 20% que sí soportará el gravamen (medio millón de personas) “tributará 1.000 menos que con el PP”. “Este salario en la época de Gobierno de Mariano Rajoy tributaba 839 euros y ahora el 80% va a tributar cero y el 20% 1.000 euros menos”, ha zanjado.
Una intervención machista, paternalista y con desprecio
Asimismo, ha garantizado que el Ejecutivo de coalición “ha bajado impuestos por 30.000 millones y el PP los subió por 74.000 millones”. A continuación, ha llegado el intercambio más hostil, protagonizado por el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Elías Bendodo. El malagueño ha optado por una intervención en la que no se ha realizado ninguna pregunta, pese a que este es el cometido de la sesión, y ha proferido una serie de afirmaciones condescendientes destinadas a Montero y a Díaz.
En este punto, el debate en torno a la fiscalidad se ha esfumado y la vicepresidenta ha acusado a Bendodo de realizar una intervención plagada de “machismo, un paternalismo y desprecio", lo que ha generado escándalo en la bancada popular. “¿Hubiera usted utilizado la misma forma, maneras y palabras si hubiesen sido dos hombres los que estuviesen sentados en esos escaños?”, ha preguntado de forma retórica Montero, antes de dar ella misma la respuesta: “no, solo usa ese tono cuando se trata de dirigirse a las mujeres de este Gobierno”.
Acto seguido ha llegado el turno el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, que ha preguntado a la ministra "¿qué le parecer que de la subida del SMI de 50 euros el Estado se quede 25 euros?", pese a que la pregunta registrada era si "el escudo social era esto". “Usted debería saber que el 80% no van a tributar y que esas personas si tributaban antes con el PP, 1.000 euros más”, ha reprochado al encargado económico de la oposición.
Después, y pese a que Bravo no lo ha mencionado, ha dado respuesta a la pregunta registrada en el orden del día, referida al escudo social. “El porcentaje de población en riesgo de pobreza ha caído al 19,7%, mínimo de la serie histórica; la desigualdad de ingresos está al nivel más bajo desde que el INE elabora la encuesta de Condiciones de Vida; existe un 25% menos de hogares con todos sus miembros en paro; la renta por hogar se ha incrementado un 5,9% y la renta real, descontando inflación, un 9% (tres veces más las retas menores que las altas)", ha añadido.
Voto en contra tras voto en contra
Montero también ha reprochado a Bravo que el PP "no quiera que se escuche" que actualmente se registra "el mayor número de personas trabajando en nuestro país, con el riesgo de pobreza más bajo de la serie histórica". "No hemos subidos los impuestos a la clase media y trabajadora, es mentira. Estos salarios de los que estamos hablando tributaban durante los gobiernos del PP y en 2023, 1.000 euros más en algunos casos", ha respondido a los argumentos de Bravo, que también ha cargado contra las políticas del escudo social.
"El escudo social se traduce en el IMV; la subida a los pensionistas, con su voto en contra; en transporte público y gratuito, con su voto en contra; en prohibición de corte de suministros a vulnerables, con su voto en contra", ha defendido el escudo social y ha señalado las negativas del PP. "Igual que su voto en contra en el impuesto a las energéticas, a la banca o eliminado el impuesto a las grandes fortunas", ha zanjado.
La cuarta en discordia del PP ha sido Ester Muñoz, vicesecretaria nacional de Sanidad y Educación. El careo, pese a que priori estaba planteado en términos de aplazamiento de deudas del Ministerio, ha derivado rápidamente en los casos de corrupción que envuelven al “delincuente confeso” Víctor de Aldama. Después del póker de intervenciones del PP ha llegado el turno de José María Figaredo, diputado de Vox, al que han seguido Josep María Cruset, de Junts. Ione Belarra, secretaria general de Podemos, ha cerrado la larga batalla de Montero.