Vox ha dado este lunes el pistoletazo de salida a la cuenta atrás para que la moción de censura que han registrado contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y que encabezará el economista Ramón Tamames, se debata en el Congreso de los Diputados. Ésta, que es la segunda moción de censura que presenta el partido de Santiago Abascal para acabar con la presidencia de Sánchez, está fijada en el calendario para la próxima semana, concretamente será el 21 de marzo cuando se celebre el debate y el 22 la votación en la Cámara Baja.

Con este telón de fondo, cabe retrotraerse a los principios de la democracia que, con la que se celebrará la semana que viene, serán seis las mociones de censura que se han celebrado desde 1978. No obstante, resulta más que notorio que cuatro de ellas se hayan celebrado en menos de una década, concretamente, en siete años.

Grosso modo, los únicos presidentes del Ejecutivo central que no han pasado por este intento de censura por parte de la oposición fueron Leopoldo Calvo Sotelo, José María Aznar y José Luis Rodríguez. Por ende, Adolfo Suárez, Felipe González, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez sí se han sometido a este proceso, el último de ellos, con la que está a punto de celebrarse, por partida doble.

Y es que este principio se rige en el artículo 113 de la Constitución Española, en el que se da poder al Congreso para exigir responsabilidades políticas al Gobierno de cada momento mediante este método. Es más, en el artículo 177 de la Cámara Baja, se establece cómo se debe desarrollar dicha tarea en la sesión plenaria, siendo el primer paso oficializado el que se ha producido este lunes: la presidenta, Meritxell Batet, ha señalado en el calendario la fecha de celebración del pleno; el resto, se hilará a partir del debate y, posteriormente, la votación.

Cronología de las mociones de censura más recientes

En tan solo un decenio, el panorama político de España se ha visto condicionado por los intentos de mociones de censura que, a salvo de con el que Sánchez se alzó con los votos favorables de la Cámara Baja para desbancar al Gobierno de Rajoy, han fracasado.

Es necesario remontarse al verano de 2017, el 14 de julio, cuando Unidas Podemos tomó la iniciativa para tratar de echar al Gobierno ‘popular’ de Moncloa justo después de 30 años y dos presidentes que evitaron este escenario. La moción estuvo liderada por Pablo Iglesias, quien sostuvo durante su discurso que la acción gubernamental de Rajoy llevó a una “parasitación” de las instituciones del Estado, a la cual había que ponerle fin, teniendo en cuenta que la sombra de la corrupción estuvo presente durante su mandato. “España está inmersa en una situación de excepcionalidad y emergencia democrática”, defendió.

Debido a la abstención del PSOE, la moción de los ‘morados’ no salió adelante: obtuvo 82 votos a favor (entre los que se encontraban formaciones como Compromís, ERC y EH Bildu), frente a los 170 en contra, con 97 abstenciones.

Prácticamente un año después, el PSOE de Sánchez dio un paso hacia adelante para seguir los mismos pasos que Iglesias registrando la moción en mayo de 2018, cuando reclamó el apoyo de Unidas Podeos y otras formaciones para conseguir el objetivo en común. Ésta dio sus frutos por haber recogido en el texto la sentencia de la Audiencia Nacional sobre la trama Gürtel.

“Si bien la responsabilidad penal se dirime ante los tribunales, de los cuales emana esta sentencia, de los hechos probados en la misma se deriva, a juicio de los firmantes de la presente moción, la responsabilidad política de quien hoy es presidente del Gobierno”, argumentaron los socialistas, señalando la escasez de responsabilidades que adoptó Rajoy sobre la causa.

La moción de censura de Sánchez es, a día de hoy, la única que consiguió luz verde en el Congreso -180 ‘síes’ frente a 169 ‘noes’- y, con ella, se desbancó al Gobierno de marca ‘popular’ para dar paso a la coalición progresista.

Algo más de dos años después, en octubre de 2020, y después de haber superado los peores momentos de la pandemia de coronavirus, fue Vox el partido que encabezó una moción de censura al Gobierno de Sánchez, tildándolo de “legal pero ilegítimo” por haberse constituido, a su juicio, con un “fraude al electorado español”, y que desde el primer momento en el que se planteó estaba abocada al fracaso, tal como lo está esta última que se debatirá los próximos 21 y 22 de marzo.

Asimismo, Santiago Abascal, que lideró esta moción, pero no lo hará en la segunda que presenta su partido, cargó contra la gestión que hizo el Ejecutivo sobre la pandemia, defendiendo que no tenía “un proyecto de país”, sino “un proyecto de poder”. No obstante, este movimiento culminó con el menor de los apoyos de la historia de la democracia, ya que solo recibió los apoyos de sus diputados, es decir, 52 votos a favor y 289 en contra.

Ahora solo queda esperar con qué resultado quedará la moción que liderará en pocos días el economista Ramón Tamames en nombre de Vox y que con toda probabilidad llevará el mismo fin que la anterior.

Dinámica de la sesión plenaria

El actual presidente del Gobierno ha sido el blanco de las dos iniciativas que ha capitaneado Vox en este sentido, con la única intención de derrocar a la coalición de PSOE y Podemos.

Los próximos 21 y 22 de marzo, la dinámica será sencilla: Abascal actuará como ‘telonero’ para introducir las razones por las que se debe poner fin al mandato de Sánchez antes de que se celebren las elecciones generales; a continuación, será Tamames quien defienda su candidatura en la tribuna, pudiendo exponer su ideario ante la Cámara Baja pese a que la intención última de Abascal sea la convocatoria inmediata en las urnas.

El exdirigente del Partido Comunista Español (PCE) ya ha dejado claro que no seguirá la línea de discurso de Vox y, en reiteradas entrevistas durante las últimas semanas, ha ido marcando sus diferencias con la formación de ultraderecha. “Es una oportunidad que se presenta una vez en la vida”, defendió. Y es que, tal y como apunta el periódico El País, Tamames no pronostica horizonte alguno en el que pueda erigirse como jefe del Ejecutivo central, solo dará voz a las propuestas que tiene en mente para la población.

Ambiente político a las puertas de la moción

Desde que el anuncio de Vox se ha materializado en la realidad, justo cuando se registró en el Congreso, las reacciones políticas no han dejado de sucederse, siendo las principales las esgrimidas por PSOE y Podemos -la coalición de Gobierno- y la del Partido Popular, en nombre de la oposición principal a Sánchez.

Y es que los segundos marcarán, previsiblemente, una senda discordante con la que fijaron en la era de Pablo Casado, cuando votaron que no. Y es que los ‘populares’ de Alberto Núñez Feijóo se abstendrán. “No vamos a darle una alegría cuando hasta sus socios le dan disgustos. Y no vamos a ofrecerle una victoria parlamentaria porque estamos trabajando en derrotarle en las urnas”, ha esgrimido en el Comité Ejecutivo del PP.

A la contra, y en palabras de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, este lunes, el PSOE se toma “muy en serio” la celebración de la moción de censura, condenando a la par la abstención del PP, la cual han traducido como una disposición a gobernar junto a Vox “sin rubor”. En la misma dirección, desde Unidas Podemos, lo perciben como una “batalla” entre la propia derecha, urgiendo así a que el Gobierno debe centrarse en aprobar más leyes que en este escenario.