Hubo un tiempo en el que Pablo Casado cambió su postura y dio un paso al frente para criticar duramente a Santiago Abascal. El presidente popular esperó hasta la moción de censura que presentó Vox en octubre de 2020, para cargar contra el partido ultraderechista. Unos reproches que se han transformado en los últimos 16 de meses y, después de la moción de censura en la Región de Murcia, ha intentado formar Gobierno con el apoyo de la extrema derecha.

La intervención de Casado en la tribuna del Congreso de los Diputados parecía un punto de inflexión, un golpe en la mesa o como él aseguró, un "hasta aquí hemos llegado". El dirigente del PP atacó duramente a Abascal y no dudó en reprochar que pusiera en marcha una moción de censura que ofreciera "un pasillo de aplausos estilo Sánchez".

"Usted, señor Abascal, solo ofrece a España fracturas, derrotas y enfados. Pero lo que es aún peor: usted ofrece a la izquierda una garantía de victoria perpetua", señaló el presidente popular en la Cámara Baja, durante su retahíla de discrepancias con Vox.

Casado intentaba poner tierra de por medio y reclamaba que su partido votaría no a la moción contra Pedro Sánchez porque significaba un "no a la ruptura que usted busca": "No a la polarización que usted necesita, como Sánchez; no a esa España a garrotazos en blanco y negro, de trincheras, ira y miedo; no a ese engendro antiespañol que también patrocinan ustedes, esa antipolítica cainita, de izquierda o de derecha destinada a hacer que los españoles se odien y se teman”.

“Aquí se vota si usted está capacitado para ser presidente de la cuarta economía del euro y si su partido tiene la experiencia y la solvencia para liderar la nación más vieja de Europa. La respuesta ya era evidente y ha quedado aún más clara: No”, defendió el dirigente popular.

Los pactos de Casado con Vox

Pero todo parece haberse convertido en un espejismo en Génova y tras los duros reproches del líder del PP contra Abascal, Casado sufrió un golpe que le hizo cambiar, los malos resultados en las elecciones de Cataluña del 14 de febrero de 2021.

Tras ello, Casado ha logrado ganar las tres elecciones que se han celebrado y, salvo en Galicia, con la mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijóo, Pablo Casado ha convertido a Vox en el socio prioritario del PP. Ha pasado de considerar que Vox patrocinan un "engendro antiespañol" y una "España a garrotazos en blanco y negro", a pactar con ellos en la Comunidad de Madrid o en Castilla y León.

Hasta ahora Vox había facilitado los gobiernos del PP sin entrar en ellos, pero, tras los comicios regionales de este domingo, la cosa ha cambiado y el presidente popular deberá hacer frente a las pretensiones de Vox si quiere evitar una repetición electoral en la comunidad autónoma.