Diputada y portavoz de Sanidad de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, Marta Carmona cuenta con una carrera en psiquiatría con perspectiva comunitaria y salubrista, además de un máster en estudios feministas. Y con la reciente presentación de la Ciudad de la Salud que ha protagonizado Isabel Díaz Ayuso y las informaciones y visitas a los juzgados del novio de la presidenta madrileña como telón de fondo de la actualidad regional, Carmona responde a las preguntas de ElPlural.com.
No solo el temor a que la Ciudad de la Salud que ha impulsado Ayuso en Madrid se convierta en un nuevo pelotazo o las informaciones que apuntan a la corrupción de su novio, sino que Carmona responde también a preguntas en lo relativo a las residencias de ancianos, la salud mental y cómo los problemas del día a día afectan en esta cuestión, las distinciones a ultras como Javier Milei o cómo el auge de la extrema derecha puede repercutir en temas de calado como la violencia de género o el colectivo LGTBIQ+.
Sin olvidarse de los constantes ceses en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, de la dejadez en Atención Primaria y de la apuesta por la empresa privada en detrimento de lo público. A continuación, la conversación con Marta Carmona.
PREGUNTA (P): Parece que la sanidad de Madrid, concretamente de Ayuso, son los grandes edificios. Primero Ifema, luego el Zendal y ahora la Ciudad de la Salud. ¿Estamos ante un nuevo pelotazo con millones de euros de sobrecostes?
RESPUESTA (R): Lamentablemente tiene toda la pinta. La prioridad fundamental en torno a la sanidad para el Partido Popular, y concretamente para el ayusismo, es construir y poder colocar una comisión y luego, a continuación, diseñar la asistencia de manera que el grupo Quirón salga lo más beneficiado posible.
Respecto a si puede ser un pelotazo, pues es muy probable. Hay que decir que la reforma del Hospital La Paz es estrictamente necesaria. Es un hospital que está muy viejo, que se inunda cada vez que llueve, que eso solo se entiende cuando se ha infrafinanciado y no se han hecho las reformas que se tendrían que hacer. Pero es que llevan hablándonos de esta reforma un montón de años. Se han gastado ya un montón de millones de euros en proyectos que al final no se van a ejecutar y otra vez nos hacen un anuncio triunfal.
Llueve sobre mojado y es lamentable, porque esto no se traduce en nada para los madrileños, ni para los pacientes ni para los profesionales sanitarios.
P: En cambio, la Comunidad de Madrid es de las regiones con menor inversión por habitante en sanidad. ¿Qué entendéis desde Más Madrid que se debería hacer para mejorar?
R: Para empezar, hace falta más financiación. Es que ni siquiera pedimos una locura: queremos ponernos en la media de España. Somos la que menos invierte y la que menos invierte en Atención Primaria, la que menos médicos de Atención Primaria por habitante tiene. Todos esos datos son terribles y demuestran que la sanidad y la salud de los madrileños no es una prioridad en absoluto.
Se ha convertido el dolor de tantísima gente en una batalla cultural
Creemos que hace falta más financiación. Ya te digo, sin lujos, en la media; pero también que esa financiación no esté destinada a enriquecer a Quirón, sino de verdad fortalecer la base del sistema sanitario y que los grandes hospitales de la Comunidad de Madrid no se inunden cuando llueve.
P: Entrando en el tema de las residencias, donde los protocolos de la vergüenza dejaron miles de ancianos fallecidos en la pandemia, ¿qué opinión le merece que ahora el Gobierno de Ayuso reclame a los familiares 400.000 euros?
R: Es el ejemplo perfecto de cómo la línea ideológica de Ayuso en realidad es el sadismo. Hay una línea de puntos que en la comida podrida las residencias, los 7291 ancianos muertos abandonados a su suerte durante el gobierno, la precarización absoluta del trabajo y de la tensión en las residencias.
Y que ya hagan esta puntilla, este retorcimiento de vuelta de tuerca, de mandar esa carta con el único propósito de humillar a los familiares, de alguna manera quiere decir que, primero, no les importa que las residencias de ancianos se acerquen cada vez más a un modelo de beneficencia, que esto es un problema y esto es la visión del Partido Popular de los Servicios Públicos, que no es solo con las residencias, es con muchas más cosas.
El modelo del PP está totalmente obsoleto, nosotros apostamos por un modelo de proximidad
Pero añade este plus del ayusismo del sadismo, de haber convertido el dolor de tantísima gente en una batalla cultural en la que saben que, a parte de su electorado les hace gracia eso, y de alguna manera, cuanto más retuercen el dolor, más triunfantes se sienten. Eso sí, al final le va a acabar pasando factura, porque esto no puede quedar en balde.
P: Rápidamente, ¿Cómo habría que plantear el nuevo modelo de residencias para evitar catástrofes como las vividas en la pandemia?
R: El modelo de residencias de Ayuso, del Partido Popular incluso, sin esa vuelta de tuerca sádica, está totalmente obsoleto y pasado de moda. Nosotros apostamos, en línea con la estrategia de desinstitucionalización que tiene el Ministerio de Derechos Sociales, por un modelo de proximidad. Porque si de repente tienes a tus padres o abuelos que se vuelven mayores, o si tienes un familiar con gran dependencia por discapacidad, que no tengas que llevártelo a la otra punta de la Comunidad de Madrid y verle con suerte una vez a la semana.
Creemos que las poblaciones que necesitan de cuidados profesionales continuados tienen que poder tenerlos en su barrio, sin desvincularse por completo de ello. Creemos que una Atención Primaria fuerte tendría que poder participar mucho en estas residencias, en residencias más pequeñitas, de proximidad, en los barrios, en las que idealmente pueda participar la comunidad y que la gente que está en instituciones no haya desaparecido del mundo, porque ahora parece que las mandamos como al exilio, de alguna manera desterrado a una residencia.
La foto con Milei le va a perseguir mucho tiempo y le va a empezar a pasar factura
Entonces eso tiene que cambiar. De alguna manera, las poblaciones que puedan necesitar apoyo profesional 24 horas, que las hay, tienen que seguir formando parte de la vida.
P: En cambio, Ayuso dedica grandes esfuerzos a aupar a aquellos que cargan contra el Gobierno de Sánchez. ¿Qué opina del reconocimiento a Milei?
R: La foto con Milei le va a perseguir mucho tiempo y le va a empezar a pasar factura, porque gran parte de los votantes de derechas no quieren eso y al final Milei no deja de ser un tipo que viene del futuro a contarnos a dónde nos llevaría Ayuso si pudiera. El problema es que Ayuso normaliza la presencia de Milei y entonces, de repente su sector empieza a decir más burradas cada vez.
Esto es un poco la línea que ha traído Ayuso a la Comunidad de Madrid. Esta cosa de soltar la burrada más grande para intentar colocarse en el centro y porque sabe que le viene bien, pero a todos los demás nos intenta arrastrar en eso. Nosotros no podemos comprar esas ideas, no podemos normalizar ese tipo de conversación.
O sea, que un señor venga aquí a decir que la justicia social es aberrante, es aberrante en sí mismo. No hay que ceder ni medio milímetro.

P: El auge de la extrema derecha es ya una realidad. ¿Qué peligro cree que conlleva esto en materias como la violencia de género, el colectivo LGTBIQ+, la salud mental…?
R: La ultraderecha lo que ha conseguido en ese aspecto es hacer que se discutan y que sean debatibles cosas que eran de absoluto consenso. Y creo que toda la sociedad tenemos la obligación de marcar el paso y decir que eso no debe ser así.
Incluso gente de derechas que no están de acuerdo con eso y que participó en estos consensos contra la violencia de género o a favor de los derechos LGTBI. Y, precisamente, lo que tenemos que hacer a nivel social es negarnos en rotundo.
Hay una parte de batalla cultural, evidentemente, pero también tiene que haber una batalla política, y desde Más Madrid no paramos de poner sobre la mesa lo que es irrenunciable y también las políticas públicas que creemos que generan avances sociales.
Ayuso está utilizando la Asamblea de Madrid con su mayoría absoluta como una mordaza absoluta
Que al final todo esto de la ultraderecha bebe de un sentimiento de antipolítica que tiene que ver con que a mucha gente en el día a día tenga la sensación de que la política no les mejora la vida. Hay que negarles esas discusiones, pero también hay que transformar esa idea de que la política no sirve para nada, y eso se consigue con políticas públicas eficaces, y la vivienda es el ejemplo clarísimo.
P: ¿Cómo considera que va la legislatura en la Comunidad de Madrid?
R: A ver, hay una parte muy frustrante y es que Ayuso está utilizando la Asamblea de Madrid con su mayoría absoluta como una mordaza absoluta. No sé si son 8500 iniciativas que han vetado y 3.000 y pico son de Más Madrid.
Nosotros entendemos que tienen mayoría absoluta hasta 2027, pero no significa que nos vayamos a echar a dormir hasta 2027. Si la Asamblea no se puede utilizar para mejorar la vida de los madrileños, es que ellos le tienen muy poco respeto a la Asamblea y a lo que significa. Aún así, nosotros evidentemente vamos a seguir peleando y pese a esa mordaza que nos intentan colocar en la Asamblea, hemos conseguido bastantes cosas: este modelo de bilingüismo que ponían tan contentos ya van a tener que recular, estas ideas geniales del consejero de Educación de meter una escuela elitista en un colegio público de Madrid se ha tenido que frenar...
En Sanidad hemos conseguido hacer mucha presión para que se abriera la UCI de La Paz y del Hospital de Alcalá. Pero, por otra parte, hay que decir que hace falta mucho estómago para tener esta forma de entender la política.
P: En la Consejería de Sanidad habéis denunciado que no se paran de realizar ceses para nombrar otros nuevos…
R: Yo digo de broma que es un remake perpetuo de ‘La Isla de las Cabezas Cortadas’, porque no hay mes y a veces no hay semana en la que no nos aparezca un cese. Eso de los cargos más altos, porque luego a nivel interno también se está quitando a mucha gente que tenía experiencia y conocimiento técnico para poner a gente colocada que no tiene ese conocimiento técnico.
La sensación es que nadie que no sea un palmero absoluto de la consejera o del ayusismo en general aguanta ahí. Y entre otras cosas es porque la Consejería de Sanidad ha normalizado la irregularidad.
P: Sobre el caso que envuelve a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, ¿qué va a pasar?
R: Esta es otra de las cosas que la van a perseguir, igual que la foto con Milei. En realidad, es lamentable y si cogemos un poco de perspectiva, es lamentable que a estas alturas nadie nos haya explicado a cambio de qué le están pagando el piso de arriba a esta señora.
Que no es solo lo del novio, porque esto se suma a lo del hermano y a lo del padre. Al final en realidad nos está volviendo a traer el mismo aroma de la etapa Gürtel, de la Púnica, de todo esto.
Lo que ahoga a tus pacientes son temas de precariedad laboral, de precariedad en vivienda…
Nosotros vamos a fiscalizar hasta lo último que encontremos, tanto a nivel municipal como a nivel de la Comunidad de Madrid, porque los madrileños se merecen algo mejor y, para empezar, se merecen explicaciones.
P: Para terminar, y aprovechando su carrera como psiquiátrica, ¿cómo ve el problema creciente en la salud mental y qué medidas cree que se deben tomar para mejorar y evitar que sea uno de los principales problemas de los jóvenes?
R: Está muy bien que a nivel social estemos poniendo el foco en la salud mental, pero creo que hay un cierto error, y es que la gente piensa que hablar de salud mental es poner más psiquiatras, psicólogos, mejorar la asistencia, y esa parte hay que hacerla porque a la salud mental en la sanidad pública le pasa como a la Atención Primaria, que está muy saturada y muy colapsada.
Pero en realidad, cuando estás trabajando en una consulta de la sanidad pública de salud mental, lo que estás viendo es que lo que ahoga a tus pacientes son temas de precariedad laboral, de precariedad en la vivienda…
Es extraordinariamente frustrante como siendo psiquiatra, tú puedes hacer con alguien que tenga un trastorno mental grave un proceso terapéutico costosísimo, con un trabajo estupendo, y se va todo al garete porque de repente un casero decide que sube el alquiler o que resulta que un fondo de inversión ha comprado el piso.
Entonces, todo ese trabajo que tú has hecho y ese acompañamiento técnico que has hecho, de repente ya no sirve. Justo en salud mental es donde mejor se ve donde todos esos determinantes sociales, esas condiciones de vida, son imprescindibles.
En Más Madrid hablamos mucho de salud mental con ese nombre, pero en realidad todas nuestras propuestas van cuando hablamos de vivienda, cuando hablamos de mejorar la educación, cuando hablamos de mejorar la sanidad, el transporte, la cantidad de estrés y de sufrimiento psíquico que genera cada regreso de cercanías o cada retraso del metro.
Eso también se paga en salud mental. Entonces, de alguna manera, todo lo que sea mejorar condiciones de vida revierte en esa salud mental.
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