Pedro Sánchez afronta este martes su primer Debate del Estado de la Nación en calidad de presidente del Gobierno. En Moncloa son conscientes de la cantidad de temas a los que tendrán que hacer frente, por lo que han cuidado su preparación y ultiman anuncios importantes con los que conseguir salir airosos de una constante de críticas que llegarán, de igual forma, desde la bancada de la derecha y desde las portavocías de aquellos que han permitido el buen devenir de una legislatura que atraviesa uno de sus momentos más complicados.

Los principales actores políticos con representación en el Congreso llegan con el argumentario bien preparado: el PP atacará con fuerza desde el terreno económico, consolidando así su programa “alternativo” en un momento de inestabilidad fruto de la desmedida inflación y los vestigios de crisis económica a los que la planta 7 de Génova no han dudado en acudir para pedir un cambio de liderazgos rápido, efectivo y efectista; Santiago Abascal buscará resarcirse de un mal resultado en Andalucía y de la sensación de un suflé, el de Vox, que hace apenas unas semanas era imparable y ahora se ahoga entre alegorías al voto útil que encarna la imagen cada vez más presidencial de Alberto Núñez Feijóo; Unidas Podemos insistirá en la necesidad de impulsar una agenda social valiente, alejada del miedo a los poderes fácticos y que sirva de contrapunto a una situación especialmente dañina para las clases medias y populares del país; Ciudadanos tratará de sacar la cabeza del peor de los pozos que existen en política, el de la inoperancia, el gatillazo, el esfuerzo realizado en balde; y el bloque de la investidura, cada vez más cabreado y alejado de los postulados del Gobierno, condenará el gasto militar comprometido por Sánchez con la OTAN, el espionaje de Pegasus y aquellas materias que han quedado guardadas en el cajón de un Consejo de Ministros que depende de su fiel permanencia.

Mientras tanto, Pedro Sánchez, en su condición de presidente y receptor del cabreo generalizado existente en la Cámara Baja, buscará adoptar su perfil más pragmático, el de la pandemia, el de la guerra en Ucrania, el de la negociación de los fondos europeos y el de anfitrión en la cumbre de la OTAN. A él le corresponderá abrir la veda en el debate que tendrá lugar en el Congreso este martes, miércoles y jueves, y lo hará con un discurso perfectamente ensayado para transmitir la idea de que el Gobierno, bajo su mandato, está actuando con la mayor diligencia en su propósito de legislar para la mayoría de españoles con medidas estrella como la reforma laboral, la subida del SMI, el decreto anticrisis, las inversiones realizadas y la cogobernanza con el resto de administraciones. Además, el propio Sánchez, sabedor de que hay pendiente una reunión de la comisión de seguimiento del pacto de legislatura, realizará “fuertes” anuncios en material social para tratar de cohesionar al Ejecutivo y obtener el beneplácito de Unidas Podemos en un momento en el que los aliados son menos recurrentes en su defensa y siembran de dudas el horizonte de legislatura que aguarda al Ejecutivo en el año y medio aproximado de legislatura que resta para las elecciones generales.

Además, el debate que dará muestra del estado de forma de los diferentes grupos parlamentarios no solo se jugará en la tribuna de oradores: a las intervenciones y las réplicas del presidente sin límite de tiempo se sumarán los corrillos en los pasillos, las declaraciones a la llegada de las señorías, las preguntas de los periodistas. Las respuestas y los silencios. Las sonrisas, los enfados y las muecas. Desde la reunión de Sánchez con Aragonès hasta la reforma del CGPJ, desde el ‘momento Abascal’ hasta Feijóo juzgando a su equipo desde la grada, desde el pistoletazo de salida de ‘Sumar’ hasta los audios de Antonio García Ferreras con el excomisario Villarejo que Podemos considera inadmisibles.

El PP y su “alternativa”

La mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno Bonilla en Andalucía cambio el guion de la sala de máquinas del PP. Los populares ya no son el partido líder de la oposición, sino la alternativa. El ‘efecto Feijóo’ está más vivo que nunca en Génova,13 y Cuca Gamarra, portavoz parlamentaria y encargada de liderar la ofensiva del partido en el Debate del Estado de la Nación, impulsará este relato con el que construir en torno al PP la imagen de las mayorías, de la solvencia, de la gestión, de la única papeleta capaz de conseguir que Pedro Sánchez entregue las llaves del Palacio de La Moncloa.

Sin Feijóo pero con su mensaje. Un cambio de rumbo para frenar el “deterioro institucional” desde una “visión constructiva” y de país: “España merece otro Gobierno”, insisten fuentes populares, quienes condenan que el presidente del Gobierno trata de “oscurecer” haciendo creer que no tiene tanta importancia para frenar la sangría de votos que le persigue según las encuestas. "Estamos sorprendidos por el poco respeto que tiene al parlamentarismo el presidente por convocar este debate después de cuatro años en Moncloa, casi arrancando la segunda quincena de julio y haciendo después otro Pleno para aprobar leyes de cierta relevancia política en un Pleno ómnibus en el que entra todo", subrayan desde el PP.

Además, desde el PP aseguran que no solo atacarán al Gobierno, sino que, como seña de identidad del cambio de liderazgo, ofrecerán propuestas de Estado a Pedro Sánchez para medir cuál es su implicación con el diálogo. La renovación del CGPJ será una de ellas, pidiendo al Ejecutivo como condición sine qua non que retire la proposición de reforma del Tribunal Constitucional antes del jueves, cuando se someterá a votación en el pleno. Asimismo, ha animado a otras fuerzas políticas a sumarse al pacto. Las centrales nucleares, por ejemplo, también irán dentro del paquete de medidas de resolución que los populares llevarán a la sesión de este martes. "Creemos que la energía nuclear que hoy ya es absolutamente segura, puede ser una garantía de nuestra soberanía energética como lo es en el caso francés", ha señalado González Pons, que ha recalcado que la dependencia de la energía exterior de España es "extraordinaria" y "debilita" a España como nación.

Vox y su "oposición real"

Santiago Abascal y su entorno cercano son conocedores de que tienen una oportunidad de retratarse como la única opción capaz de cambiar, de verdad, las políticas de Pedro Sánchez. En Vox creen que la debilidad parlamentaria de Cuca Gamarra, y con Feijóo ‘fuera de juego’, dará una oportunidad de oro a su líder para devolver al partido a un mapa político en el que, si bien aún serían llave de gobierno necesaria para el PP según las encuestas, el número de votos que recibirían va descendiendo, haciendo peligrar la viabilidad a medio plazo de un proyecto cada vez más maltrecho.

El portavoz del Comité de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, ha asegurado este lunes que el líder del partido, Santiago Abascal, acudirá al Debate sobre el estado de la Nación que arranca este martes como "el único hombre capaz de plantar cara" al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a un Ejecutivo que ya dan por "amortizado". Buxadé ha subrayado que Abascal se presentará como "el auténtico líder de la oposición" y que el partido utilizará una de las 15 propuestas de resolución que puede someter a votación en el marco de esta cita para "enmendar a la totalidad" las políticas del Gobierno.

Entre sus líneas maestras, al más puro estilo de Vox, condenarán la política exterior del Gobierno, arremeterá contra las leyes de Memoria Democrática, condenará las alianzas con los nacionalistas, así como su "sumisión a las políticas climáticas". Unas líneas estratégicas que desde el partido ultraderechista destacan que el PP “no se atreve” a revertir.

Los socios piden “ambición”

Con el Gobierno fracturado en las últimas fechas, especialmente después de la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid, desde Unidas Podemos insisten en que es necesario que el Consejo de Ministros reactive con más fuerza que nunca la agenda social de forma perceptible, haciendo llegar a la ciudadanía el esfuerzo realizando y capitalizando desde el trabajo el momento de inestabilidad para los españoles.

Así lo ha trasladado en rueda de prensa el coportavoz estatal de la formación morada, Javier Sánchez Serna: “España no necesita aumentar presupuestos en Defensa porque lo diga una potencia extranjera". A ojos del dirigente, el PSOE está alejándose de las reivindicaciones de la izquierda con aspectos como la deriva militarista de Sánchez o las alabanzas a la gestión migratoria de Marruecos tras las 37 muertes registradas en Melilla hace apenas dos semanas.

"Si en los próximos Presupuestos Generales defraudamos a la gente, serán los últimos del Gobierno de coalición", ha advertido el coportavoz de Podemos para insistir que España "no está en guerra" y no se la proeje con "armas" sino con más escudo social y reforma fiscal, aspectos clave para "reactivar" al electorado progresista. Para que las cuentas públicas no defrauden, el portavoz de la formación morada ha insistido en la misma receta que han defendido estas semanas la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz: un fondo de 10.000 millones para reforzar la educación y la sanidad pública, topar el precio de los combustibles, abaratar el abono transporte hasta los 10 euros mensuales y desplegar una renta de crianza universal de 100 euros, junto a un permiso retribuido de siete días al año a todos los trabajadores para cuidar de familiares.