La negociación de los Presupuestos Generales del Estado está siendo complicada para el Gobierno. Por el momento, ni siquiera la coalición se pone de acuerdo en cómo afrontar la renovación de las cuentas públicas, evidenciando el desencuentro por la remodelación del sistema fiscal que exige Unidas Podemos: los morados ponen como condicionante para su voto favorable que figure ya un tipo fijo del 15% a las grandes empresas en el impuesto de Sociedades.

"Nadie comprendería que cuando la OCDE ya ha decidido que debemos tener un impuesto de Sociedades en el entorno del 15%, España no diera el paso adelante", ha explicado este jueves la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha ido más allá y ha aventurado que el entendimiento no llegará la semana que viene, como pretende el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ya que las posiciones están alejadas y es necesaria una mayor implicación de la parte socialista por tener un sistema impositivo "justo y progresivo”.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, encargado principal de la primera toma de contacto con el resto de fuerzas del arco parlamentario en esta negociación, ha intentado limar asperezas y dar un mensaje tranquilizador a la ciudadanía. El dirigente ha explicado que las posiciones entre socios de coalición “no están tan alejadas”, afirmando que el acuerdo llegará y será fruto de la negociación en los próximos días: "Nosotros somos muy partidarios de la utilización del diálogo para resolver cualquier diferencia y por supuesto en el seno del Gobierno también dialogamos y también acordaremos". El presidente del Gobierno, en la misma línea, ha recalcado desde EEUU, donde se encuentra para comparecer en la Asamblea de las Naciones Unidas, que las nuevas cuentas públicas se aprobarán en tiempo y forma: “El contexto de recuperación obliga a todos los actores y grupos a apoyar unos Presupuestos necesarios", ha indicado, eludiendo así la pregunta sobre la remodelación del sistema fiscal.

Sin embargo, el tono empleado por Bolaños y el propio Sánchez contrasta con las reivindicaciones de Belarra y Díaz por parte de Podemos y de ministras como Nadia Calviño o María Jesús Montero en la parte socialista. "Vamos a ver cómo terminan las negociaciones. Nuestra prioridad es impulsar el crecimiento y la creación de empleo y los motores son el consumo y la inversión, y hay que seguir impulsándolos", ha indicado la vicepresidenta primera, reivindicando que el esfuerzo fiscal a lo largo de la legislatura ha sido muy fuerte y “no se puede tirar por la borda” sin atender a lo que digan los expertos en la materia. Calviño, además, ha pedido a Unidas Podemos que no ponga condicionantes a los Presupuestos, poniendo así sobre la mesa que es pronto para una nueva Ley de Vivienda, otro de los condicionantes sine qua non de los morados en estas negociaciones.

¿Y con el resto de grupos?

Félix Bolaños arrancó su ronda de contactos este martes, sin éxito. El Partido Popular, como era de esperar, no facilitará las nuevas cuentas públicas, mientras que desde Vox directamente se han negado a entablar conversación alguna al considerar que el Gobierno "pacta con Bildu", "fomenta el odio social" y "se cisca en la Constitución todos los días".

Tampoco los socios de investidura lo pondrán fácil. Desde ERC, en palabras de Gabriel Rufián, sostuvieron este martes que "el voto de ERC se suda y se negocia, sobre todo ahora en un escenario en el que no se sabe si Ciudadanos está a Rolex o a setas". Tampoco parece que las negociaciones con Junts per Catalunya vayan a ser más sencillas, especialmente después del conflicto derivado de su no presencia en la mesa de diálogo: "Junts no da cheques en blanco. Debe empezar la época del cobrar por avanzado", ha indicado este miércoles la portavoz parlamentaria de Junts, Miriam Nogueras, adelantando que el voto será negativo si la futura Ley Audiovisual no recoge la exigencia de un porcentaje de producción en catalán y las demás lenguas cooficiales.

Menos negociadores se han mostrado en Ciudadanos, quienes, siguiendo el argumentario del PP, explican que el Gobierno ya tiene “atados y bien atados” los votos favorables de sus socios preferentes (EH Bildu y ERC). "No nos han ofrecido nada, han querido blanquearse y no vamos a vamos a caer en esa trampa", ha indicado Edmundo Bal, portavoz en el Congreso de los naranjas.

Una premisa que no comparten los abertzales, que, por el momento, siguen exigiendo medidas de calado en materia económica y social:” "Avances que deben producirse en cumplimiento de las promesas y acuerdos que este Gobierno ha contraído en clave progresista y de izquierdas", apostillan, añadiendo que el tono de la reunión con Bolaños ha sido “responsable, dialogante, constructiva pero exigente”.

Es con Más País y con Compromís con quien el Gobierno ha encontrado cierto respiro. Hay exigencias, pero son asumibles. De hecho, los liderados por Baldoví han conseguido una de sus grandes aspiraciones en la mañana del jueves después de la competencia de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien se ha comprometido a presentar este noviembre la primera propuesta para la reforma del sistema de financiación autonómico: “Celebramos la fecha, noviembre, y el cambio de postura”, ha sostenido el líder de los valencianos. “Esperamos que la inversión se acerque a lo que se aprobó en el Congreso y deberán existir algunas enmiendas que tendrán que ver con las cercanías y el transporte urbano valenciano”, ha sentenciado una vez finalizado el encuentro.

La valoración del Gobierno

Finalizadas todas las reuniones previstas para este miércoles, el encargado de comparecer y dar fe de los avances ha sido Rafael Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. “El balance que estoy haciendo es que hemos ofrecido a los grupos parlamentarios un marco de diálogo, entendimiento y colaboración para sacar adelante los proyectos que trae el Gobierno y que son prioritarios, como los PGE, la nueva regulación en la retribución del CO2, la Ley de Formación Profesional, la Ley de Pensiones o las medidas para abaratar el precio del recibo de la luz”, ha explicado el socialista.

“Hablaba de la excepción del Partido Popular y tengo que hablar también de Ciudadanos, quien ha rechazado los Presupuestos sin conocerlos, apuntándose así al bloqueo de las derechas. Deben salir cuanto antes del espacio de la derecha, el espacio del bloqueo. Esa no ha sido la disposición general y lo agradecemos”, ha sentenciado Simancas.