La segunda sesión de control al Gobierno del curso político comenzó algo accidentada. A la ausencia del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, hay que sumarle un fallo en la emisión institucional en el sonido que se solventó a los pocos minutos. Tras este incidente, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, invitó al portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros a dialogar “donde quieran”, en un “parque” o en un “espacio abierto”, pero se ha topado con el rechazo del ultraderechista.

Espinosa de los Monteros arrancó el breve duelo entre ambos con un tono de burla, engolando la voz e imitando el “buen tono” del Gobierno cuando ponen en valor el “diálogo”. “Vienen con el monotema”, ha reprochado el portavoz ultraderechista antes de realizar su efímero ‘número’ cómico. El dirigente de Vox ha censurado que éste sea el Gobierno más grande de la historia de la democracia y el que “menos se somete al control de la Cámara”.

Espinosa de los Monteros ha acusado al Ejecutivo de “despreciar” al Congreso de los Diputados, como hace la vicepresidenta Nadia Calviño, a quien ha señalado por “esconderse detrás de usted”. “Sólo se contestan ocho preguntas del total y sólo vienen seis ministros. Cualquiera pensaría que tienen algo que ocultar como la señora Calviño. ¿O es que están en desacuerdo con el presidente del Gobierno?”, ironizaba el portavoz de Vox, quien trasladó al Ejecutivo su inquietud final: “¿Qué opinión le merece a la vicepresidenta primera del Gobierno que se retirara la bandera de España en el Palau de la Generalitat?”.

Bolaños no desdeñó la acusación de Espinosa de los Monteros, y arguyó que está “encantado” de hablar con él aunque sea “en este formato”. El ministro de Presidencia ha lamentado que le ha llamado tres veces “y no ha tenido a bien ni a responder ni a reunirse conmigo”. Asimismo, les ha pedido que no sigan el ejemplo del Partido Popular y pongan excusas “baratas de cuartos oscuros cada quince minutos”.

En este sentido, el ministro ha remarcado de nuevo el perfil “dialogante” del Ejecutivo y ha emplazado al dirigente de la ultraderecha a reunirse “donde quiera”, aunque sea en un “parque” o en cualquier “espacio abierto”. “A mí lo que me gusta es dialogar con quien piensa diferente a mí. Lo mismo hasta se le abre un poco la mente y ve que España es más plural y tolerante de lo que cree”, ha acotado Bolaños, quien, finalmente, respondió a la pregunta del parlamentario ultra: “Sólo le voy a decir que, por fin, la política encara los problemas y busca soluciones”.

Aprecio mucho su oferta, pero la declino amablemente”, replicó Espinosa de los Monteros entre risas. Tras ello y algún tímido aplauso desde su bancada, ha asegurado que no tiene “ningún interés” en reunirse con Bolaños en un parque y reprocha la postura que los miembros del gabinete presidencial ofrecen sobre el diálogo. “Esta capacidad no muestra ni fortaleza ni debilidad. Depende de lo que se dialogue”, ha agregado.

Por este motivo, Espinosa de los Monteros ha emplazado al ministro de Presidencia a circunscribir su diálogo en el Congreso de los Diputados , donde “hay cámaras y taquígrafos”. No obstante, ha matizado que “si quieren algo de nosotros han de romper con separatistas, filoterroristas y golpistas”.