El Gobierno encara una semana vital para los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022. El ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, inicia este martes una ronda de contactos con todos los partidos que conforman el arco parlamentario con el objetivo de recabar apoyos para articular una mayoría cualificada y sacar adelante unas cuentas que marcarán el devenir del país. Los fondos europeos para la recuperación económica son la piedra angular de los Presupuestos y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pretende cosechar un amplio respaldo que le permita tenerlos listos a principios de octubre.

El grueso de las cuentas tiempo ha que está decidido. PSOE y Unidas Podemos negocian desde hace meses y, a falta de flecos y algún que otro obstáculo como la nueva ley de vivienda o la reforma laboral, hay quorum. Ahora, falta sumar adeptos a la causa. Las reuniones, como viene siendo habitual, se agendan de mayor a menos representación, por lo que arrancarán con un encuentro entre Bolaños y la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra. La cita será este martes a las 13:15 horas y el principal asunto sobre la mesa será la reforma para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Precisamente, en la sesión plenaria de hoy los de Pablo Casado han llevado al Congreso una proposición de ley para "reforzar la independencia judicial" que incluye la condición que ha puesto al Gobierno para renovar el Consejo General del Poder Judicial, caducado desde hace casi tres años, redoblando así la presión sobre los socialistas. Sánchez elevó el tono y acusó a Casado de situarse “fuera de la Constitución” por un bloqueo impostado que estaba “dañando la democracia”. Por su parte, el líder de la oposición no da su brazo a torcer y ha puesto como condición sine qua non que se reforme la normativa “los jueces elijan a los jueces”. Los socialistas no auguran un apoyo de Génova a los PGE, ni mucho menos, pero pretenden al menos acercar posturas con respecto al CGPJ.

Socios habituales

Desde la moción de censura contra Mariano Rajoy que permitió a Sánchez aterrizar en Moncloa, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha sido un socio recurrente pese a los gestos de displicencia que en algunas ocasiones los socialistas les han dedicado en favor de formaciones como Ciudadanos. Las relaciones no atravesaban su mejor momento hace unas semanas cuando Sánchez sembró dudas sobre su presencia en la mesa de diálogo con Cataluña, pero finalmente acudió, mostrando un firme compromiso por tender puentes. La cita del líder del Ejecutivo con Pere Aragonès, president de la Generalitat, ha engrasado la relación y se espera que los contactos por los Presupuestos sean fructíferos.

El Gobierno confía en obtener el mismo resultado de sus negociaciones con el PNV. Aitor Esteban opta por la discreción. El portavoz parlamentario de la formación vasca ni siquiera ha querido revelar cuándo se producirá la reunión. Fuentes del Ejecutivo admiten que será esta semana. El PNV fue uno de los integrantes del bloque que sacó adelante los Presupuestos de 2021. 188 diputados dieron su ‘sí’ (PSOE, UP, ERC, PNV, EH Bildu, PDeCat, Más País, Compromís, Teruel Existe, Nueva Canarias y PRC); frente al ‘no’ de PP, Vox, Ciudadanos, Junts, UPN, Foro Asturias, Coalición Canaria y BNG.

Pese a que los de Inés Arrimabas se posicionaron en contra, Sánchez espera atraerles para la ocasión. Pero los naranjas no están muy por la labor. La pasada semana, durante la sesión de control, el portavoz parlamentario de Ciudadanos, Edmundo Bal, acusó al Gobierno de “despreciar” los verdaderos problemas de la ciudadanía mientras “se rinde al nacionalismo”. Bolaños le reprendió su actitud, afeando que “se niegan simplemente a sentarse, con un folio en blanco ya están en contra”.

Vox se niega a cualquier contacto

La formación ultraderechista no se reunirá con el Gobierno para abordar los Presupuestos. Será el único partido con el que no se verá Bolaños después de que el propio Santiago Abascal se negara a tener interlocución alguna. El líder de la extrema derecha acusó a Sánchez de fomentar “el odio social” y “ciscarse en la Constitución todos los días”, por lo que no se sentará en ningún caso.

Cabe recordar que para las cuentas de 2021 Vox fue el único partido que decidió no presentar enmiendas, admitiendo que en su lugar, harían vídeos para Twitter y otras redes sociales.