Este martes 24 de agosto se reúne el Consejo de Ministros en lo que será su primera cita tras el paréntesis estival. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como sus socios, darán el pistoletazo de salida al nuevo curso político impulsando una agenda social que tiempo ha que tensiona las relaciones entre PSOE y Unidas Podemos. La crisis en Afganistán supone un alto el fuego entre ambos, pero una vez superado el deadline del 31 de agosto, ambas formaciones son perfectamente conscientes de que los deberes que aplazaron en julio les reclamarán en septiembre.

El Consejo de Ministros aprobará este martes el proyecto de ley con las primeras medidas para la reforma del sistema público de pensiones, que será remitido al Congreso para iniciar su tramitación parlamentaria. Toda una declaración de intenciones, pues tanto Sánchez como Ione Belarra y Yolanda Díaz tienen claro que la asignatura pendiente es la justa recuperación económica tras la pandemia de Covid-19

La norma suprime los aspectos más polémicos de la reforma aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013: el índice de revalorización de las pensiones (IRP), que limitaba su subida anual a un 0,25% en situaciones de déficit, y el llamado factor de sostenibilidad, que será reemplazado por un nuevo mecanismo de equidad intergeneracional. Asimismo, introduce incentivos para retrasar la jubilación de forma voluntaria y revisa el modelo de jubilaciones anticipadas con el fin de acercar la edad efectiva de jubilación a la edad legal.

PSOE y Podemos retoman así su agenda. Un asunto cómodo para ambos, pues las medidas ya estaban acordadas con los sindicatos y patronales. ¿Y después? Curvas. Muchas curvas.

Luz, SMI y alquileres

La abusiva subida de la factura de la luz durante los días más calurosos del verano tensionaron la relación entre socialistas y morados. A día de hoy no hay consenso ni atisbo alguno de acuerdo en el horizonte. Las soluciones para atajar la escalada de precios es el principal punto de fricción. Unidas Podemos propone limitar la factura energética nuclear y la hidroeléctrica vía decreto. Ante esto, la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, se ha limitado a decir que valorará su "viabilidad con las máximas garantías”; advirtiendo que el plan de su socio de Gobierno "adolece de un análisis sobre su compatibilidad con la normativa comunitaria”. En otras palabras, Ribera agradece la sugerencia, pero no se prevén cambios estructurales.

Donde sí parecen haber acercado posturas es en lo relativo a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Hasta hace pocas semanas, el asunto traía de cabeza a dos de las ministras que más han chocado: Nadia Calviño y Yolanda Díaz. Podemos apremia a subirlo cuanto antes, de hecho, quisieron cerrarlo antes del verano. Por su parte, los socialistas aguardaron y, ahora que los vientos macroeconómicos son favorables y la recuperación levanta el vuelo, la ministra de Economía ha aceptado. Será un aumento prácticamente testimonial, de cara a la galería, puesto que no será de más de ocho o diez euros. En la actualidad, el SMI es de 950 euros en 14 pagas y el objetivo del Gobierno es situarlo en el 60% del sueldo medio para finales de legislatura.

Y llegamos a la madre del cordero: los precios del alquiler. PSOE y Unidas Podemos firmaron un pacto de investidura y legislatura que recogía la regulación del mercado del alquiler. El documento es bien claro, pero el ya exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, realizó una defensa a ultranza de una política de no intervención del mercado. Podemos insiste en la necesidad de establecer techos máximos a los alquileres en las zonas tensionadas; mientras los socialistas apuestan por establecer beneficios fiscales para los arrendadores.

Podemos insiste en la necesidad de establecer techos máximos a los alquileres en las zonas tensionadas; mientras los socialistas apuestan por establecer beneficios fiscales para los arrendadores

Las negociaciones para aprobar una ley de vivienda continúa estancada y pese al cambio de ministro, Raquel Sánchez sustituyó a Ábalos tras las modificaciones introducidas por Sánchez en su Ejecutivo, no se prevé un cambio significativo.

Presupuestos

Todo este popurrí de tensiones y distensiones se desarrollará en el marco de las negociaciones por los Presupuestos Generales del Estado. Las cuentas anuales ya están encauzadas a falta de algunos flecos. El Gobierno ya ha incluido en las conversaciones a otros grupos parlamentarios. A la reunión de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, con el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, le sucedieron encuentros de Yolanda Díaz con el diputado de Compromís, Joan Baldoví, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, su homólogo en el PDeCAT, Ferrán Bel, y la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua. Todos ellos han enriquecido los PGE diseñados por PSOE y Podemos varias semanas atrás, pero la escenificación no tuvo lugar hasta la víspera estival.