El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado este lunes en Cádiz el plan de calidad institucional que anunció a finales de año y que incluye propuestas como permitir que gobierne la lista más votada, así como medidas para fortalecer el Tribunal Constitucional, como que no puedan ser magistrados del órgano quienes hayan ocupado un cargo político en los últimos cinco años. El líder de los populares ha defendido estos puntos como base de su plan para “proteger la democracia” frente a Pedro Sánchez.

Tras la manifestación de Cibeles contra el Ejecutivo Central a la que acudieron miembros de Vox, PP, y Ciudadanos, aunque los de los dos últimos con un perfil más bajo -a diferencia de la marcha de Barcelona, a la que sí acudió el máximo responsable del partido, Alejandro Fernández- tanto el gallego como la portavoz de la formación en el Congreso, Cuca Gamarra, han apostado por una nueva forma de alcanzar el poder.

Con fuego cruzado entre la parte socialista, quien ha calificado de “broma” la propuesta de Feijóo, y el PP, que asume que Sánchez tiene “miedo” a no ser la lista más votada, los conservadores parecen obviar la realidad que les ha llevado a la situación actual: que en 2019 la lista más votada de los lugares que después gobernó la derecha, fue la de los socialistas.

Un escenario que sí ha recordado, sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien ha sostenido que el PSOE “no va a querer” aplicar la nueva fórmula, sin evitar recordar con esto que la primera vez que ella alcanzó Sol fue, precisamente, gracias a que la vía que ahora plantea Feijóo no se llevó a cabo.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el exvicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado. EP
Ignacio Aguado, exvicepresidente de la Comunidad de Madrid (i) e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la región (d).

 

2019: El PP no respetó la lista más votada…

Además de Madrid, feudo históricamente popular, pero en el que por aquel entonces el PP obtuvo siete escaños menos que los socialistas, la instantánea se repitió en lugares donde los conservadores tienen todavía ahora el poder: Castilla y León, Andalucía y Murcia.

La comunidad liderada por Alfonso Fernández Mañueco y que ha acaparado todas las polémicas en la última semana por la propuesta antiabortista planteada por Vox logró entonces 29 escaños por los 35 conseguidos del PSOE, lo que supuso que la llave de la Junta la tuviese Ciudadanos.

 

El vicepresidente y líder de Ciudadanos en la Comunidad, Francisco Igea y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. EP
El ex vicepresidente de CyL, Francisco Igea, y el presidente de la comunidad, Alfonso Fernández Mañueco
 

En Murcia, donde ahora es Fernando López Miras quien capitanea la Región, el resultado de las urnas fue bastante más ajustado (apenas 300 votos de diferencia), pero suficiente para que de haberse respetado la lista más votadas hubiera sido el PSOE el partido que hubiese gobernado, rompiendo así veinte años de hegemonía popular.

En aquella tesitura, el actual presidente fue investido como tal con los apoyos de Vox y Ciudadanos. Llegados a este punto, cabe recordar que la relación con el partido naranja resultó después no ser la mejor, ya que protagonizó junto al PSOE la moción de censura que, pese a fracasar, guarda relación directa con el caso anterior, en el que Ayuso convocó elecciones anticipadas -las últimas a las que han acudido los madrileños hasta este año- temiendo que la foto se repitiera en su comunidad con mejor final para la parte progresista.

López Miras e Isabel Franco comparecen para dar por desmontada la moción de censura
El presidente de Murcia, Fernando López Miras, comparece para dar por desmontada la moción de censura
 

En Andalucía pasó exactamente lo mismo, aunque la comunidad del sur fue llamada a las urnas en diciembre de 2018. El escenario en la región era bien distinto al actual, pues no solamente los socialistas salieron vencedores de los comicios, sino que la encargada de liderar la candidatura fue Susana Díaz. Pese a ello, el PP formó también gobierno con Ciudadanos.

En lo que respecta al mapa político del momento, el PP no consiguió ser el partido más votado en ninguna de las regiones. Sí es cierto, en este sentido, que en Cantabria quedó por detrás del Partido Regionalista (PRC) y que en Navarra fue Navarra Suma la formación con mayor grado de representación.

Juan Marín (izquierda) y Juanma Moreno Bonilla, en una imagen de archivo. EP.
Juan Marín (i), exvicepresidente de Andalucía, y Juanma Moreno Bonilla (d), presidente de la Junta.
 

La única excepción del tablero político del momento -es decir, donde el Partido Popular exhibió músculo real- fue Galicia, en la que en 2020 el entonces territorio, precisamente, de Feijóo logró 42 escaños sellando con ello la mayoría absoluta.

… en las comunidades en las que ahora gobierna

El escenario es ahora distinto en algunas autonomías donde ha vuelto a haber elecciones, aunque la convocatoria de los comicios satisfactorios nunca se hubiese producido si el PP hubiere optado por la fórmula que ahora propone su líder nacional.

Precisamente, el ejemplo Ayuso es el más claro de ello. La convocatoria precipitada de elecciones en un contexto también distinto al de ahora -en el que la baronesa puede encontrar en la Sanidad su principal problema en mayo y en el que la pandemia ha pasado a un tercer plano- aupó nuevamente a la presidenta a Sol.

Algo similar ocurrió en Andalucía, donde el PP consiguió el gobierno en solitario sin necesitar el apoyo de la ultraderecha. Los recientes resultados, eso sí, provocaron un cisma dentro de Vox que culminó en la salida de Macarena Olona del partido y su posterior creación de un proyecto en solitario: la Fundación Igualdad Iberoamericana.

La relación del bloque conservador del PP y Ciudadanos (dejando fuera de la ecuación a Vox) tampoco fue la deseada en Castilla y León, donde Mañueco adelantó del mismo modo unas elecciones de las que sí saldría victorioso, pero a medias si se tiene en cuenta lo complicado que le está resultando su pacto con Vox. Paradójicamente, el fantasma de la convocatoria adelantada de los comicios sobrevuela nuevamente la Junta por este motivo.