La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha afirmado que el consistorio no colocará la bandera LGTBI en su balcón durante el mes del Orgullo, alegando que "no cuelgan banderas en la fachada" y que no lo harán con la bandera LGTBI "como no lo hacemos con el día de la ELA, ni el día del Alzheimer, ni el día del Cáncer". A su vez, Catalá ha puesto otra excusa de lo más rocambolesca: que la bandera que tienen "es de plástico".

Por otro lado, Catalá ha lamentado lo que a su juicio es "afán de protagonismo" del PSPV al desplegar una bandera LGTBI de 60 metros de longitud sobre el balcón de su grupo municipal, ubicado frente al edificio principal del Ayuntamiento. Al respecto, la alcaldesa ha justificado que "la diversidad es ya una bandera social. No es una bandera política. La diversidad y la libertad para amar en esta ciudad no corresponde a nadie y hacemos mal los políticos cuando queremos patrimonializar banderas que ya no son de la política, que son de la sociedad, con independencia de la persona a quien vote".

"Si estamos defendiendo la libertad para que la persona ame a quien quiera, que también vote a quien quiera con independencia de cuestiones que son logros sociales que hemos conseguido entre todos", ha agregado. Sin embargo, ni rastro de esta defensa de la libertad en la fachada del consistorio.

"Decidimos hace muchos meses transformar esas banderas, que dicho sea de paso, era de un material que era plástico y queríamos dar un ejemplo también la Capitalidad Verde Europea transformando ese tipo de materiales en material electrónico", ha excusado, antes de concluir: "Respeto mucho la libertad de mi oposición de poner en sus despachos lo que considere, pero yo si pongo la bandera del Orgullo también pongo la del Alzheimer, la del ELA, la del Cáncer y también pongo la de todas las banderas y necesidades sociales que tiene esta ciudad".

"Creo que con esto se busca con un afán de protagonismo que, insisto, no tiene sentido. Es una conquista social, no se puede uno apoderar de una bandera que ya es de la sociedad y patrimonializarlo o pretenderlo es un gran error", ha sentenciado.

Polémica por la gestión del PP valenciano de los 'Gay Games'

En otra decisión fuertemente criticada por el colectivo LGTBI y por las asociaciones, el gobierno autonómico valenciano, liderado por el Partido Popular y Vox, ha aprobado el comité organizador de los XII Gay Games, compuesto por miembros del Ayuntamiento de Valencia, lejos de lo que se acordó en 2021 cuando la ciudad salió elegida como sede para su celebración.

En un principio, el evento iba a estar liderado por la Fundación València Diversitat y con la colaboración del resto de entidades LGTBI como Lambda, Avegal, Dracs o Samarucs. Ahora, el gobierno encabezado por María José Catalá pretende que estas jornadas deportivas, que se celebrarían entre los meses de mayo y junio de 2026, sean dirigidas y coordinadas por el propio ayuntamiento, excluyendo de su organización a las entidades que participan y son protagonistas del evento.

Esta decisión ha sido duramente criticada, no solo por las asociaciones afectadas que se sienten traicionadas con la organización, sino también por los partidos de la oposición que hicieron posible durante su mandato la celebración de estas olimpiadas. En este sentido, Javier Mateo, concejal del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia, ha argumentado que este cambio se ha producido sin avisar a las entidades. "Estos agentes llevaban meses esperando respuesta porque no les parecía bien lo que estaba haciendo el Partido Popular, y en lugar de contestarles, lo que han hecho es aprobar una estructura en la que los meten sin consentimiento y sin avisar a la Federación Internacional”, ha afeado.

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