“¿Quién se atreve?”
Chacón ha asegurado este miércoles que está “concentrada” en la campaña y no piensa en nada más hasta después del 20-N. Pero se ha mostrado “sorprendida” ante la pregunta de los periodistas: "¿Usted cree que una mujer o una catalana no pueden asumir las mismas responsabilidades?". "¿Quién se atreve a decir lo contrario?”, se ha preguntado la candidata del PSC, y ella misma se ha respondido asegurando que sería un “descalabro” si alguien lo creyera.
Una “presidenta catalana”
Aunque Chacón haya evitado muy sagazmente la pregunta, sus antecedentes sugieren que la ministra sí podría estar valorando esa opción. Ya en febrero, en otro desayuno informativo celebrado en Madrid, se formuló una pregunta similar, aunque acerca de si podría ser ella la candidata a la Presidencia del Gobierno en caso de que Zapatero no se presentase. Chacón respondió que "España está preparada para una presidenta catalana” y generó un revuelo que la propia dirigente ha recordado este martes.
Un paso atrás
Meses después, el 26 de mayo, cuando Zapatero ya había anunciado su retirada de la política y a dos días del comité federal que elegiría al candidato, Chacón compareció en público para anunciar que se apartaba de la carrera por el puesto, haciendo patente, aunque no lo hubiera confirmado antes, que la opción estaba en su mente.
La isla del PSC
Lo cierto es que Chacón puede colocarse en muy buena posición después del 20-N si las encuestas se cumplen. Y no sólo porque el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, podría obtener los peores resultados de la formación en su etapa moderna, sino porque la candidatura que ella lidera, la del PSC, podría ser la única isla roja en un mapa electoral que amenaza con teñirse de azul. No serían los 25 diputados que la federación catalana, pero sí una victoria simbólica.
El trampolín del PSC
A todo esto hay que añadir que la sucesión de José Montilla como secretario general del PSC está todavía pendiente, y Chacón también podría optar a ese puesto con el respaldo que le den las urnas el próximo domingo. Desde luego, ese sería un importante trampolín que le allanase el camino para ser esa “presidenta catalana” de la que habló hace meses.
