El Gobierno del popular Carlos Mazón niega la mayor sobre todo aquello que aprueba de extrema derecha. Lo niega, pero luego de ’tapadillo’ o lo transige o directamente lo vota a favor. Niega que la nueva ley de concordia invisibilibice a las víctimas de la dictadura franquista, aunque un informe de Naciones Unidas diga lo contrario y las propias víctimas renieguen de la nueva ley; niega que apoye a los que no creen en la violencia de género pese a cambiar los lemas de las pancartas institucionales y, ahora, en una vuelta de tuerca digna de guion de Hollywood, haya permitido que se cree una asociación para los hombres víctimas de maltrato por parte de sus parejas o exparejas mujeres.

Un apoyo que a priori, y más teniendo en cuenta las cifras de mujeres asesinadas cada año, podría parecer una broma de mal gusto, pero que no lo es. Ni mucho menos lo es. En el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) se publicaba hace unos días la resolución del secretario autonómico de Atención a las Victimas y Acceso a la Justicia, Javier Bazán Benítez, “por la que se acordó inscribir en el Registro de Fundaciones de la Comunitat Valenciana a la entidad denominada Fundación de la Comunitat Valenciana para la Defensa de los Hombres Maltratados”.

Una asociación, que afirma tener entre sus fines: “La defensa de Derechos Humanos: Protección del colectivo de hombres víctimas de malos tratos en las relaciones con sus parejas o exparejas, mujeres, dentro del marco legal vigente, actualmente conocida como violencia doméstica, así como promover la igualdad de género: Promover la igualdad integral de derechos entre hombres y mujeres, en concreto velando por las víctimas masculinas de violencia en el ámbito de las relaciones de pareja”.

ElPlural.com, ante esta resolución, ha consultado con la fiscal especializada en violencia de género, Susana Gisbert. La representante del Ministerio Público afirma: “Me ha resultado cuanto menos sorprendente la inscripción de una asociación destinada a la defensa de los “hombres maltratados” no tanto por su objeto en si, como por el modo en que está planteado”.

“Así, en primer término, se refiere a este tipo de violencia como “la actualmente conocida como violencia doméstica” como si se tratara de una denominación coloquial cuando la realidad es que es el nombre que legal y jurisprudencialmente se da a toda la violencia ejercida en el seno de la familia, con excepción de la violencia de género, que tiene sustantividad propia y su propia regulación”, explica Gisbert.

La fiscal apostilla que, en segundo lugar, y “quizás más sorprendente, incluye entre sus fines el de “promover la igualdad de género”, velando por las víctimas masculinas en el ámbito de las relaciones de pareja”. Con ello no se hace otra cosa sino contradecir el sentido de la legislación nacional e internacional, en que el concepto “igualdad de género” viene referido a remover los obstáculos que, con roles y estereotipos de género, no reconocen a las mujeres los mismos derechos que a los hombres. Utilizar el concepto dela manera que se hace es pervertirlo y robarle su significación originaria”.

Llueve sobre mojado

Pero es que llueve sobre mojado en el patio de Carlos Mazón, pues el comportamiento de blanqueamiento de la violencia machista del Gobierno del presidente de la Comunitat Valenciana, el popular Carlos Mazón, se consumó en septiembre del año pasado con la aprobación por parte de la Mesa de las Corts con los votos de PP y Vox de la supresión del término “violencia machista” de las pancartas institucionales que se muestran en los minutos de silencio y concentraciones en contra del terrorismo machista por el término “no a la violencia contra las mujeres”.

El mismo Mazón que tuvo que cesar de manera fulminante en septiembre de 2023 al subsecretario de Justicia e Interior de la Conselleria de Justicia, Luis Manuel Martín Domínguez, designado por Vox, por haber ocultado la existencia de una condena por violencia de género de 2011.

O el mismo Mazón que ha permitido que la violencia de género no seas un problema de primer orden para su Gobierno y el de sus socios, los negacionistas de extrema derecha de Vox. Tanto es así, que ha dejado que saquen el hecha y se carguen el 30% de los funcionarios que había destinados en la Fiscalía Provincial de Valencia para luchar contra esta lacra. Un paso más en la demostración de que los populares, por mucho que digan que ni han dado ni darán un paso atrás en la lucha contra la violencia sobre la mujer, sus actos los desmienten constantemente permitiendo que desde Vox recorten los medios humanos para luchar contra el terrorismo machista.