Otro jueves intenso en la Asamblea de Madrid. En esta ocasión el debate ha ido desde la situación de los jóvenes en la región hasta la “censura” de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, con las lonas desplegadas en la ciudad y que recuerdan los 7291 fallecidos en residencias de mayores en medio de los llamados protocolos de la vergüenza. También ha habido tiempo para hablar de las acampadas universitarias por Palestina o de los “emprendimientos de 1939” a raíz del 85 aniversario de la empresa Rodilla. Asuntos muy variopintos que, eso sí, han subido los decibelios a medida que avanzaba la sesión.

El tono más contundente ha sido el adoptado por la portavoz de Más Madrid en la Cámara Baja Madrileña, Manuela Bergerot, quien no ha dudado en calificar a la líder regional como la “censora en jefe” por retirar los carteles desplegados en Puente de Vallecas y el parque de La Elipa. La responsable de la formación progresista en sede parlamentaria ha dicho que Ayuso “conoce poco a los madrileños si cree que van a olvidar a las víctimas de las residencias”. “Es lo que tiene vivir en un pedestal -la presidenta de la Comunidad de Madrid estuvo encima de uno durante la festividad del Dos de Mayo que ha dado mucho de qué hablar-, a un metro por encima de la plebe, no vaya a ser que le toquen los madrileños de a pie. ¿Estaba subida cuando mandó denunciar las dos lonas que recuerdan las 7.291 víctimas de la pandemia?”, ha cuestionado Bergerot.

Casado, Ossorio, la Plaza de Oriente o Corea del Norte

La portavoz progresista ha calificado de “bochorno” la imagen y ha opinado que Ayuso “parecía la líder de Corea del Norte” o que estábamos en la Plaza de Oriente. “Además ya sabemos que a usted le encantan todos los emprendimientos que comenzaron en 1939”, ha apostillado, para traer después a colación al anterior presidente del PP, Pablo Casado. “¿Usted le tuvo que decir a Almeida que enviara a la Policía Municipal con una normativa inventada, o fue el alcalde que tanto le teme y se tuvo que adelantar a sus órdenes?, porque ya sabemos lo que le pasó al último que se atrevió a denunciar los negocios de su familia”.

Respecto de la capacidad censora de la líder regional, Bergerot también ha lamentado que la mesa de la Asamblea también haya impedido las comparecencias de las familias de familiares víctimas de residencias y ha cargado contra el comportamiento del presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio: “No es que le cueste ser objetivo, sino que es el militante más leal del trumpismo madrileño y no pierde la oportunidad de demostrarlo. Por eso ha llamado a los rectores de la universidad cuando los jóvenes nos están dando una lección contra el genocidio de Netanyahu”.

Bergerot ha aseverado que “por mucho pedestal que les pongan, no va a poder borrar lo que les molesta”: “Suena con una sociedad donde todos le aplaudan mientras pasa revista a las tropas, pero vamos a seguir hablando de todo lo que le incomoda”.

En su turno de réplica, Ayuso ha emplazado a Más Madrid que en el “nosotras” se acuerde de las “judías mutiladas por Hamás” y el Yo sí te creo. También ha instado a poner otras lonas con las víctimas de Covid de otras comunidades autónomas, algo que la izquierda, dice, nunca haría, porque “solo retuerce el dolor”. En estas, ha recordado la lona que desplegó Podemos en la calle Goya denunciando las comisiones de su hermano, Tomás Díaz Ayuso: “Sigan, después de la última que pusieron contra mi hermano al estilo nazi yo obtuve mayoría absoluta y sus compañeros se fueron a la mismísima calle”.

 

La "chulería" de Ayuso: "Está en su mundo"

Previamente, Juan Lobato (PSOE-M) ha centrado su intervención en la situación de los jóvenes en la autonomía. “Tenemos un millón de jóvenes, el 30% no encuentra empleo y un 80% no puede acceder a una vivienda”, ha expuesto, lamentando que la presidenta de Madrid esté “muy contenta” de que las personas de entre 18 y 30 años “vivan la aventura de trabajar 1000 horas, cobrar una miseria y no poder vivir”.

“El Dos de Mayo imaginaba a un joven viéndola en el pedestal, con sus honores militares… Está usted en su mundo. La esperanza de un joven no es solo tomar cañas, sino también un buen trabajo, vivienda, servicios públicos… al final con lo de la fruta, sus insultos, los insultos de sus directores generales hace que la gente se aleje cada vez más, que ya no esperen nada de ustedes”, ha lamentado, para concluir que los jóvenes madrileños pensarían que la líder regional “puede chulearse si en Madrid hubiera hecho algo más que construir solo el 2% de las 25.000 viviendas que prometió hace cinco años, o si la sanidad fuera a mejor, o si hubiera plaza para los 33.000 jóvenes que se han quedado sin FP”.