El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha garantizado que mantendrá la misma política ante ETA pese a que anuncie su disolución y, por tanto, seguirá aplicando la ley en todo momento, y "haga lo que haga y diga lo que diga" la banda terrorista no encontrará ningún resquicio para la impunidad de sus crímenes.

Rajoy ha expuesto esta posición en un acto en un centro de la Guardia Civil en Logroño después de que ETA diera por finalizado su "ciclo histórico" y poco antes de que este jueves, en un comunicado, anunciara oficialmente "el final de su trayectoria".

Mero "ruido" y "propaganda"

El jefe del Ejecutivo ha calificado las cartas, comunicados y vídeos de la banda terrorista como mero "ruido" y "propaganda" y ha resaltado que, si no obtuvo nada cuando mataba ni cuando dejó de asesinar, tampoco va a conseguirlo ahora.

Ante las voces que aseguran que el Gobierno puede replantearse su política frente a ETA y, en concreto, en materia de acercamiento de presos, Rajoy ha sido tajante. "La única política de futuro en materia antiterrorista, como siempre, es aplicar la ley, que para eso está. Y que nadie -ha subrayado- se llame a engaño".

Pero en ningún momento ha hecho referencia explícita a las declaraciones del lehendakari, Íñigo Urkullu, en las que ha considerado que Rajoy es sensible a un cambio en la política penitenciaria.

"ETA puede anunciar su desaparición, pero no desaparecen sus crímenes ni la acción de la justicia para perseguirlos y castigarlos", ha añadido antes de subrayar también que "haga lo que haga y diga lo que diga" no va a cambiar la "realidad incuestionable" de que su proyecto "ha sido un clamoroso y rotundo fracaso".

"Nada les debemos y nada les tenemos que agradecer"

Rajoy ha insistido: "Nada les debemos y nada les tenemos que agradecer. El agradecimiento y el reconocimiento es para tantas víctimas que siempre estarán en nuestra memoria y para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que han dado esta batalla y la han ganado.

El presidente del Gobierno ha recalcado que ETA ha sido derrotada por la acción del Estado de Derecho y por la fortaleza de la democracia española y que los únicos "artesanos de la paz" dignos de tal nombre son los miles de guardias civiles, policías, jueces y fiscales que han "acorralado" a ETA hasta obligarla a reconocer su fracaso.