Este miércoles tres de mayo, ETA ha anunciado la disolución de “todas sus estructuras” a través de una carta fechada el 16 de abril. La organización terrorista hace así pública su decisión de "dar por terminados" su "ciclo histórico" y su "función", poniendo "fin a su recorrido". El lehendakari Íñigo Urkullu, en una entrevista en el diario El País, ha manifestado su deseo de que este comunicado suponga un punto de inflexión en la política penitenciaria de los presos de ETA, e incluso, ha insinuado que Mariano Rajoy sería partidario de un viraje.

Con el anuncio de la disolución ya encima de la mesa, Urkullu cree que debe producirse un acercamiento de los presos “no solo por el final de ETA”, sino porque “obedece a un deseo mayoritario de la sociedad vasca desde hace décadas. Dentro de la legalidad vigente puede gestionarse de otra manera la política penitenciaria”.

El lehendakari asegura que está trabajando con el Gobierno español para concretar el acercamiento y subraya que Rajoy “es sensible” a un cambio de política penitenciaria”: “Tanto el presidente como quienes gestionan la política penitenciaria son conscientes de lo que hablamos. Rajoy es sensible. El Gobierno siempre puso como condición para cambiar la política penitenciaria la disolución de ETA”.