Que alguien avisó al expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González de que iba a ser investigado parece estar claro. La duda revoloteaba sobre el quién, lo que fallaba era la identidad concreta de la persona que se convirtió en el chivato de la 'Operación Lezo'.

Pues bien, este martes la Fiscalía Anticorrupción ha emitido un escrito en el que recomienda que González no abandone la cárcel, (el juez Eloy Velasco decretó para él prisión sin fianza) y, en ese mismo texto, ha puesto la lupa sobre una persona en concreto.

Para Anticorrupción todo señala al ‘número dos’ de Interior, al secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto. Según han explicado sospechan que fue él el que avisó a González y, de ser cierto, cobrarían sentido las palabras del popular que tras una reunión aseguró que “el secretario de Estado me ha dicho que vaya con cuidado”.

"El día 6 de marzo del 2017, en el despacho de Ignacio González sito en la C/ Alcalá 89 de Madrid, se grabó una conversación mantenida entre las 19:37 horas y las 20:03 horas por los tres hermanos González, que evidenció el interés de todos ellos por conocer quien estaba al frente del Cuerpo Nacional de Policía vinculado a los problemas de Ignacio González por la presunta investigación chivada del Secretario de Estado de Seguridad", se puede leer en el escrito de los fiscales encargados del ‘Caso Lezo’.

Además, hay que recordar que sólo dos días después de que se produjera esta reunión entre hermanos, uno de ellos, Pablo González, fue recibido por el ‘número dos’ de Interior. Parece que todos los caminos llevan a la misma persona, aunque este lo ha negado por activa y por pasiva. Es más, en su comparecencia en el congreso aseguró que ni siquiera sabía de la existencia de la operación y que el hermano de Ignacio González fue a su despacho para felicitarle por su nombramiento. La realidad: Nieto llevaba en su cargo más de 100 días.

González debe seguir en prisión

El pasado 3 de mayo ELPLURAL.COM contaba como González había pedido salir de la cárcel prometiendo no fugarse porque, en poco, se casaba su hija. Pese a sus promesas y tras intentar demostrar que tenía mucho arraigo familiar, La fiscalía se ha opuesto a que deje la prisión de Soto del Real.

Creen que podría entorpecer con facilidad las investigaciones porque es un hombre con muchos contactos en las esferas del poder. Según los fiscales del caso, Carmen García Cerdá y Carlos Iañez, "los investigados han ampliado su círculo de acción a distintos sectores de la administración pública con influencias en el ámbito de las carreras judicial y fiscal, así como en el seno del Cuerpo Nacional de Policía, todo ello para lograr la impunidad de sus acciones". "Ha sido una constante en la investigación judicial".

Es más, afirman que tanto González como otros investigados han usado “sus relaciones personales en distintos sectores para tratar de entorpecer o dilapidar el procedimiento”

Por ejemplo. “Para ejecutar esta acción de entorpecimiento de la investigación, Ignacio González y Edmundo Rodríguez, han recurrido a personas pertenecientes al ente público Canal de Isabel II, a del Cuerpo Nacional de Policía y a personas vinculadas a la política y el Poder Judicial". "Estos vínculos han trascendido de la mera relación afectiva (familiar o de amistad) o profesional (en el seno de la administración pública de la Comunidad de Madrid), para forjarse como un pacto delictivo, es decir, una unión cuyo principal nexo es el conocimiento, la participación y la ocultación de 'componendas ilícitas pagadas con dinero público'".