A menudo la fiesta del Carnaval se entiende como sinónimo de liberación común. Una excusa históricamente aceptada para celebrar de una manera vibrante y fresca sin la cual, los tejidos de colores, las texturas ostentosas y las expresiones disidentes no habrían tenido cabida en muchas ocasiones. El desenfreno de estos espectáculos salpicados de máscaras y maquillaje lo relacionamos con algo parecido a romper con los esquemas sociales, aunque sea de manera ociosa, que en muchas ocasiones es la más adecuada para perdurar.
De esto mismo hablan los dos anfitriones del Carnaval Surrealista celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid este pasado sábado 1 de marzo, el cantante Paco Clavel y el arqueólogo Mikel Herrán, más conocido como 'Puto Mikel', mientras abrían las puertas de su camerino antes del pregón que dieron mano a mano. Ambos, enfundados en sus disfraces -el primero en un traje con coloridos detalles a juego con su maquillaje, y el segundo ataviado con un distinguido look barroco- hablaron con ElPlural.com sobre qué sigue significando ser una persona queer en plena ola reaccionaria internacional y la importancia de que lo queer ocupe espacios globales sin concebirse como un cupo o un nicho con nombre y apellidos.
Reivindicación y alerta
El mítico cantante y compositor creador del movimiento CutreLux durante la movida de los 80, recordó la reivindicación que puede guardar esta festividad, especialmente para el colectivo LGTBI, el mismo que, según advierte, “siempre tiene que estar alerta”. Precisamente esa alarma de la que Clavel avisaba se ha traducido en forma de noticias durante la semana de Carnaval de este año, que abarca desde el 27 de febrero al 5 de marzo, y la cuál ha coincidido con algunos acontecimientos que han sacudido el tablero geopolítico, amenazando con un pronóstico negro y opacando el espectro de colores que se esperaba de estas fechas.
La amenaza del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a Volodímir Zelenski durante la visita de este último a Washington, ha vuelto a poner el foco en la gestión política del magnate americano, la que muchos han descrito como “un ataque a los derechos de las personas LGTBI”. Así lo hacía, por su parte, la gerente Sharon Mottley, la gerente para Norteamerica y el Caribe de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA) sobre los crecientes recortes en las libertades del colectivo en Estados Unidos.
Tenemos que tener mucho cuidado porque la extrema derecha se nos viene encima
“Al otro lado del océano”, el arqueólogo y divulgador de historia, Puto Mikel, opinaba que estamos siendo testigos de una ola reaccionaria contra la que no podemos quedarnos quietos. “Las conquistas sociales de las últimas décadas no tienen que servir como excusa para lo que ahora venga”, destacó el copresentador del Carnaval Surrealista, que también hace un pronóstico sobre si situaciones como la que se vive en Estados Unidos podrían llegar a ocurrir en España. "Lo que ocurre allí nos sirve un poco para ver los puntos que utilizan, porque muchos de ellos son los que luego utiliza Vox. Por ello podemos organizarnos y ver lo que se puede venir", explicaba para terminar concluyendo que "no va a pasar en España si hacemos para que no pase".
Algo con lo que coincidía su compañero de ceremonia, quién señaló que "tenemos que tener mucho cuidado porque la extrema derecha se nos viene encima". Además de ello, Clavel remataba que, en materia de derechos e inclusión LGTBI como país "no estamos mal del todo, pero todavía hay que reivindicar muchísimas cosas más", aseguró.
El carnaval de la contracultura
La fiesta que Paco y Mikel inauguraron, sin embargo, se desarrolló bajo los preceptos de "arriba la juerga, la diversión y la revolución", en un evento que celebró la diversidad de la llamada cultura subversiva a través del arte, la música y la fantasía en tiempos agitados. De esta manera, lo queer irrumpía en un espacio abierto y estandarizado para reivindicarse como un bastión más de una contracultura común y combativa para todxs. "El disfraz puede ser la excusa para romper las normas del género, pero realmente hay gente que lo hace todos los días y deberíamos ser capaces de sentirnos cómodos y cómodas también en nuestras prácticas diarias", destacaba Mikel.
Deberíamos ser capaces de sentirnos cómodos en nuestras prácticas diarias
En la misma línea, ambos anfitriones se mostraban de acuerdo en la dificultad añadida que es formar parte del colectivo a la hora de cosechar respeto y hacerse un hueco dentro de ciertos gremios. En este sentido, Mikel aseguraba que "la gente con una mentalidad abierta no le va a echar para atrás que tengas una expresión de género disidente", pero haciendo hincapié en que esa misma contraposición "permite también jugar con un punto de incomodidad", que puede suscitar "preguntas sobre lo qué está considerado normal y común" que nos hagan cuestionar los esquemas sociales. "Hay que romper barreras en todos los sentidos". concluía el arqueólogo al mismo tiempo que su Paco Clavel, su compañero de faena corroboraba que "tenemos que dar el cante y nosotros lo conseguimos".