Lo que debía ser una noche de celebración para la música en directo acabó convertido en un bochorno organizativo. La octava edición del Mad Cool Festival, que arrancó el 10 de julio en Madrid con 49.000 asistentes, vivió una jornada inaugural marcada por fallos eléctricos que silenciaron los dos escenarios principales durante actuaciones clave. Gracie Abrams e Iggy Pop, dos nombres destacados del cartel, vieron sus conciertos interrumpidos. La indignación del público, el desconcierto de los artistas y la falta de previsión de la organización han encendido todas las alarmas sobre la viabilidad técnica del evento.
Un apagón que arruinó la fiesta
La música dejó de sonar cuando nadie lo esperaba. Durante la actuación de la cantautora Gracie Abrams, el escenario principal sufrió un apagón total: luces fuera, sonido fuera, comunicación nula. Lejos de rendirse, la artista continuó brevemente tocando su guitarra en acústico, en un intento por mantener el vínculo con el público. Sin embargo, el corte duró más de 20 minutos y dejó claro que no se trataba de un simple fallo puntual.
La situación se repitió poco después en el otro gran escenario, justo cuando Iggy Pop, leyenda del rock y uno de los principales reclamos del día, acababa de iniciar su set. Dos cortes de sonido obligaron al artista a retirarse momentáneamente, acortando su concierto y dejando una sensación de impotencia en miles de asistentes. La escena era insólita: dos de los escenarios más importantes de un macrofestival europeo, sin suministro técnico básico en pleno prime time.
Una gestión cuestionada
La organización atribuyó el problema a un sobrecalentamiento de los generadores de energía. Pero las explicaciones técnicas no bastaron. Lo ocurrido desnudó una infraestructura débil e insuficiente para un evento de esta envergadura, así como una preocupante falta de planificación de contingencias. No se ofrecieron disculpas públicas inmediatas desde el escenario ni se habilitaron canales efectivos de información. Solo pasado el caos comenzaron a aparecer mensajes en las pantallas del recinto, en un intento tardío de controlar la frustración colectiva.
Tampoco hubo compensaciones o propuestas de reembolso, al menos durante la noche. La sensación generalizada entre los asistentes fue de abandono y desorganización, mientras las redes sociales se llenaban de vídeos del apagón, que rápidamente se hicieron virales.
@chinchetass A @gracie abrams se le apaga todo en directo y tuvo que continuar sin sonido, pantallas etc @Mad Cool Festival #gracieabrams #madcool #apagon #poweroutage #gracieabramstour ♬ sonido original - Antonio
Muse y Weezer salvan parcialmente la noche
En medio del desconcierto, la actuación de Muse fue el único punto de luz en una noche para el olvido. La banda británica, que había sido anunciada como sustituta de última hora, ofreció un show potente, sin incidencias técnicas, con un repertorio cargado de himnos generacionales y una puesta en escena visualmente impecable. Su profesionalidad y entrega contribuyeron a reconducir, al menos parcialmente, el ánimo del público.
También la banda californiana Weezer aportó solidez al final de la noche, con un directo bien ejecutado que sirvió para cerrar el día en mejores condiciones que las que lo habían marcado horas antes. Pero ni su solvencia ni la entrega del resto de artistas fueron suficientes para borrar la impresión de desastre general.
Vecinos colapsados, movilidad caótica
Al caos dentro del recinto se sumó el malestar en el exterior. Los barrios colindantes, especialmente en Getafe Norte, vivieron colapsos de tráfico, aglomeraciones peatonales y quejas por el ruido y la mala gestión del transporte público. Plataformas vecinales ya han denunciado la falta de coordinación institucional y los incumplimientos de los planes de movilidad. Una vez más, la convivencia entre macroeventos y el tejido urbano queda en entredicho, y vuelve a plantearse si el recinto Iberdrola Music es realmente adecuado para acoger citas de esta magnitud.
En un momento en que los festivales viven una intensa competencia internacional, un error de esta magnitud puede dañar seriamente la reputación del Mad Cool, tanto entre el público como entre los artistas. La falta de garantías técnicas y la pobre gestión del incidente ponen en riesgo la continuidad del evento en su actual formato.
El festival continúa durante el fin de semana con actuaciones de gran calibre, como Nine Inch Nails, Olivia Rodrigo o Sam Smith. Pero la confianza está tocada, y será necesario algo más que buenos conciertos para reparar el daño causado. La organización deberá ofrecer respuestas, asumir responsabilidades y garantizar que no se repitan situaciones como la vivida en la jornada inaugural.