La música española sigue batiendo fronteras. Desde el reguetón de Bad Gyal hasta las baladas de Alejandro Sanz, la lista Global Impact List 2025 revela cuáles han sido los 30 temas made in Spain más escuchados fuera de nuestras fronteras.
En un año en el que la música urbana y el pop español han seguido escalando posiciones en las playlists internacionales, la Global Impact List 2025 coloca a 30 artistas y colaboraciones de origen español entre las más escuchadas en el extranjero. Una lista dominada por los nombres que ya encabezan las listas de éxitos nacionales, pero que este año han confirmado su influencia global.
Quevedo, Bad Gyal y Morad: los reyes del impacto global
El primer puesto lo ocupa Bb trickz con Super, una explosiva mezcla de rap y trap que ha conectado con audiencias jóvenes en toda América Latina y Estados Unidos. Le siguen Bad Gyal y Trueno con Angelito, un reguetón melódico que se ha viralizado en TikTok y Spotify, y Rvfv, Morad y Rels B con Corazón Puro, que combina sensibilidad lírica y beats callejeros en una fórmula que ha funcionado especialmente bien en Francia y Alemania.
Una de las grandes sorpresas del top es la fuerza que ha tomado Quevedo, presente en nada menos que seis de las 30 canciones. Temas como YOyTÚ, Still Luvin o Nena Sad Remix lo confirman como el artista español más internacional del momento. La versatilidad del canario le permite brillar tanto en reguetón suave como en temas más experimentales.
Alejandro Sanz, Shakira y las colaboraciones con sabor latino
El peso del pop clásico tampoco ha desaparecido. Alejandro Sanz aparece dos veces en la lista: por su colaboración con Grupo Frontera en Hoy no me siento bien y por el tema Bésame junto a Shakira. Este último ha sido especialmente popular en países del Cono Sur, donde la combinación de los dos iconos ha despertado la nostalgia y el amor por las baladas románticas.
También destacan las colaboraciones de corte internacional como LA REINA - REMIX, donde Lola Índigo, María Becerra y Villano Antillano fusionan tres escenas distintas con gran éxito. Otro ejemplo es Romeo y Julieta, una balada urbana firmada por Eladio Carrión y Quevedo, que ha triunfado en playlists de baladas latinas.
Diversidad sonora: trap, pop, electrónica y mucho reguetón
Más allá del mainstream, la lista refleja una gran diversidad de géneros. Desde el pop electrónico de Enrique Iglesias y Pitbull con Tamo Bien, al drill oscuro de JC Reyes y Munic HB con NO NO. También hay espacio para propuestas más melódicas como Me Muero de Eladio Carrión y Lia Kali, que ha sido muy reproducida en México y Argentina.
Un caso curioso es el de Aitana, que con tres canciones en la lista (6 DE FEBRERO, SENTIMIENTO NATURAL y SEGUNDO INTENTO) demuestra cómo el pop femenino en español puede tener una fuerte proyección internacional si se mezcla con las sonoridades urbanas actuales.
Spotify, TikTok y los algoritmos: los nuevos embajadores del éxito español
El impacto global de estas canciones no se entiende sin el papel de plataformas como Spotify, YouTube o TikTok. La mayoría de los temas incluidos en la Global Impact List han sido tendencia en Reels, challenges virales o listas editoriales de plataformas digitales. Esto ha permitido que artistas que apenas suenan en radios tradicionales hayan conquistado mercados en países como México, Chile, Estados Unidos o Francia.
El papel de los algoritmos, la viralización y el apoyo de comunidades de fans internacionales han sido clave para que la música española siga siendo una referencia global, especialmente en el ámbito de la música urbana y el reguetón.
El futuro del sonido español en el mundo
Con artistas como Quevedo, Morad, Bad Gyal o Rvfv encabezando los rankings globales, queda claro que el idioma y la procedencia ya no son barreras para triunfar en el exterior. España exporta cada vez más talento sonoro, y 2025 ha sido la confirmación de que nuestra música no solo suena fuerte en casa, sino también en el resto del planeta.
La Global Impact List es un reflejo de cómo la industria musical ha cambiado: ya no se trata solo de vender discos, sino de conectar emocionalmente a través de plataformas digitales, colaboraciones internacionales y estilos que cruzan géneros y culturas.