La belleza de Liérganes no escapa a la mirada de aquellos que se animan a caminar por sus calles, que parecen sacadas de un cuento. Situado a solo 27 kilómetros de Santander y escondido en los valles pasiegos, este pueblo destaca por su arquitectura tradicional y su impresionante entorno natural, aunque su verdadero encanto reside en la rica historia y las leyendas que lo envuelven, convirtiéndolo en un lugar realmente especial.

Tal es el hechizo de Liérganes sobre sus visitantes que ha sido nombrado uno de los pueblos más bonitos de España, y su casco antiguo ostenta el título de Conjunto Histórico Artístico. No obstante, es su Balneario, construido hace cuatro siglos y que todavía sigue en funcionamiento, el punto más atractivo del municipio cántabro, aportando al lugar un valor cultural y estético casi inigualable.

Un pueblo de origen paleolítico

La historia de Liérganes se remonta a la Baja Edad Media, aunque gracias a las evidencias arqueológicas encontradas en las cuevas de la cuenca alta del río Miera, se tiene constancia de asentamientos humanos en la región desde la época del Paleolítico.

No obstante, la historia escrita y documentada del lugar comienza mucho más tarde, en el siglo IX, con la mención del Monasterio de San Martín Liérganes en el año 816, un convento del que no queda ningún vestigio en la actualidad. Posteriormente, en el siglo XIV y XV, se construyó una edificación religiosa, considerada de las más antiguas de la localidad, que sí ha perdurado en el tiempo: la iglesia gótica de San Sebastián y San Pantaleón.

Durante la Edad Moderna, Liérganes vivió un periodo de gran esplendor gracias a la introducción del cultivo del maíz y la instalación de una fábrica de fundición de hierro en 1622. Esta fábrica, dedicada a la producción de artillería y municiones, fue un importante centro industrial que impulsó la economía local hasta su cierre en 1795.

Un hito importante en la historia de Liérganes es la inauguración de su balneario en 1862. Las propiedades medicinales de las aguas termales de la Fuente Santa ya eran conocidas desde hacía siglos, y el balneario atrajo a numerosos visitantes, incluidos miembros de la realeza como Alfonso XIII, lo que contribuyó a convertir el pueblo en un popular destino turístico.

Mitología cántabra: la leyenda del hombre pez

Liérganes también es conocido por la leyenda del Hombre Pez, una de las historias más fascinantes y emblemáticas de la mitología cántabra que se remonta al siglo XVII. Según cuenta esta extraña y misteriosa leyenda, Francisco de la Vega, un joven del pueblo, salió a nadar con sus amigos al río Miera la víspera del día de San Juan del año 1674. A pesar de tener fama de ser un nadador excelente, Francisco se perdió río abajo y sus seres queridos acabaron dándole por ahogado.

Cinco años después, en 1679, unos pescadores en la bahía de Cádiz avistaron una figura extraña en el agua. Tras varios intentos, lograron capturar a un ser con apariencia humana, pero con escamas en el torso y las manos unidas por membranas. Este ser fue llevado al convento de San Francisco en Cádiz, donde solo pudo pronunciar una palabra: "Liérganes". Esto despertó la curiosidad de los frailes, quienes investigaron y confirmaron que en Cantabria existía un pueblo con ese nombre​.

Así las cosas, Francisco fue llevado de regreso a Liérganes. Una vez allí, el hombre pez se dirigió directamente a su antigua casa donde fue reconocido por su madre y sus hermanos. Sin embargo, Francisco nunca volvió a ser el mismo. Vivió en silencio, sin mostrar interés por nada, y solo pronunciaba ocasionalmente las palabras "pan", "tabaco" y "vino". Tras nueve años en Liérganes, el extraño ser volvió a desaparecer en el río Miera y nunca más se supo de él.

Estatua del hombre pez junto al río Miera que pasa por Liérganes. Ayuntamiento de Liérganes

Estatua del hombre pez junto al río Miera que pasa por Liérganes. Ayuntamiento de Liérganes

La leyenda del Hombre Pez ha sido objeto de estudio para científicos de la talla del doctor Gregorio Marañón, quien sugirió que Francisco podría haber padecido cretinismo, una condición que le permitiría resistir mejor debajo del agua, y su piel escamosa indicaría ictiosis.

Hoy en día, la estatua del Hombre Pez situada bajo el Puente Mayor en Liérganes y el Centro de Interpretación de la leyenda ubicado en un antiguo molino harinero, mantienen viva esta fascinante historia que forma parte integral del patrimonio cultural de Cantabria​.

El Balneario de Liérganes, lugar de retiro de la realeza

El Balneario de Liérganes es una de las joyas de la región, famoso por sus aguas mineromedicinales y la historia que le acompaña. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando ya se reconocían las propiedades terapéuticas de las aguas de la Fuente Santa, utilizadas para tratar diversas dolencias.

Fue en 1844 cuando se construyó el primer hotel-balneario en Liérganes, aprovechando estas aguas curativas. Los baños tuvieron un gran éxito desde el principio, atrayendo a todo tipo de visitantes que buscaban desde tratamientos médicos hasta la paz interior y la relajación en su máxima expresión.

A principios del siglo XX, el balneario se convirtió en un destino muy frecuentado por la realeza española, especialmente por los miembros de la corte de Alfonso XIII, quienes veraneaban en el cercano Palacio de la Magdalena en Santander. La afluencia de visitantes ilustres llevó a la construcción de una línea de ferrocarril directa entre Santander y Liérganes, otorgando al lugar aún más prestigio.

Vista aérea del histórico Balneario de Liérganes, en Cantabria. Relais Termal Balnearios

Vista aérea del histórico Balneario de Liérganes, en Cantabria. Relais Termal Balnearios

La construcción se encuentra rodeada de un entorno privilegiado, enclavada en parque de tres hectáreas con árboles centenarios. Por otra parte, sus aguas, que provienen del manantial de la Fuente Santa, son sulfatadas, cloruradas y cálcicas, ideales para tratamientos reumatológicos y respiratorios.

¿Qué ver en Liérganes?

El corazón de Liérganes es su casco antiguo, conocido como El Mercadillo. Esta zona está declarada Conjunto Histórico-Artístico y destaca por sus calles empedradas y sus casonas de piedra con balcones de madera decorados con flores. Pasear por esta zona te permitirá disfrutar de edificios como la Casa de Rañada y Portilla, la Casa de Langre y la Casa de los Cañones.

Esta última se encuentra situada en la Plaza del Marqués de Valdecilla y se trata de una edificación barroca del siglo XVIII que se caracteriza por los cañones que flanquean su fachada. Cabe mencionar que esta casa fue construida por Domingo de la Cantolla Miera, secretario de la Inquisición General, y sirve como recordatorio de la importancia de la fábrica de artillería que existió en el pueblo​.

Asimismo, el Puente Mayor, también conocido como Puente Romano, es una de las estructuras más emblemáticas de Liérganes. Construido entre 1587 y 1606, este puente de piedra con dos arcos de medio punto une los barrios de El Mercadillo y El Calgar sobre el río Miera. Como se ha mencionado en párrafos anteriores, bajo el puente se encuentra la estatua del Hombre Pez, que no puedes dejar de visitar.

También llamado Palacio de La Rañada, se puede visitar en Liérganes el Palacio de Cuesta Mercadillo, que data del siglo XVIII y es uno de los más destacados del municipio cántabro. Su magnífica fachada y su capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe hacen de este lugar una visita obligada. Además, este palacio está declarado Bien de Interés Cultural.

Situada en una colina desde donde se observan unas vistas espectaculares está la Iglesia de San Pantaleón, cuyo estilo es gótico con influencias románicas y barrocas. Por otro lado, la Iglesia de San Pedro Advíncula, ubicada en las afueras del pueblo, es un magnífico ejemplo de la arquitectura renacentista religiosa.

Para terminar el recorrido por Liérganes, no puedes regresar a casa sin conocer el Ecomuseo Fluviarium, que se dedica al patrimonio natural y etnológico de los Valles Pasiegos, ofreciendo exposiciones interactivas que muestran las especies que habitan los ríos cántabros. Una visita ideal para familias y amantes de la naturaleza.

¿Qué ver en los alrededores?

Existe una variedad de lugares interesantes en los alrededores de Liérganes, como el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, situado a solo 15 minutos en coche del pueblo en una antigua mina de hierro. Este alberga a más de un millar de animales de 120 especies diferentes en régimen de semilibertad. Allí podrás pasar el día entero explorando, siempre con respeto hacia los animales y sus habitas, y te recomendamos subir en el teleférico para fotografiar las vistas más espectaculares del parque​.

Un oso pardo en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, Cantabria.

Un oso pardo en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, Cantabria.

A unos 30 minutos de Liérganes, se encuentran las cuevas prehistóricas de Puente Viesgo declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estas cuevas contienen impresionantes pinturas rupestres que más de 20.000 años de antigüedad. Anímate a hacer una visita guiada por el lugar.

Con respecto a los pueblos vecinos, no podemos dejar de mencionar Santillana del Mar, a 40 minutos en coche de Liérganes. Este municipio es famoso por su bien conservado casco antiguo medieval, la Colegiata de Santa Juliana y las cercanas cuevas de Altamira, que también albergan pinturas prehistóricas de gran importancia histórica.

Un poco más apartado, a unos 50 kilómetros de Liérganes, se puede visitar Comillas, conocido por su arquitectura modernista, destacando el Capricho de Gaudí y el Palacio de Sobrellano. Este encantador pueblo costero también cuenta con unas hermosas playas y un ambiente perfecto para una escapada.

Cocina típica de Cantabria, sinónimo de calidad

La gastronomía de Liérganes es un reflejo de la rica tradición culinaria de Cantabria, caracterizada por platos tradicionales que destacan por su sabor y calidad. Uno de los platos más emblemáticos es el cocido montañés, una abundante preparación que combina alubias, berza, patatas y un compango de carne que incluye chorizo, morcilla y costilla. Este plato es ideal para los días fríos y se puede encontrar en muchos de los restaurantes locales​.

Otra delicia local son los sacristanes, unos pasteles de hojaldre típicos de Liérganes que suelen ser muy apreciados por los turistas. Estos dulces son perfectos para acompañar un café o disfrutar como postre​. Por último, Liérganes también es conocido por sus sobaos pasiegos y quesadas, productos típicos de Cantabria que puedes llevar como recuerdo a tus seres queridos. 

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