Cuando el tiempo escasea y no queremos renunciar a una comida casera, lo mejor es recurrir a preparaciones rápidas que apenas requieren esfuerzo. Una de esas ideas ingeniosas es este pastel express que se cocina directamente en la sandwichera. No hace falta horno ni una larga lista de ingredientes: en apenas cinco minutos tendrás listo un bocado esponjoso, sabroso y muy fácil de personalizar.
Lo más interesante de esta receta es que solo necesita tres elementos básicos que casi siempre se tienen en la cocina: un huevo, un poco de harina de trigo y una loncha de queso mozzarella. Para conseguir la textura adecuada, se añade un poco de agua y sal al gusto, lo que hace que la masa quede ligera y manejable.
Ingredientes necesarios:
- 1 huevo
- 3 cucharadas de harina de trigo
- 1 loncha de queso mozzarella
- 3 cucharadas de agua
- Sal al gusto

Paso a paso para preparar el pastel en sandwichera
- Batir el huevo: comienza rompiendo el huevo en un bol y bátelo bien con la ayuda de un tenedor o unas varillas pequeñas hasta que quede homogéneo.
- Incorporar la harina: añade la harina poco a poco para evitar grumos. Mezcla hasta obtener una masa suave.
- Agregar el queso: corta la loncha de mozzarella en trozos pequeños e incorpórala a la mezcla. Esto le dará cremosidad y un sabor suave.
- Ajustar la consistencia: si notas que la masa queda demasiado espesa, añade las tres cucharadas de agua poco a poco hasta conseguir la textura adecuada. No olvides sazonar con un poco de sal.
- Cocinar en la sandwichera: engrasa ligeramente la superficie de la sandwichera con aceite o mantequilla para evitar que se pegue. Vierte la masa, cierra el aparato y deja que se cocine durante unos cinco minutos.
Al abrir la sandwichera, encontrarás un pastel esponjoso y dorado, listo para disfrutar tanto en el desayuno como en una merienda rápida.
Variantes y trucos
Una de las ventajas de esta receta es lo versátil que resulta. El pastel puede servirse tal cual, pero también admite todo tipo de variaciones. Se le pueden añadir especias como orégano o pimienta para darle más sabor, o incorporar ingredientes extra al relleno, como jamón, espinacas, champiñones o incluso tomates secos. También es posible darle un giro dulce reemplazando la sal por azúcar y usando chocolate, mermelada o frutas como relleno.
De este modo, con la misma base se pueden preparar versiones saladas o dulces, siempre rápidas y prácticas.