Sarah Santaolalla, capítulo I: Mazón y el aplauso del verdugo

Capítulo I: Carlos Mazón. Hoy, en el mundo al revés, donde antes se abrazaba a las víctimas, se aplaudía a las víctimas y se homenajeaba a las víctimas, la extrema derecha y la derecha, cada vez más extrema, han decidido cambiar de bando. El Partido Popular y Vox han negado el aplauso a las víctimas de la DANA, a las víctimas de Carlos Mazón, y nos han dejado imágenes tan nefastas como estas.

El problema es que esta violencia cada vez crece más, y ya no es una violencia a un rival político, a un periodista o un analista en esta caza que llevan desde hace mucho tiempo como modelo y como estrategia política. Esta vez son las víctimas de la DANA: mujeres y hombres que lo han perdido todo. Mujeres y hombres que han perdido a sus hijos, a sus padres, a sus madres, a sus abuelos, que han perdido sus casas, su vida, su historia.

Y el Partido Popular y Vox han decidido que era mejor aplaudir al negligente y miserable de Carlos Mazón y su gestión, que dejó 229 vidas en el barro y que hoy, esta semana, estos días, hemos visto cómo lloraban en el Congreso de los Diputados. Ellos han creído que era mucho mejor aplaudir al negligente de Carlos Mazón que aplaudir a hombres y a mujeres que por culpa de una gestión en El Ventorro, por culpa de una sobremesa un poco más larga de la cuenta y muchas mentiras en el camino, han perdido toda su vida y toda la vida de sus familiares.

El Partido Popular y Vox cada vez está más envalentonados, más alejados de la verdad y menos empáticos con el mundo. El problema es que ya lo hemos visto con otras víctimas, donde incluso en campañas de politización y persecución han conseguido acabar con ellas. Lo vivimos con las del terrorismo, lo hemos visto incluso con los cribados en Andalucía y con asociaciones como Amama, pero ver las imágenes que hemos tenido que soportar en estas últimas semanas, en estos últimos días, de las víctimas de la DANA, de las víctimas de Carlos Mazón en el Congreso, congela el corazón. Ver imágenes como esta donde víctimas tienen que pedir y suplicar un aplauso a las Señorías del Partido Popular y de Vox, que entre ellos se miran y acaban de pensárselo dos veces, por si acaso está mal que aplaudan, es uno de los gestos de mayor crueldad que hemos visto en los últimos años.

¿No te van a premiar en el Partido Popular si aplaudes a las víctimas de la DANA? ¿No vas a hacer los suficientes méritos en el Partido Popular o en la ultraderecha si abrazas a un padre que ha perdido a su hijo en el barro y en el lodo mientras Carlos Mazón estaba de pacharanes en El Ventorro? ¿Qué es lo que tiene que pasar para que la derecha y la extrema derecha por fin den un golpe en la mesa, un abrazo a un padre, a una madre, a un abuelo y se planten ante una gestión tan criminal y ante la defensa de la empatía y de la bondad?

¿Qué está pasando? ¿Dónde ha quedado ese centro derecha que antes acudía a las iglesias, a los comedores sociales, que donó ropa con los refugiados de Ucrania, que participaba, que ponía banderas, que se solidarizaba de alguna forma u otra? ¿Dónde ha quedado esa gente? ¿Dónde ha quedado la buena gente y por qué se ha puesto de moda ser un malnacido y ser un canalla?

No podemos permitir esto. No podemos permitir que se persiga a las víctimas. A ninguna. Ni a las víctimas del terrorismo, ni a las víctimas de la DANA, ni a las víctimas de los cribados, ni a las víctimas de la violencia de género. ¿Dónde ha quedado el sentido común y el buen sentido? No podemos permitir todos estos males que están sufriendo personas inocentes, personas que no deberían haber estado en el barro y en el lodo porque otros estuvieron de sobremesa.