El clima político en la Comunitat Valenciana ha alcanzado nuevas máximas tras la demorada dimisión de Carlos Mazón. La sensación asentada en buena parte de la opinión pública es que ha llegado tarde, mal y que es necesario que la nueva etapa que comience a partir de ahora, tras unas nuevas elecciones, no sea continuista con el mandato del ya ex jefe del Consell. ElPlural.com se ha puesto en contacto con su predecesor, el socialista Ximo Puig, que ha dado sus consideraciones al respecto del rumbo en el que debería enmarcarse, a su juicio, la Comunitat Valenciana para superar la etapa de Mazón y cerrar la herida que ha dejado la DANA y su gestión.
Preguntado por el contexto actual de la región bajo el mandato del PP, Puig ha valorado que "en este momento, estamos ante un posicionamiento hegemónico en las políticas de la extrema derecha". "Todo se inició cuando se hizo el famoso 'pacto de la servilleta', en el que seis hombres sin piedad decidieron que la agenda que iba a configurar el Gobierno de la Generalitat iba a ser la que decidiera Vox, y eso es lo que ha ido continuando", ha arrancado, en referencia al acuerdo de Gobierno que firmaron el PP y la ultraderecha en la capital del Turia, en la que María José Catalá saldría como alcaldesa, pero realizando muchas concesiones a la formación de extrema derecha.
"Ahora cada vez es una vuelta de rosca más y bueno, pues decidirá Vox lo que quiera: el presidente, la agenda política... Esa es la desgracia que tenemos en este momento. El PP ha roto todos los puentes de la convivencia, incluso el Pacto por la Lengua, que fue propiciado por un presidente del propio PP. Se ha generado una situación en la que parece que la Comunitat Valenciana es el laboratorio de experimentos de la extrema derecha", ha lamentado el expresident.
"Una dimisión digna hubiera sido inmediata"
Sobre la dimisión de Mazón, más de un año después de la tragedia de la DANA del 29 de octubre de 2024, Puig ha señalado que "una dimisión digna hubiera sido inmediatamente después de los hechos acaecidos el día 29". "La incapacidad para gestionar esta situación y la ausencia de liderazgo en ese momento tan crítico deberían haber bastado. Una dimisión digna y sentida hubiera sido la asunción inmediata de responsabilidades esos días, y entonces se hubieran podido plantear otro tipo de soluciones como se está haciendo ahora. Lo que no es posible es que, tras un año después de todo lo que ha pasado, se busque una fórmula de continuismo", ha valorado.
"En su discurso, una de las pocas verdades que dijo fue que la Comunitat Valenciana necesita una nueva etapa. Y esa nueva etapa no puede ser de continuismo con lo que ha significado él, tiene que ser una nueva etapa en la que, después de unas elecciones, en las que el PP puede ganar o perder, se inicie un nuevo periodo en el que, gane quien gane, lo más importante es que haya un acuerdo de país", ha opinado el exdirigente socialista.
A su vez, consultado por las prioridades que debería tener por delante el hipotético nuevo Gobierno que saliera de las urnas en la región, Puig ha destacado algunos "grandes desafíos". "Lo fundamental es la nueva visión de la Comunitat Valenciana frente a los grandes desafíos, que tienen que ver con el cambio climático, la transformación digital, la mejora de la productividad y la calidad de vida de los ciudadanos, la subida de las rentas de las clases medias y trabajadoras para que puedan hacer frente al aumento del coste de la vida... Esos son los grandes temas que deben abordarse. Paralelamente a ello, también habría que hablar de la institucionalización de la cultura y la democracia", ha sentenciado el expresidente valenciano a este medio.
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