Los bomberos forestales de Andalucía llevan meses protestando por las condiciones a las que se enfrentan por la gestión de la Junta de Andalucía, liderada por Juanma Moreno Bonilla. La administración va dando una de cal y otra de arena, como se dice coloquialmente, y es que no hace mucho que los trabajadores contaron a este periódico que se habían visto obligados a hacer rutas por hacer públicas sus manifestaciones, que fueron publicadas en su mayoría por este periódico. Sin embargo, también están consiguiendo cosas.
La última victoria tiene que ver con la obtención de los certificados que los operarios tienen que entregar en la seguridad social para poder acceder a la jubilación aplicada a los reductores de edad. “Creemos que tiene que ver con la noticia”, indican voces que miran por los intereses de los equipos a ElPlural.com. Sea como fuere, y teniendo en cuenta que también puede obedecer a una cuestión de plazos, las fuentes consultadas por este periódico celebran haber minorizado la incertidumbre.
A esto se suma que hace semanas retiraron restos biológicos de instalaciones, lo cual supone un alivio para los bomberos en tanto en cuanto había preocupación entre las filas por posibles problemas de salud. “Después de 20 años, por fin se lo han llevado”, respira Serafín Martín, representante de la Unión Independiente de Trabajadores de Andalucía (UITA). “Está habiendo movimiento y sirviendo, aunque sea para algunas preocupaciones”, apunta, apostillando que su lucha “está sirviendo”, pero que “seguirán” en ella con el objetivo de que, poco a poco, se vayan solucionando todos los temas que mantienen sobre la mesa.
En la inspección de trabajo
El resto de temas a los que hace alusión Martín son, por un lado, las instalaciones del subcentro de Defensa Forestal de Laujar, en Andarax (Almería), que lleva en obras desde 2022 y que todavía hoy sigue presentando deficiencias que imposibilitan, siempre en palabras de los trabajadores, realizar sus labores de forma totalmente correcta. Por otro, habla precisamente de las rutas de retenes mencionadas unas líneas más arriba. “Hay pequeños movimientos también, pero no nos dicen nada”, dicta, explicando que los asuntos están en la inspección de trabajo. “Estas cosas siempre van despacio”, reconoce.
El del subcentro es el punto más mediático, pero hay más: comidas indignas en época de incendio, descansos que no se respetan, cascos caducados -aunque esta situación ya se revertió- y otras instalaciones o materiales deficientes. Un ejemplo muy concreto es el que tiene que ver con un sistema de pararrayos de los que disponen las casetas de vigilancia y que no se revisan.
Abandono en otras comunidades autónomas
El abandono por parte de la administración pública ha sido la máxima que se ha producido en el resto de territorios en los que el fuego golpeó con fuerza, la inmensa mayoría de ellos gobernados por el Partido Popular: Castilla y León, Extremadura, la Comunidad Valenciana e incluso Madrid.
Moncloa, por su parte, cumple. Así lo demostró con los coeficientes reductores de jubilación, por lo que UITA amenazó incluso con acudir a los tribunales si no se solventaba.
Más concretamente, el Consejo de Ministros aprobaba hace cosa de un mes, a propuesta del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, un Real Decreto que reconoce los coeficientes reductores de la edad de jubilación a los agentes forestales y medioambientales.
El Gobierno central celebraba que, con la entrada en vigor de la normativa, los agentes forestales y medioambientales experimentarían una reducción en el acceso a su pensión de jubilación de tantos años como resulte de aplicar el coeficiente reductor del 0,20 a los años completos efectivamente trabajador, siempre que la persona a la que afecta acredite un periodo mínimo de cotización de 15 años bajo la condición de una de estas dos profesiones.
A modo de aclaración, el rostro más visible de UITA detallaba de qué manera incluía a ellos la ley. “Los agentes medioambientales, que también dependen de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. En nuestro caso no es así”, cerraba.
Este año los incendios han quemado 380.000 hectáreas, 34.000 solo en agosto, según los datos que maneja el Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales (EFIS) de Copernicus. Las autonomías más afectadas han sido Galicia, Castilla y León y Extremadura, donde la ciudadanía ha lamentado la escasa y tardía actuación de sus Ejecutivos, todos ellos de signo ‘popular’. También, aunque en menor medida, Andalucía, la Comunidad Valenciana o Madrid.
Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes
Síguenos en Google Discover